Baloncesto

Los 'hoopers' de Málaga muestran sus habilidades en el Parque del Oeste

La cuenta de Instagram Westparkmalaga se dedica a organizar quedadas durante toda la semana para jugar al baloncesto en la calle

Algunos participantes en un partido callejero.

Algunos participantes en un partido callejero. / Instagram

Iván Alarcón López

Hace ya un tiempo que en Estados Unidos se popularizaron y viralizaron las quedadas multitudinarias para ver partidos de baloncesto callejero. La emoción del público hace que los alrededores de la cancha luzcan como un pabellón y gran cantidad de cuentas en redes sociales han empezado a dedicarse a otros negocios paralelos a esos partidos entre amigos como, por ejemplo, la venta de ropa y otros artículos de merchandising. Un caso de esto último lo encontramos en la marca Ballislife, que organiza «pachangas» por todo el territorio de EEUU. Se organiza el país en secciones y los mejores equipos se clasifican por divisiones, como norte, sur...

Aunque no a tan gran escala, lo cierto es que este fenómeno norteamericano ha empezado a ponerse de moda en la capital de la Costa del Sol, concretamente en el Parque del Oeste, en Huelin. La cuenta de Instagram Westparkmalaga se dedica a ejercer de organizador y difundir toda la información necesaria para quien quiera ir a jugar a su deporte favorito contra otros ‘hoopers’, como se conoce en el país yanqui a aquellas personas que se dedican a jugar al baloncesto ya sea de forma profesional o regularmente de forma amateur.

Quedadas varios días a la semana

La organización de este tipo de quedadas está teniendo mucho tirón entre los fans del baloncesto de la capital costasoleña, donde hay una gran cultura por la pelota naranja. Como todo, se empieza poco a poco, con los colegas más directos y, si acaso, alguna persona más que se añade para completar los equipos. Pero lo cierto es que con el tiempo se va uniendo más gente y se forma esta especie de comunidad que ya no tiene fin.

La cuenta organizadora no solo se encarga de todo el tema relacionado con la hora, hablar con los asistentes y demás, también se dedica a promocionar eventos de baloncesto para que tengan más popularidad entre todos los aficionados.

Las quedadas suelen ser entre 3-4 veces a la semana y la hora depende, pero lo normal es que empiecen a aparecer los jugadores entre las 18:30 y las 19:00 horas. El calor es un factor a tener en cuenta, pero eso no frena a aquellos que les encanta encestar la bola en la canasta.

Algunos jugadores antes de una pachanga.

Algunos jugadores antes de una pachanga. / Instagram

Como es lógico, hay un nivel muy variopinto. Y es que no se requiere nada especial para poder asistir y participar en estos partidos, pero sí es verdad que la competencia «exige» un mínimo de nivel para no desentonar. La cuenta también se dedica a subir al ‘feed’ highlights de los jugadores, tanto en el Parque del Oeste como en los torneos y competiciones donde participen personas que suelan frecuentar el lugar.

Cultura en plena expansión

Las cosas grandes empiezan por cosas pequeñas. En este caso, casi de la nada, se está «americanizando» la cultura malagueña del baloncesto con este tipo de pachangas donde priman la competitividad y también el buen rollo, a partes iguales. Sin duda, los mejores elementos para practicar deporte en compañía y para ser visto por un público que se divierte sin necesidad de tener delante nombres y estrellas. Unos aficionados que disfrutan viendo ‘hoopear’ a colegas, conocidos o personas que, simplemente, comparten la misma afición que el resto: el BALONCESTO.

El básket urbano, cada día más protagonista en Málaga.

El básket urbano, cada día más protagonista en Málaga. / Instagram