Temporada lírica

"La lírica no es una profesión para personas con la piel fina"

La soprano malagueña Berna Perles está en el mejor momento de su carrera. Mientras prepara su regreso al Teatro Real y al de La Zarzuela, hoy y el domingo encarnará a la singular femme fatale de Manon Lescaut, la pieza de Puccini que cerrará la trigésimo quinta Temporada Lírica del Teatro Cervantes

La cantante malagueña, en el ensayo general de 'Manon Lescaut'

La cantante malagueña, en el ensayo general de 'Manon Lescaut' / Álex Zea

Sara Andrades

Cierra la trigésimo quinta Temporada Lírica del Teatro Cervantes hoy y el domingo con una producción de la inmortal ópera Manon Lescaut, de Giaccomo Puccini, que cuenta con una protagonista indiscutible: la soprano malagueña Berna Perles. Charlamos con ella horas antes del estreno, entre los suyos, de una pieza y un rol, el de una compleja 'femme fatale', que ya ha abordado en diversas ocasiones.

Perles es una de las voces más atractivas del actual panorama lírico nacional y, tanto de su canto, como de su palabra, se desprende verdad, sutileza y color. Versatilidad es otra de las grandes aptitudes de la malagueña. Y la necesita para encarnar a Manon, una joven ingenua que va para monja pero cuyo descubrimiento de los placeres de la vida termina por desviar su camino hacia la amoralidad y, finalmente, la tragedia del desamor. La cantante siempre carga sobre sus hombres con la responsabilidad y complejidad de dar el máximo en cada actuación pero lo ejecuta con la satisfacción de que, en este caso, el personaje cuenta con un arco dramático «jugoso y atractivo».

La soprano malagueña Berna Perles, durante un ensayo

La soprano malagueña Berna Perles, durante un ensayo / Daniel Díaz

Para Perles, empatizar con la parte más dramática de Manon supone un crecimiento personal y artístico pero de lo que más disfruta es de interpretar a los personajes más alejados de lo que es en realidad: «Es más divertido tener que interpretar a alguien que no tiene nada que ver conmigo y me permite explorar facetas diferentes», nos cuenta.

Hace unos meses en un post de Instagram hablaba Berna Perles sobre las dificultades físicas y poco glamurosas de ser cantante de ópera: «Puede ser que tengas que fingir pasión y lujuria mientras cantas un dúo de 20 minutos, con 11 capas de ropa, sudando 1,3 litros/hora». Nos lo confirma y lo matiza: «Me suelo quejar, con tono de humor, ya que uno cree que lo más difícil es cantar, pero nadie cuenta con hacerlo con 11 capas de ropa encima, pero me siento profundamente afortunada de que me dejen ponerme todas esas capas de ropa».

Ensayos de la ópera 'Manon Lescaut', que cierra la 35ª Temporada Lírica

Ensayos de la ópera 'Manon Lescaut', que cierra la 35ª Temporada Lírica / Álex Zea

Actualmente Berna está recibiendo roles principales, algunos con los que no había soñado jamás tales como la protagonista Mimi de la ópera La Boheme o Leonora de Il trovatore (será su verdi). Dice la cantante, que ya ha cumplido sus expectativas al poder estar en el camino, un trayecto enriquecedor gracias al trabajo y a sus colaboradores. «Estoy todo lo realizada que me puedo sentir», asegura la soprano, que ya tiene previsto regresar al Teatro Real y al de la Zarzuela. El camino hasta aquí ha estado lleno de sacrificios y retos, pero no lo cambiaría por ningún otro. «No es una profesión para tener la piel fina», eso sí, advierte.