Málaga contará a final de 2015 con 40 kilómetros más de carril bici, unas obras que comenzarán el próximo mes de septiembre, si se cumplen los plazos previstos. El objetivo del Ayuntamiento de Málaga y la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía es dar continuidad a la red ciclista ya existente. El Consistorio, de hecho, ya cuenta con una reserva presupuestaria de un millón de euros para la licitación del proyecto. La obra se llevará a cabo en el momento que ambas administraciones firmen el pertinente acuerdo de colaboración, antes de que acabe este mes de junio.

Según explicó el concejal de Movilidad, Raúl López, esta segunda fase se llevará a cabo siguiendo las directrices marcadas en el Plan Andaluz de la Bicicleta. Los trabajos serán cofinanciadas. El Ayuntamiento pagará el 25% mientras que la comunidad autónoma aportará el 75% restante.

La intención es comunicar el campus universitario con la ciudad y aproximar las vías ciclistas al casco histórico. La red básica prevista está conformada por el eje norte-sur, que proviene de Ciudad Jardín y termina en la avenida de Andalucía y prolonga la red existente por el oeste hasta el campus de Teatinos hasta la playa de La Caleta (por lo que el carril bici comenzará así su expansión por la zona este de la capital), pasando por el frente ocupado por el puerto. Del mismo modo, el planteamiento lleva la red básica rodeando el casco histórico y establece nuevas coronas al noreste, al norte y al este. Los nuevos carriles bici, además, irá sobre el recorrido de la línea 1 del futuro metro.

Este esfuerzo inversor está justificado por el éxito del sistema de préstamo de bicicletas Málagabici, que ofrece a los ciudadanos con tarjeta de transportes de la EMT la posibilidad de utilizar bicicletas públicas para sus desplazamientos. En tan sólo ocho meses, desde su puesta en funcionamiento (Cemusa se encarga de su explotación) contabiliza más de 14.000 usuarios, según explicó Raúl López. La mayoría son hombres (el 55%). Por edades, el 45,8% de los usuarios tienen entre 20 y 40 años de edad; el 25,3% entre 40 y 60 años; y el 15,3% más de 60. 3.200 personas utilizan además la bicicleta a diario. Cada una de los 425 vehículos disponibles se utilizan ocho veces al día, un índice de rotación muy parecido al de Sevilla.

La mitad de los malagueños que hacen uso de esta servicio se dieron de alta en la oficina de la EMT de la Alameda Principal. La otra mitad lo hizo a través de internet. Es barato. Tan sólo cinco euros de seguro y tener otros cinco euros de saldo mínimo en la tarjeta, la misma de los autobuses, y que se emplea para retirar o devolver las bicicletas.

Una tarjeta inteligente que se asocia a los datos de cada usuario les permite activar el sistema y dialogar con la estación central. Esta tarjeta es la misma que emplea la EMT, lo que le da mayor utilidad y valor.

En la actualidad existen 17 estaciones abiertas y en esta primera fase quedarían otras tres por entrar en servicio. Estas estaciones de bicicletas son los emplazamientos donde los usuarios pueden retirar o devolver una bicicleta. Forman una red interconectada, diseñada para favorecer el acceso eficaz al servicio y están claramente identificadas y señalizadas. En cada estación el usuario puede consultar un plano de situación del dispositivo así como las condiciones de uso del servicio.

Amplia cobertura

Las diferentes estaciones están estratégicamente repartidas por el núcleo urbano asegurando una amplia cobertura y limitando las distancias máximas entre ellas. En total, se ofrece 600 puntos de atraque.

Los datos que ofrece el concejal de Movilidad son reveladores: la estación más usada es la situada en la plaza de la Marina, que registra el 14,2% de los movimientos de biciclietas. La terminal del barrio de la Princesa tiene el 13% de las retiradas de bicis y la de la Diputación el 11%.

Por su parte, los recorridos más usados son los que comunican las estaciones de la Diputación y La Princesa, el de la plaza de la Marina y el CAC (Centro de Arte Contemporáneo), de la Colonia Santa Inés (campus de Teatinos) y la Ciudad de la Justicia y desde ésta al Centro. Priman los recorridos cortos. El 94% los son. Esto se debe, fundamentalmente, a que los primeros 30 minutos de uso de la bicicleta son gratuitos. Sólo el 6% de los usuarios pasa más de media hora pedaleando.

En estos ocho meses también se ha producido actos vandálicos. 44 bicicletas han sido robadas, aunque el Ayuntamiento ha podido recuperar la mitad. El Consistorio también se encarga del mantenimiento de los vehículos. El coste medio por cada bicicleta es de 3.000 euros al año. López indica que las principales piezas que hay que reparar son los timbres, los faros y las cestas. Como curiosidad, en los primeros ocho meses se ha tenido que sustituir 76 sillines.