Política

Las confesiones malagueñas de Íñigo Errejón

El político cuenta en su libro cómo se percató, en un mitin en la plaza de la Merced lleno de banderas republicanas y cubanas, de que la alianza de Podemos e IU no le convencía

Íñigo Errejón, durante un mitin de Más País celebrado en la calle Alcazabilla de Málaga en noviembre de 2019.

Íñigo Errejón, durante un mitin de Más País celebrado en la calle Alcazabilla de Málaga en noviembre de 2019. / Álex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Cuando un político escribe un libro autobiográfico, en sus confesiones no suele dar puntadas sin hilo. La diana a la que se lanzan los dardos está clara de principio a fin en las páginas de Con todo, el título recién publicado por Íñigo Errejón en Planeta para principalmente desahogarse sobre sus desavenencias con Pablo Iglesias y la marcha de Podemos que desembocó en Más País. Si se rastrea la cuota malagueña de menciones en estas memorias sobre la agitada última década del político madrileño, se descubre la curiosa revelación que él experimentó en la céntrica plaza de la Merced un caluroso día de junio de 2016. En la geografía urbana que crio al ‘comunista’ Pablo Picasso, se percató de que la alianza de Podemos con Izquierda Unida no casaba con su visión política.

Sucedió durante el mitin que abría la campaña de Unidos Podemos para las elecciones generales de 2016. Errejón figuraba como cabeza de cartel. Y eso que el elenco no era baladí: Alberto Garzón, Irene Montero, Pablo Echenique, Teresa Rodríguez o Antonio Maíllo también andaban por allí. Él era la estrella de la cita y, de hecho, intervino en último lugar. Tras tomar la palabra para un discurso en el que reivindicó la figura del general liberal José María Torrijos cerca de su obelisco, al entonces número 2 morado le asaltaron las impresiones que narra en el ecuador de este volumen de casi 400 páginas: «Me toca abrir campaña con Alberto Garzón en Málaga. Un sol inclemente y la plaza llena de banderas republicanas, rojas y cubanas. Ningún problema personal y además sé que los compañeros las enarbolan con la mejor intención. Pero no se trata de eso. No somos eso. O no lo fuimos».

También en Málaga sitúa el comienzo de «los ataques». Se refiere al «tema» de la beca en la Universidad de Málaga y asegura que «es la primera vez que ves ese personaje de ti mismo que no reconoces en nada y que tiene vida propia construida desde los medios de comunicación para hacerte daño». «Se trataba de un contrato posdoctoral ganado por expediente, como tantas otras becas, entre ellas la doctoral o la de California. Al final, tras tanto ruido mediático, el trabajo se entrega, se evalúa y yo no recibo sanción alguna. Solo quienes se querellan contra mí acaban entrando en prisión por corruptos», añade indignado.

En clave regional, la ruptura con Pablo Iglesias que tiene en común con Teresa Rodríguez salpica su relato de piropos dirigidos a la líder de Adelante. Los elogios parten del germen de la formación morada y la confección de las listas para los comicios europeos en los que descolló el partido: «Nuestro objetivo es evitar que Izquierda Anticapitalista nos gane, pero es inútil. Teresa Rodríguez consigue colocarse como número 2 de las listas de Podemos al Parlamento Europeo. Y lo entiendo: Tere siempre ha sido clara, valiente y tan de Podemos como el morado. Hay muchas cosas que me separan en lo político de Teresa, pero Tere es honrada. Se cree las cosas que dice y va a muerte con ellas».

Además, Errejón se remonta a la campaña de las elecciones andaluzas de 2015: «La campaña se llama ‘El cambio empieza en Andalucía’. Tere funciona como candidata. Impulsa un cierto andalucismo que entronca con la cultura popular, que funciona y que tiene sentido político. Desde el principio nos deja claro que ojo, que ‘esto de Podemos es una cosa de universitarios madrileños, yo para existir aquí tengo que demostrar que soy más andaluza que Susana Díaz». Asimismo, el político expresa la competencia que el primer Podemos supuso para el PSOE andaluz: «Gana el PSOE de Susana, que había convocado las elecciones con la intención indisimulada de cogernos con el pie cambiado, de ponernos un cortafuegos lo antes posible. Nosotros sacamos un 15%. Que es muchísimo, pero sabe a poquísimo».

Igualmente, desvela claves sobre el posterior pacto de Susana Díaz con Cs: «El PSOE se dirige primero a nosotros e intenta que la negociación no sea con Tere, pasarle por encima. Me mandan a mí a reunirme y lo primero que hago al llegar a Sevilla es hablar con Tere y su dirección. La sensación es que la ambición de Susana no es Andalucía, sino que está con la campaña de ser candidata a las generales y que todo aquello es un pequeño paripé».

Otro de los pasajes andaluces más suculentos tiene que ver, precisamente, con la salida de Teresa Rodríguez de Podemos: «Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias tienen una reunión en la que pactan la salida de Teresa y los suyos de Podemos. Todo se hace de buenas e incluso graban un vídeo conjunto que explica las diferencias políticas y que se separan bien. Mucha gente en ese momento me reprochará no haberlo hecho de esa manera. Meses después, cuando ya no hay tanta atención, a Teresa y a otros diputados de Adelante Andalucía los echan de su propio grupo parlamentario en alianza con el PSOE y la derecha acusándolos de tránsfugas por defender aquello que habían decidido de buenas y apostar por la construcción de Adelante Andalucía en vez de por Unidas Podemos. Se ha modificado incluso el reglamento del Parlamento andaluz para intentar que el derecho al voto de los cargos expulsados afecte a las votaciones. Hoy Unidas Podemos trata a Teresa de tránsfuga. Eso es lo que pasa cuando haces las cosas de frente y de buenas», escribe el político.

La postura de Errejón da pistas sobre una sintonía con los ‘teresistas’ que podría acercar para los comicios regionales a Más País Andalucía -donde tiene a alguien de su confianza como la sevillana Esperanza Gómez- al nuevo partido de corte andalucista fundado por la gaditana. Aunque lo que sucederá está por ver, el ‘feeling’ existe.