91-84: El Unicaja cae en Tenerife y tendrá que esperar para cerrar la Copa

El billete a Badalona tendrá que esperar. Habrá una nueva oportunidad el próximo sábado ante el Breogán en el Martín Carpena porque el Tenerife logró imponer su ataque ante el Unicaja en un tercer cuarto asfixiante que dejó la victoria en el Santiago Martín (91-84). Los de Txus Vidorreta han recuperado la cuarta posición en Liga Endesa, por lo que parten con ventaja para ser cabezas de serie en la Copa del Rey, con dos jornadas más por jugarse.

Lo cierto es que la intensidad del encuentro cumplió con los objetivos que había en juego. El equipo cajista respondió a lo esperado, pero las piernas pesaron a partir de la segunda mitad y perjudicaron notablemente las faltas de David Kravish y Dylan Osetkowski. A partir de ahí, fue complicado remar. Ahora habrá que esperar a que el Tenerife falle y será el Unicaja quien tenga que ganar todo para alcanzar ese cuarto puesto. Por el momento, lideran la carrera los chicharreros.  

Hubo que sufrir mucho. Dos excajistas, con clara sed de venganza, lo pusieron todo sobre la pista para dejar el triunfo en el Santiago Martín. El primero, con clase y señorío, fue Giorgi Shermadini. El georgiano hizo números de MVP: 25 puntos, 7 rebotes y 35 valoración en 29:30 minutos. Al pívot le acompañó Jaime Fernández, en su primer encuentro ante el Unicaja y en el que le sobraron algunos gestitos con quienes ha pasado sus últimos 4 años: 21 puntos en 18:16 minutos. Normal alegrarte de jugar bien y de ser decisivo para tu nuevo equipo. Lógico. Pero si estás resentido porque no te han renovado, tienes que intentar disimularlo. Y a Jaime se le notó el resquemor.

El inicio... pues lo cierto es que fue para olvidar. Frenar a Shermadini se convirtió en una auténtica pesadilla. No hubo manera de que dejara de anotar, ni Kravish ni Osetkowski lo lograron. Él solo llevó al Tenerife hasta un 17-11 un tanto hiriente. Antes, el Unicaja había aligerado la diferencia (del 10-4 al 12-11) porque lo cierto es que la segunda unidad fue un soplo de aire fresco. Ahí, el 21-12 pasó a ser 21-20 gracias a buenas actuaciones en ataque de Dylan Osetkowski, aunque sobre todo por la defensa.

A partir del segundo cuarto siguió la dinámica. El Unicaja sentó las bases del juego que le ha llevado hasta aquí: buen movimiento de balón, actitud defensiva y tiros liberados. El estadounidense y Ejim fueron esenciales para entender la mejora. El equipo se colocó con +8 (25-33), pero enfrente no estaba cualquiera. Los de Txus Vidorreta, con el mismo objetivo que los cajistas, dieron un paso adelante (32-33) y gracias a Jaime Fernández se mantuvieron en una pelea que los malagueños siguieron liderando (41-46).

La salida del tercer cuarto era clave, pero en nada se pareció a lo esperado o a lo que debía ser. Un parcial de 8-0 devolvió la ventaja a los locales (49-46). Desde entonces, el partido se complicó. El Tenerife pasó a estar en un estado de plenitud que solo frenaron Kalinoski y Will Thomas (63-55, min. 26), aunque poco más. El parcial de 31-18 tras el descanso (72-64) convirtió el encuentro en una batalla en la que habría que pelear hasta el final. Bien lo merecía el billete a la Copa. 

Sin embargo, otra vez, el inicio del último cuarto dio evidencias de que la espera tenía que continuar. El Unicaja, a la desesperada desde el triple, quiso ir reduciendo la distancia, pero la clave estaba en defender. La buena noticia es que los chicharreros entraron en bonus a 6:35 del final (76-69). Con muchos lanzamientos desde el 4.60, que pudieron haber sido más, el equipo logró ponerse a solo 3 puntos a 2 minutos de terminar, pero Jaime Fernández y Shermadini acabaron con cualquier posibilidad (87-80).

Cuatro puntos de Perry hicieron soñar con un intento de remontada, pero una pérdida de Kalinoski a 30 segundos despejó cualquier incógnita. El duelo ante el Breogán podía sentenciar el pase a la Copa. Hasta entonces, a descansar, que falta hace recuperar el 100% de algunos jugadores.

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