El Unicaja aprovechó la visita del colista de la Liga Endesa, el Delteco Gipuzkoa, para curar las heridas provocadas por el Alba Berlín y afrontar con mejores ánimos la "final" del miércoles en Alemania para acceder a las semifinales de la Eurocup. El Unicaja lo tuvo, a pesar de ver viejos fantasmas en el tercer cuarto, bastante sencillo ante el cuadro vasco, el peor ataque de la Liga ACB (73,43 puntos por partido), y exhibió algunas de sus virtudes para lograr un triunfo cómodo que le insufla ánimos y energías.

Tras el varapalo del viernes en el Palacio, donde la fiesta por el pase a semifinales de la Eurocup se transformó en funeral, el cuadro malagueño mostró un lado más reconocible y logró reconstruirse para seguir avanzando en la ACB. No era sencillo, aunque el Delteco fuera el rival, tras el batacazo europeo. Pero la plantilla sacó orgullo y profesionalidad, y fue mejor este domingo por la tarde para llevarse la victoria por 87-69.

Hubo un ingrediente de cierta relevancia en lo que hizo el equipo de Luis Casimiro. No era fácil salir al Carpena, que estaba de uñas tras lo del viernes, y mostrarse solvente. Lo hizo el Unicaja, que estuvo bien en líneas generales, con el liderazgo de Brian Roberts y Dragan Milosavljevic. El Carpena esperó acontecimientos e incluso se oyó algún pito cuando el Delteco se situó 39-33. O cuando Delteco le dio la vuelta al partido en el tercer acto (46-48). Pero lo enmendó el Unicaja, gracias a Brian Roberts, el mejor del equipo este domingo, con 22 puntos, 6 asistencias y 28 de valoración.

El Unicaja encontró, de inicio, un rival que defiende tan poco como él y, que además, arrancó muy timorato en ataque, con errores continuos. De ahí que los verdes, con apenas cuatro minutos disputados ,ya dominaran por 12-4, tras triples de Wiltjer y Salin. El partido le fue como la seda al Unicaja porque el colista no le puso zancadillas ni trampas ni le hizo esforzarse de forma especial. El Unicaja podía pasarse la bola, cortar, pasar dentro, penetrar€ No había dureza en el Delteco, y la renta subió a los 10 puntos: 16-6.

Hasta ocho jugadores verdes llegaron al primer cuarto con puntos en su casillero, y los que no anotaron, salvo Mathias Lessort (falló dos tiros libres), es porque no tuvieron minutos, casos de Dani Díez y Viny Okouo. La máxima llegó a los 11 puntos (22-9), pero dos triples de Zeilsloft dejaron la renta en ocho puntos: 23-15.

El equipo mantuvo el nivel, en los dos aros de la pista, y un triple de Roberts puso el 30-17, la máxima del encuentro. Si el Delteco se mantenía con vida en el partido era por acciones de fortuna, en finales de posesión apretados, como un nuevo triple in extremis de Salvó.

El Unicaja mantuvo una renta que rondó siempre los 10 puntos de ventaja, liderado por Dragan Milosavljevic. El serbio se ha cambiado de cara en el último mes y se ha erigido en líder del equipo. Juega minutos, lo hace francamente bien en los dos lados de la pista y tiene la confianza y el rol que antes no poseía.

El Delteco comenzó a anotar con facilidad, especialmente por dentro, y Casimiro sentó a Shermadini para darle algunos minutos a Viny. El pívot canterano no solucionó nada, evidentemente, y con un gran Burjanadze y el trabajo de Bobrov, los vascos se aproximaron a seis puntos de diferencia: 39-33. Roberts, de lo mejor del Unicaja hasta el descanso, anotó su tercer triple del segundo cuarto sobre la bocina y a 8 metros para poner el 42-33 al descanso.

Tras el paso por el vestuario, el Unicaja volvió a sufrir. Wiltjer duró menos de un minuto y medio y se fue al banquillo por empezar totalmente descentrado el tercer cuarto, cometiendo incluso una antideportiva. El Unicaja pasó de ganar 44-38 a perder 46-48. Los triples, como churros, de Zeisloft, propiciaron la remontada de los vascos, que hurgaron en la herida, todavía muy fresca, de los malagueños. Otra vez con mala lectura de juego, con errores impropios, sin saber qué hacer€ La película que hemos visto. Sólo que el rival era el Delteco, y el Unicaja se rehizo.

Una falta técnica a Valdeolmillos permitió que el Unicaja retomara el mando y, después de darle muchas vueltas, Casimiro obró en consecuencia. Suárez no podía y Wiltjer no quiso, así que Dani Díez entró como "cuatro". Fue Roberts, con seis puntos consecutivos, el que se echó el equipo a la espalda para llevar al Unicaja a ganar por siete puntos: 57-50. Y otro triplazo de Roberts puso sus 20 puntos en el casillero y los 10 de renta para los verdes: 60-50.

Y los pitos que recibió Roberts el pasado viernes cuando se fue al banco se convirtieron este domingo en aplausos, porque cuando el americano se sentó con 20 puntos, el Unicaja ganaba 68-52 a 8:29 del final. Luego llegaron triples y canastas y Dani Díez puso la máxima con un triple: 78-54. Cosas de la vida (o no), cuando Dani entró a pista el Unicaja ganaba por 49-48 a 3:12 del final del tercer cuarto. Ahora lo hacía por 24, gracias, entre otras cosas a su actividad defensiva. Incluido un aterrizaje sobre el fotógrafo de La Opinión al evitar que un balón saliera.

Los triples de Corbacho hicieron menguar la diferencia (80-65) y Roberts tuvo que volver a pista porque Casimiro no se fiaba. Pero el partido ya estaba sentenciado, y el Unicaja viajará a Berlín con algo más de ilusión tras ganar con facilidad al colista Delteco por 87-69.

Las estadísticas del partido, en este link.