Liga Endesa

Este Unicaja no tiene solución (85-92)

Nueva derrota del equipo de Fotis Katsikaris, que le deja casi sin opciones de jugar al play off, a solo tres partidos para el final de la Liga Regular

Emilio Fernández

Emilio Fernández

No sé si el Unicaja va a jugar a partir del día 25 el play off por el título de esta Liga Endesa. Las matemáticas dicen todavía que sí, pero sinceramente, tiene pinta de que no. Lo que sí sé seguro es que el equipo de Fotis Katsikaris no supo esta noche de miércoles en el Carpena culminar con éxito un ultimátum liguero que le deja todavía más tocado de lo que estaba. Perdió 85-92 contra el MoraBanc, un rival directo que le supera ahora también en el basket average, que le manda a la undécima plaza de la clasificación y que ya le impide depender de sí mismo. Imposible más noticias malas juntas.

Los 40 minutos ante el equipo del Principado eran casi un "pierde-paga". El Unicaja regaló el primer cuarto (10-24) y después fue siempre a remolque, haciendo la goma, pero sin dar nunca la sensación de poder remontar ante un Andorra que dominó el rebote, que estuvo muy acertado en el tiro exterior, que impuso su poderío físico en la pintura y al que, con el partido de cara desde el salto inicial (4-13), le salió casi todo bien.

Katsikaris dijo hace un par de semanas que sus jugadores querían, pero no podían (o algo así). Contra el Andorra se vio a ese Unicaja, que quitando los 10 primeros minutos, lo intentó de todas las maneras posibles, pero es que lo que no puede ser, no puede ser... y además es imposible.

Este Unicaja de final de temporada vive al límite de sus fuerzas. Tiene talento para anotar, sobre todo desde el perímetro, pero su evidente falta de físico y su pobre estado anímico actual le lastra ante cualquier contratiempo que le surge durante el partido. Es un equipo que juega con miedo a fallar, sin alegría, sin fe en su baloncesto y con una "mochila" en la espalda que merma las fuerzas en ataque y en defensa. Otra vez 92 puntos en contra. Demasiados puntos siempre que hacen imposible ganar cualquier partido.

Otra vez sin Mekel, sin Nzosa y sin Carlos Suárez, la rotación fue limitada y el técnico griego de los verdes tuvo que tirar de recursos: dos bases, tres pequeños, dos ala-pívots... Lástima que el mejor partido de Deon Thompson en la temporada tampoco sirviera para sumar un triunfo que habría cambiado radicalmente la situación, dejando además a un rival directo fuera de la lucha por el play off.

El partido amenazó ruina desde el primer minuto. El equipo estuvo desubicado desde el salto inicial, sin ritmo, sin energía y con una imagen deprimente. El MoraBanc Andorra olió sangre y se fue de 14, 6-20, ante la desesparación de un Katsikaris que cambió a su 5 inicial, pero que no encontró nunca oposición para un rival que mandaba 10-24 al final del primer cuarto, con un acierto extremo desde todas las posiciones del campo. ¿Buen ataque?, ¿mala defensa?... quizás las dos cosas.

Mejoró el Unicaja en el segundo parcial. Sobre todo estuvo más intenso atrás. La mejoría defensiva también trajo un ataque más ordenado y con ideas más claras. Bouteille firmó buenos minutos de acierto, Brizuela se unió a la "causa" ofensiva y el Unicaja se puso a 4, 31-35, a 3:15 del descanso. Senglin, una pesadilla toda la primera parte, salió al rescate de los suyos a tiempo de volver a estirar la diferencia en el marcador al llegar el descanso a un 37-45. Un 8 abajo para los verdes que no apuntaba a nada bueno en la lucha desesperada por alcanzar el play off.

El equipo le echó ganas tras el receso. El Andorra no lo puso fácil, con canastas de todos los colores, algunas sobre la bocina, tras buenas defensas, que desesperaron a los de Los Guindos. El Unicaja tiró de talento en ataque e Ibon Navarro tuvo que parar el partido, 54-55, con poco más de 4 minutos y medio para acabar el tercer cuarto.Los verdes incluso igualaron el partido, 59-59, a 2:16 del final. Lo más difícil estaba hecho. Por delante, 12 minutos para vivir o para morir en el camino hacia el play off por el título. El partido alcanzó el minuto 30 con 64-65 y todo por decidir.

El Andorra, a la hora de la verdad, vivió de su músculo para rebotear y para hacer daño cerca de la canasta. Katsikaris paró el partido con 72-76 y menos ya de seis minutos para el bocinazo final. El Andorra apretó, tuvo suerte en alguna jugada de esas de cara o cruz y puso el partido casi imposible, 72-80. Los verdes siguieron intentándolo con más corazón que cabeza, pero no hubo tiempo para el milagro porque el Andorra supo aguantar para ganar y hacerlo por más de 4 puntos, "doblando" el castigo para el Unicaja, superado y con el average perdido con los del Principado.

Pues esto es lo que hay. La derrota no es todavía definitiva. Pero es evidente que las cuentas salen hoy mucho peor que ayer. A los de Katsikaris les queda ir a Vitoria (el domingo), ir a San Sebastián (el martes que viene) y recibir al Real Madrid en el Carpena (el domingo 23). Ni ganando los tres partidos el play off estaría asegurado. El Buesa Arena del TD Systems Baskonia, próxima estación. El que sea creyente, que rece lo que sepa. Y el que no... que rece también, que siempre viene bien.