Liga Endesa

100-66: ¡El Unicaja es equipo de Copa del Rey!

Una victoria brillante a nivel coral en ataque y en defensa frente al Río Breogán, con debut de Yankuba Sima como nuevo jugador cajista, certificó el pase al torneo del k.o de Badalona del próximo mes de febrero

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Se acabaron las matemáticas, las cuentas con el octavo puesto y el tirar de calculadora. Sí, Badalona puede ir apuntando el nombre del quinto club clasificado porque el Unicaja... ¡es equipo de Copa del Rey! Ni virtual ni nada, equipo de Copa del Rey, con todas las letras y con todo lo que eso supone. La brillante victoria del conjunto cajista frente al Breogán (100-66), también candidato a jugar el torneo del k.o, confirmó que el primer gran reto está cumplido a falta de una jornada. 

La consigna estaba clara. Si los de Ibon Navarro querían cerrar con llave su billete a Badalona, tenían que ganar al conjunto de Veljko Mrsic -que se llevó una sonora ovación por su pasado verde-. Por 1 punto, 10 ó 25, daba igual. Pero lo que se mostró sobre la pista... se va quedando sin calificativos en enero. Al fin, el técnico cajista, a excepción de Augusto Lima que va a estar fuera toda la campaña, pudo esquivar cualquier ápice de lesión y convocar a los 12 jugadores del primer equipo. Y se notó.

Yankuba Sima, con las horas contadas desde su aterrizaje en Málaga, pudo disfrutar de su primer partido con la camiseta verde y en el Martín Carpena. El público le recibió bien y él jugó aún mejor. A pesar de no haber contado con muchos minutos con el Venezia en el último mes, demostró muchas pinceladas de lo que puede ofrecer en la Costa del Sol. No es un anotador, pero sí que es un titán en defensa. Es más, debutó con una canasta a aro pasado y de espaldas. En su imaginación seguro que no era tan bonito como lo fue en realidad. Lo de los tiros libres... eso sí hay que mejorarlo.

No obstante, la victoria de este sábado no tuvo ningún nombre individual. Nadie brilló por encima de nadie porque este equipo va más allá de actuaciones concretas. 100 puntos, 42 rebotes, 6 pérdidas y 126 de valoración. Con todos y entre todos. Quien sí sobresalió fue el Martín Carpena. 9.296 espectadores. ¡Qué locura! Una fiesta que tuvo su parte de ola cuando ya estaba todo decidido y que llevó en volandas, como bien acostumbra, a los suyos a por la Copa. 

Alegrías aparte, qué baloncesto. No le costó mucho al equipo poner dos y tres marchas más para abrir el encuentro. Desde el principio, a los mandos de un muy buen Kravish, el Unicaja quiso implantar su ley en el Palacio (16-9). Mrsic intentó pararlo, pero este sábado era de esos días tocados con magia. Hasta nueve cajistas contribuyeron a ese vendaval ofensivo en el primer cuarto, sin descuidar en absoluto la defensa, y ante eso... poco hay que hacer (27-15). 

Y si entonces no pudieron, el Breogán acabó el segundo cuarto sentenciado. Un parcial inicial de 11-5 (38-20) acabó con cualquier esperanza gallega. Triples, canastas con brillantes asistencias, pero sobre todo un impecable trabajo atrás por parte de cualquier jugador que estuviera sobre la cancha. Debutó Sima, brilló Carter, curró Ejim como nadie... todos habían anotado antes de llegar al descanso. Happ y Bamforth trataron de mantener a los suyos con un hilo de vida. Sin embargo, ni pudieron ni tampoco les dejaron (53-27).

Sin bajar de los 20 puntos de diferencia, el Breogán apretó o, mejor dicho, el Unicaja se relajó. Se relajó... hasta que llegó una aniquiladora llamada Dylan Osetkowski para abrir la ventaja otra vez hasta +27 (66-39). Tres triples suyos y el Carpena absolutamente encendido descartaron cualquier posibilidad de despiste. Los gallegos tuvieron esa aparición inicial que hizo «desequilibrar» los cimientos defensivos, pero nada más. Hasta ahí duró. Kravish, Alberto en la organización... el billete a la Copa estaba en el bolsillo (74-45).

Una vez estaba el torneo del k.o resuelto, había que pensar en el average de la Liga Endesa en vistas de esa posible cuarta plaza. Así que el Unicaja no frenó, ni delante ni detrás. Mantuvo siempre la sexta marcha. Lo intentó detener Mrsic con varios tiempos muertos, con las rotaciones y no pudo. Los cajistas querían cerrar en casa la clasificación para la Copa disfrutando y haciendo disfrutar a los suyos (100-66). ¡Y qué forma de hacerlo! Hubo tiempo para gritar «A por la Copa, oé», para presenciar la mítica foto con el cartel y para pasarlo bien con este equipo. Sí, sí, ¡a por la Copa! Ahora mismo, que venga quien quiera.

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