Mala imagen, falta absoluta de ideas, ningún concepto de juego de equipo, falta de solidaridad grupal con demasiadas guerras individuales de uno contra todos, ausencia de circulación de balón... El Unicaja perpetró este sábado en Burgos un partido paupérrimo, que solo sirve para aumentar las dudas que estas últimas semanas rodean a esta plantilla y a este proyecto de Luis Casimiro, que camina hacia atrás sin solución a la vista.

Había expectación por ver cómo le había sentado al equipo esta semana de descanso europeo, sin partido intersemanal de Eurocup, sin necesidad de hacer y deshacer las maletas y con doble y casi hasta triple ración más de entrenamientos respecto a otra semana cualquiera. Pues el resultado fue penoso del minuto 1 al 40. Habrán entrenado mucho, pero no les ha cundido nada. Al contrario. Yo creo que jugaron todavía peor que la semana anterior.

Yo no entiendo de estadísticas avanzadas, ésas que dijo el coach entre semana que son muy buenas y que lejos de ser preocupantes ofrecen brotes verdes para analizar el juego de ataque del Unicaja. Yo solo entiendo de las estadísticas de toda la vida, de las que salen en la web de la ACB y que un joven o una joven mozalbete o mozalbeta nos dan a los periodistas en la zona de prensa cada vez que acaba un cuarto en cada partido. Ésas, las de toda la vida, decían al descanso de este partido en el Coliseo que el Unicaja había tirado 28 veces a canasta y había fallado 20 tiros. Que en toda la primera mitad, en 20 minutos, el equipo solo había metido tres canastas de 2 y cinco triples. Y esas mismas estadísticas, las de toda la vida, al final de los 40 minutos, dicen que el equipo solo fue capaz de meter 60 puntos, con un 28% de acierto en tiros de 2 (9 de 32) y que dejó escapar 14 rebotes debajo de su propio aro para que el rival tuviera segundas y hasta terceras opciones...

Es verdad que no es fácil ganar en Burgos. El Coliseum es una pista en la que el San Pablo juega con mucha ventaja. El ambiente, la sinergia con su afición, la presión que siempre soportan el equipo rival y los árbitros... Muchos factores hacen de esta visita una de las más complicadas de la temporada sin contar a los "grandes". Pero no hay excusa posible porque el Unicaja perdió esta vez por incomparecencia. Fue, pero no se le vio. Viajó, pero se dejó las ganas en casa. De verdad, un desastre. No se puede decir otra cosa ni de otra manera. Se puede maquillar como se quiera, pero fue un desastre.

La derrota deja al equipo otra vez con balance negativo en la clasificación y fuera de los 8 primeros. Se ha convertido ya en una desagradable constante ver de lejos el Top 8. La irregularidad del Unicaja no parece tener fin y a falta de seis jornadas para que acabe la primera vuelta, pensar en que los verdes sean cabezas de serie en el sorteo de la Copa del Rey de Málaga 2020 es ya una cuestión de fe infinita. Matemáticamente la opción está ahí (habrá que ver hoy los resultados del resto de las pistas), pero es que la imagen y la progresión de los de Casimiro no invitan a pensar ahora en un pleno (o casi) que sería necesario en los seis próximos partidos para finalizar la jornada 17 entre los cuatro mejores de la Liga. Habrá que ir planteándose ya otros objetivos menores.

Lo de Burgos, en realidad, fue más de lo mismo respecto a toda la temporada. Lo mismo... o quizás, peor. El equipo cajista es incapaz de jugar tres minutos bien seguidos. Eso, en tu casa, con el Carpena soplando a favor, te puede valer. Incluso en Europa, también ha sido suficiente para sumar en Polonia o en Montenegro, por poner un par de ejemplos. Pero la Liga Endesa, para ganar fuera, tienes que estar pluscuamperfecto (como en La Fonteta) o que te salga un segundo tiempo inmaculado (como en el Buesa Arena). Si no estás fino pierdes en Manresa, en Andorra, en Burgos y donde vayas.

No tuvo historia el partido porque los verdes perdían por 15 mediado el segundo cuarto y a partir de ahí fueron siempre por detrás y a una distancia sideral de un rival que sin hacer nada del otro sábado, sumó un triunfo tan cómodo como importante para ellos, en su intención de estar en febrero en la Copa del Rey de Málaga. En el torneo del k.o estará seguro el Unicaja gracias al Ayuntamiento y a la ACB. Viva Málaga "Capital Europea del Deporte 2020".