Basketball Champions League

82-92: El Unicaja pierde con el Sassari y se queda sin récord europeo

El equipo verde, que dominó hasta el descanso con autoridad, jugó sus peores minutos de la temporada en una segunda parte en la que el rival le remontó sin mucha oposición

Emilio Fernández

Emilio Fernández

Colorín, colorado, la primera fase de la Basketball Champions League se ha acabado. El Unicaja se despidió este martes prenavideño de la primera liguilla continental con una inesperada derrota ante el Dinamo Sassari italiano. La ansiada sexta victoria en seis jornadas se fue al traste, sobre todo por una pobre versión verde y morada, la peor de lo que va de temporada.

Sin nada en juego en lo estrictamente deportivo, el gran reto era igualar el récord histórico del Brose alemán, único equipo hasta ahora que ha firmado un seis de seis en la primera fase de la competición FIBA. Pero no pudo ser. Faltó tensión, faltó acierto, faltó intensidad y fue imposible superar a un rival que jugó un buen partido, pero que es un equipo que está a años luz en talento y en recursos humanos de este Unicaja 2022/2023.

Los italianos se jugaban sus últimas opciones de seguir vivos en Europa. Necesitaban ganar y que el PAOK griego cayera en su visita a Dijon. La segunda incógnita de la ecuación no se despejó favorablemente para ellos. Los helenos asaltaron la cancha gala y serán los de Salónica los que se jueguen ahora en un play-in el pase al Round of 16.

Después de 9 victorias seguidas han llegado ahora un par de traspiés en 48 horas. El del Palau podía entrar en cualquier pronóstico, pero la imagen contra el Sassari este martes la verdad es que no fue nada buena. El equipo empezó el partido como un tiro y pareció tener dominada la situación, pero a partir del descanso se olvidó de jugar, entró en un estado constante de desesperación y el Dinamo Sassari, al tran tran, poquito a poquito, fue estrechando el cerco hasta ponerse por delante y controlar los arreones con más corazón que cabeza de los verdes en el tramo final del partido.

Nada hacía presagiar durante los primeros 20 minutos el desenlace que estaba por llegar. El Unicaja fue un rodillo desde el mismo salto inicial. Con un Jonathan Barreiro desatado en ataque, los de Los Guindos rompieron el partido sin que a su rival le diera tiempo ni de asentarse sobre el parqué (11-2). Navarro aprovechó para probar cosas. El primer descanso de Perry colocó a Djedovic en la posición de base. El bosnio ya ejerció en pretemporada de manera puntual como director de juego y esta vez le tocó también dirigir, por la ausencia de Alberto.

El Dinamo Sassari no encontró en ese primer tramo del partido muchos huecos para hacer pupa. El Unicaja llegó a estar 15 arriba, 45-30, y acabó con un 50-39 más que cómodo en el marcador de un Carpena algo frío.

Todo cambió a partir de ese momento. Volvió el equipo del descanso sin ninguna tensión. Ni atrás ni en ataque. El rival olió sangre y sin hacer «nada del otro martes» fue remontando hasta igualar el marcador, 60-60. Ibon Navarro pidió a sus jugadores más intensidad y con la primera desventaja, 70-72, reorganizó su cinco en pista con Perry en el puesto de base y Carter y Kalinoski para meter de fuera.

Pero el día que no sale nada, no sale nada. Con una rotación muy corta y solo seis jugadores anotando puntos, el Sassari se bastó para ganar en Málaga y demostrar que en este mundillo si te relajas, no le ganas a nadie.

El Unicaja había hecho los deberes antes así que habrá que desear que esto haya sido solo un mal día. Toca ahora descansar un poco, celebrar la Nochebuena y la Navidad y pensar a partir de entonces en la finalísima por la Copa que llegará el miércoles 28 al Carpena: Unicaja-UCAM. Ese día sí que no se puede fallar.

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