Zancadas para batir al cáncer

María Jesús Cano representa un ejemplo muy especial en la historia más reciente del club de atletismo Trops-Cueva de Nerja. Así lo relatan técnicos y responsables federativos de la entidad nerjeña que acaba de cumplir sus cuatro décadas de trayectoria. La vigente campeona andaluza de Campo a Través en la categoría de más de 65 años no ha tardado en revalidar los títulos que tenía cuando tuvo que retirarse de la competición de manera forzosa, después de que se le diagnosticase un cáncer.

Los entrenadores consultados recuerdan que en el seno del club celeste hace unos años se dio un caso también bastante llamativo con Bernardo Cortés. Este nerjeño libró también su particular batalla contra el cáncer, de manera que luego puso los cimientos de la sede nerjeña de la asociación nacional contra esta enfermedad, y luego alcanzó cotas tan importantes como un podio nacional en el Trail Running Master 60.

¿Qué resortes mueven a estas personas a no abandonar la práctica deportiva? En las unidades de rehabilitación, el personal sanitario alienta a que a través del deporte estos auténticos héroes retomen sus rutinas, en cuanto las fuerzas vuelvan a permitirlo, sin ponerse límites. El marido de María Jesús Cano, Manuel Sánchez, incide en este aspecto. Pero del mismo modo recuerda que su esposa no empezó a practicar este deporte hasta los 52 años.

Esa llegada tardía a la alta competición justificaría de igual manera que Cano no se ponga límites en cuanto a una posible retirada como atleta. Otro secreto añadido es su lugar de residencia. María Jesús vive a apenas cinco minutos de las pistas de Carranque, eje fundamental del club cuyos colores defiende casi cada semana. Ahora, por ejemplo, tiene en el horizonte una nueva prueba en la barriada malagueña de El Palo.

A sus 67 años de edad, esta fondista muestra con orgullo la medalla que la acredita como mejor andaluza en la especialidad del campo a través. Ella contribuyó a que el club Trops-Cueva de Nerja arrasara en el campeonato autonómico celebrado hace pocos meses en la localidad almeriense de Huércal-Overa. Hasta 16 medallas individuales, sumado el oro de María José, y cinco trofeos por equipos sumó la entidad nerjeña.

Junto a Cano brillaron individualmente Ibrahim Charrof, en sub-14; José Manuel Bermúdez, en sub-18; Mario Espárraga, en sub-20; Maica Martínez, en F50; y Paul Welpthon, en M70. Ocuparon la segunda plaza Pablo Serrano, en sub-18; Javier Prieto y Claudia del Pino, en sub-23; María del Mar Marqués y Pablo Salcedo, en sénior; y Ana Belén Rodríguez en F35. La tercera posición fue para Marta Pérez, en sub-16; Elías Romero, en sub-20; Mouad Essakem, en sub-23; Daniel García, en sénior; y Juan Castillo, en M65.

«Me viene muy bien para mi día a día hacer deporte. Lo era antes del cáncer, desde que con más de 50 años empecé a entrenar al ver cómo mis hijos empezaban a destacar desde niños en esta disciplina deportiva, y ahora, que entreno de manera cotidiana con mi marido, también atleta veterano en el club, es imprescindible para seguir en plena forma», argumenta una corredora que casualmente se mudó a Málaga, aún joven, justo cuando se fundaba hace 40 años el club al que pertenece.

Reconoce que quizás haya vuelto a las pistas antes de tiempo, «por ser muy bruta». Pero en el deporte encuentra un complemento perfecto a la rutina que desde siempre ha tenido en su día a día como ama de casa. «Como no tenemos apenas que desplazarnos pues vivimos aquí al lado, cerca de las pistas, a diario corremos durante una hora. E intentamos no perdernos ninguna carrera. Por supuesto, la urbana de Málaga siempre entra en nuestros planes», expresa con una sonrisa.

A quienes aún no practican atletismo, pero están interesados en poder en un futuro próximo empezar a participar en las pruebas populares de la provincia, María Jesús los alienta con la siguiente frase: «Como no te muevas, te oxidas. Siempre vas a poder encontrar a alguna persona que comparta afición, en mi caso tengo la suerte de que es mi marido, y te acompañe para hacer más entretenidos los entrenamientos», finaliza.

En el horizonte, lo más inmediato, en relación a la ya reseñada prueba en El Palo, es la opción de revalidar el título que ya cosechara en 2023. Será el domingo 21 de abril, con salida a las nueve y media de la mañana, cuando María Jesús Cano vuelva a calzarse las zapatillas, apriete bien fuerte los puños y se diga que no hay barrera, ni siquiera el cáncer, que pueda doblegarla. Y a su estela intentarán todos seguir sus pasos...

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