En Bilbao espera un viejo conocido: Germán Gabriel. El ala-pívot malagueño es un hombre nuevo. Tras un periodo muy fructífero en el Estudiantes, este verano firmó un buen contrato con el Bilbao Basket. Han sido unos meses sensacionales para el talentoso jugador criado en Los Guindos. Juan Antonio Orenga le hizo vestir por primera vez la camiseta de la selección española absoluta. Y, de vuelta del Eurobásket de Eslovenia con el bronce colgado en el pecho, Germán fue padre de una niña. Un cúmulo de sensaciones para él. Hoy volverá a medirse al Unicaja, donde vivió varias etapas en las que no tuvo suerte. Boza Maljkovic le dio confianza tras el oro en el Mundial júnior y fue entrando y saliendo. En 2001 se fue al Estudiantes y regresó en 2003, con Scariolo y salió a Bilbao al año siguiente, después a Girona, y regresó en 2007, dos cursos. Aíto no le quiso y se marchó al Estudiantes. Quizá por eso, siempre que se mide a su exequipo le espera con los dientes bien afilados, la muñeca engrasada y los pies juguetones en la zona.

En las tres últimas temporadas con el Estudiantes, Germán ha promediado, en los cinco partidos que ha disputado ante el Unicaja, 16,6 puntos y 17 de valoración. Unas medias sensacionales. Veremos qué hace hoy.