Sin tiempo aún para disolver el disgusto del viernes en Euroliga ante el Olympiacos, el Unicaja regresa hoy a la competición, a la Liga Endesa, en Bilbao, una pista en la que ya «resucitó» hace dos temporadas, y ante un rival que sólo ha ganado un partido en las seis primeras jornadas.

El mal rato aún no se ha ido del cuerpo. Aunque lo bueno de la matinal dominical es que enfrente no habrá un tipo con barba, de estadura mediana, casi calvo, llamado Vassilis Spanoulis. A la gran estrella del básket europeo ya no nos lo volveremos a encontrar, por lo menos, hasta el Top 8 de la Euroliga... ¡Ojalá!

El Unicaja viajó ayer al mediodía a Bilbao. Joan Plaza tiene trabajo por delante. En la pizarra, en lo psicológico y también en lo físico. Su equipo se «cae» en los últimos cuartos de partido. No aguanta la presión y se desploma. Y cortar la mala racha existente, con cuatro derrotas en los cinco últimos encuentros, es urgente. Por la salud de todos. Del equipo, el primero. Para que pueda trabajar con tranquilidad. Pero también para el club y para la afición. Porque esta minicrisis, en un contexto normal, no tendría el mayor problema. Pero con todo lo que venimos arrastrando, con el pasado tenebroso del último trienio... las cosas se están sacando un poco de quicio. Ni antes el Unicaja eran los Miami Heats ni ahora son una pandilla de amiguetes que han quedado para echar un rato en el parque.

Además, el Bibao Arena parece el lugar idóneo para romper esta mala dinámica. El Unicaja cayó ante los vascos en la última temporada en la Liga ACB: 82-65. Pero en la anterior, el equipo salvó un «match ball», con Luis Casimiro en el banquillo, Alberto Díaz en la dirección, Troy DeVries en el perímetro y la pareja Freeland (19 puntos)-Zoric (18) imponiendo su ley: 80-83. Se recondujo una situación que parecía perdida y el equipo pudo cumplir el objetivo de ser noveno en Liga y retener la Licencia A de la Euroliga. Aquella victoria fue clave. Y ahora, hay que apelar a aquel espíritu.

Buscando su sitio Lo bueno es que el equipo está al completo. Inmerso, eso sí, en plena reestructuración. Con Toolson y Caner-Medley ya integrados, los compañeros que han tratado de tapar sus asuencias deben volver a tener su rol. Y los protagonistas deben afinar, especialmente el tirador americano, al que le está costando muchísimo sentirse cómodo, fabricarse tiros y ser el jugador que abra las defensas que se necesita.

El técnico del Bilbao Basket, Rafa Pueyo, encara este encuentro con algunos problemas en su rotación interior, ya que tanto Antanas Kavaliauskas como Mamadou Samb tienen distintos problemas físicos. El lituano sufre molestias en una de sus rodillas, mientras que Samb, que está teniendo un papel prácticamente testimonial en el equipo, se produjo un esguince en el tobillo izquierdo en el entrenamiento del jueves y tiene «muy complicado», según el propio Pueyo, recuperarse a tiempo para estar disponible.

El Bilbao Basket también está pasando las de Caín esta temporada. Vamos, que lo del Unicaja es un moratón pequeñito comparado con lo de los vascos. El equipo de Germán Gabriel entró en barrena y perdió los cinco primeros partidos de la Liga Endesa. Una barbaridad para un club que, aunque ha bajado presupuesto, está inmerso en la Eurocup. Por cierto que esta semana, el martes, los vizcaínos visitaron al Cedevita de... ¡Jasmin Repesa! El exentrenador del Unicaja, de vuelta a Croacia, se impuso al Bilbao el martes, complicándoles su futuro en el torneo. La mala noticia es que en el último encuentro del equipo en su casa, el pasado domingo, ganó al todopoderoso Barcelona (80-72). Esperemos que no se repita y que el Unicaja pueda levantar el vuelo.