Biología marina

¿Ha comenzado la rebelión de los océanos?

Delfines, orcas y nutrias multiplican comportamientos agresivos contra los humanos, aparentemente debido al estrés que padecen por las actividades de nuestra especie

EMF/Redacción T21

Delfines, orcas y nutrias han comenzado a desplegar comportamientos agresivos en distintas partes del mundo. Podría estar desencadenándose una respuesta colectiva por el estrés que suscita su relación con los humanos, que invaden sus espacios y alteran sus rutinas. Bañistas, veleros y surfistas son las víctimas elegidas.

Los delfines son animales inteligentes, sociables y pacíficos, que suelen interactuar con los humanos de forma amistosa y curiosa. Sin embargo, en algunas ocasiones, estos mamíferos marinos pueden mostrar un comportamiento agresivo y morder o embestir a las personas que se encuentran en el agua. Esto es lo que ha ocurrido recientemente en una playa de Japón, donde cuatro bañistas han resultado heridos por ataques de delfines.

Según informa Live Science, los hechos tuvieron lugar el pasado domingo 16 de julio en la playa de Suishohama, en la prefectura de Fukui, al oeste del país. Un hombre de unos 60 años sufrió varias costillas rotas y mordeduras en las manos después de que un delfín lo golpeara y mordiera. Otro hombre presentó heridas en el brazo izquierdo por la misma causa. Ese mismo día se registraron otros dos ataques, aunque se desconocen los detalles.

Avisos de peligro

Los medios locales difundieron un vídeo en el que se ve a un delfín nadando cerca de la orilla y acercándose a una mujer que flota en un anillo inflable de color rosa. El animal parece morderle las piernas y hacerla tambalearse. Luego se aleja de la playa y se dirige hacia dos personas que van en una balsa remolcando a una tercera en otro anillo.

Las autoridades locales creen que se trata del mismo delfín que el año pasado mordió al menos a seis personas en la misma zona, causando heridas que requirieron puntos de sutura. Se sospecha que es un delfín nariz de botella del Indo-Pacífico (Tursiops aduncus), una especie común en las aguas japonesas.

Los responsables han instalado transmisores ultrasónicos a lo largo de la playa para intentar ahuyentar a los delfines con ruidos de alta frecuencia. También han advertido a los bañistas del peligro que suponen estos animales salvajes y les han pedido que no se acerquen ni los toquen.

¿Qué está pasando?

Los ataques de delfines en Japón no son un caso aislado, sino que se han producido también en otros países, como Irlanda, donde una mujer sufrió una costilla rota por el mordisco de un delfín en 2013.

Aunque los ataques de delfines a humanos son muy raros, en 1994 se registró el único caso conocido de una muerte humana por un ataque de delfín, ocurrido frente a la costa de São Paulo, en Brasil.

Hace unas semanas, las autoridades de Hawái denunciaron asimismo que decenas de bañistas fueron acosados y rodeados por un banco de delfines giradores, una especie protegida por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos.

Estresados y amenazados

Los científicos han sugerido que los delfines salvajes pueden sentirse estresados o amenazados por la presencia o el acoso de los humanos, y reaccionar con mordiscos o empujones para defenderse o alejarlos.

También puede influir el hecho de que los delfines se hayan acostumbrado a recibir comida de los humanos, y se vuelvan exigentes o agresivos cuando no la obtienen.

Según un artículo de Courrier International, estos incidentes podrían estar relacionados con el estrés que sufren los delfines salvajes al interactuar con los humanos, que invaden su espacio y alteran sus rutinas.

La sobrepesca en particular ha causado estragos entre los delfines, pero es toda la relación humano-delfín la que está agriada, según informa Gizmodo.

¿Rebelión oceánica?

Otros miembros de la familia de los delfines, las orcas se han vuelto también mucho más agresivas con los veleros últimamente. Según Gizmodo, al igual que las orcas antes que ellos, los delfines empiezan a mostrar su hartazgo.

Es poco probable que todos los cetáceos estén formando una liga entre especies de emboscadores antihumanos, pero la rebelión del océano puede comenzar con pequeños focos de resistencia antes de que la revolución a gran escala pueda desencadenarse realmente, plantea Gismodo.

También las nutrias

Otro ejemplo, una nutria marina hembra en Santa Cruz, California, por alguna razón desconocida, comenzó a atacar agresivamente a los surfistas y robarles las tablas debajo de ellos.

La nutria es un animal de la familia de los mustélidos, que son terrestres y acuáticos, a la que pertenecen tejones, martas, garduñas, comadrejas y visones.

Jess Fujii, gerente del programa de nutrias marinas en el Acuario de la Bahía de Monterey, dijo en un comunicado que "si bien se desconoce la causa exacta del comportamiento de esta nutria marina, el comportamiento agresivo en las nutrias marinas hembras del sur puede estar asociado con aumentos hormonales o debido a ser alimentado por humanos".

Si bien esas explicaciones parecen sólidas, la reciente ola de ataques oceánicos nos hace preguntarnos qué próxima especie que habita en el mar decidirá que ya ha tenido suficiente con los humanos y su barbarie en el océano, concluye Gizmodo.