Podemos ha empezado a asumir fallos propios que pueden haber propiciado su caída en las elecciones andaluzas, pero no concreta cuáles y aplaza la búsqueda de soluciones a una reflexión más serena y profunda, si bien lo que ya ratifica y respalda es el liderazgo de Teresa Rodríguez en la comunidad.

La ejecutiva de Podemos se reunió ayer, dos días después de las elecciones andaluzas, para analizar los resultados y su máxima decisión fue convocar una reunión del llamado «gobierno en la sombra» de Podemos, el consejo de sabios «Rumbo 2020» con sus confluencias, para analizar y revisar estrategias, aunque tampoco le pusieron fecha.

Más allá de eso, el secretario de Organización, Pablo Echenique, volvió a lanzar un llamamiento a las fuerzas independentistas que apoyaron la moción de censura para que demuestren «altura de miras y de Estado» y apoyen los presupuestos generales que darán estabilidad al Gobierno porque creen que la puesta en marcha de medidas sociales es el mejor freno a la escalada de la extrema derecha de Vox.

La coportavoz Noelia Vera reconoció que la campaña de Adelante Andalucía se diferenció de la del resto de partidos por haberse centrado en «las cosas de comer» y en hablar de los andaluces mientras Cs y PP desplegaron un discurso nacional centrado en la crisis catalana que les funcionó. «Lo que queda claro es que algo no ha funcionado», afirmó Vera tras admitir que la abstención demuestra que su apuesta no fue la ganadora.

Mientras, el coordinador andaluz de IU y número dos de Adelante Andalucía, Antonio Maíllo, subrayó que trabajarán para evitar el crecimiento de Vox después de que lograra 12 escaños en el Parlamento andaluz y para evitar que ocupen las calles «los matones de la extrema derecha». En una entrevista en La Sexta recogida por Efe, Maíllo dijo que las manifestaciones «espontáneas» en Sevilla, Granada y Málaga «son el reflejo de una Andalucía que no está dispuesta a resignarse».