Semana Santa de Málaga 2024

Descendimiento: un esfuerzo con recompensa

La cofradía del Descendimiento adelantó la salida y mantuvo un ritmo vivo, sin ser deslucido, que le permitió realizar la estación penitencial y estar cerca de la casa hermandad para cuando empezó a llover

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Hubo nervios, como en todas las cofradías esta Semana Santa de 2024, pero vieron una posibilidad de esperanza y la aprovecharon. Coordinados con el Monte Calvario, adelantaron su salida y acortaron recorrido. El objetivo estaba claro, hacer la estación penitencial y encerrarse antes de las 23.30 horas (“o incluso antes”) para evitar la lluvia anunciada para esa hora con un 80% de posibilidades de que cayera y en forma de tormenta. Tocaba correr, pero no perder el sentido de la procesión. Y eso hicieron.

El cortejo de nazarenos salió desde la plaza de toros de La Malagueta ordenado y tranquilo. Esta primera experiencia parece que ha sido muy positiva y a consolidar por la hermandad. Las filas de nazarenos se pudieron montar con espacio y sin prisas, liberando a los mayordomos de mucho agobio.

Los tronos salieron de su salón de trono bajo un sol como no se había visto esta Semana Santa. Sobraban los abrigos y apenas se veían nubes. Todo invitaba a cierto optimismo. Y la clave estaba en ese "cierto", porque Descendimiento no se quiso confiar. Alternó momentos de ir al paso, al ritmo de la marcha que se interpretaba, con otros más rápidos y a paso largo. Además, acortaron el recorrido y adelantaron la salida con idea de enlazar con el Monte Calvario, que también quería entrar 30 minutos antes al Recorrido Oficial para tener margen en la vuelta.

La Banda de la Cruz del Humilladero mostraba su solvencia una y otra vez, reclamando su puesto como banda veterana y de calidad. A la altura del Ayuntamiento de Málaga, la hermandad le cedió los toque de campana al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en el trono del Descendimiento. Mientras suena la marcha 'Jesús de la Pasión', de Artola, una representación de la Corporación Municipal rendía honores con el Pendón de la ciudad al paso de los titulares.

Los tronos, con una gran cantidad de jóvenes bajo el varal, respondían con prontitud a las órdenes de los mayordomos. El trono del Descendimiento realizó la curva de acceso a la Travesía del Pintor Nogales con exactitud, siguiendo el ritmo de 'Soleá, dame la mano', continuando luego toda la cuesta de un tirón. Un poco más adelante, la banda y el trono se lucieron con el 'Stabat Mater' de Frisina en medio de la calle Císter.

Detalles

Este año llamaba mucho la atención la base de la cruz del Descendimiento, donde destacaban una calavera y una serpiente enroscada en el madero, realizadas por Raúl Trillo. Son dos incorporaciones con una gran carga simbólica al conjunto del Descendimiento, que encajan y completan el mensaje que se quiere transmitir. Puede que muchas veces esos detalles pasen desapercibidos en la Alameda o en distancias largas, pero en partes del recorrido en que el público se puede acercar más, son apreciables y ayudan a entender qué se quiere transmitir.

Mantiene esta cofradía su carácter con los quitansangre y los muñidores, que son tan definitorios de su presencia en la calle. También llama la atención la custoria donde se lleva el 'lignum crucis', delante del trono del Señor.

La hermandad sufrió un pequeño percance con la rotura de un cirial cuando todavía no había llegado a la Aduana, por lo que la acólita que lo llevaba tuvo que seguir con un bastón y quedando este cuerpo de ciriales reducido a cinco durante el recorrido.

Lluvia

La diligencia demostrada durante todo el recorrido le permitió estar muy cerca de la casa hermandad cuando empezó la lluvia, adelantando su encierro a poco más de las 22.00 horas. Eso le libró de recibir más agua que la que le cayó, ya que pudo encerrarse muy rápido.