Crónicas de la ciudad

La calle de dudoso homenaje a María Moliner

Una lengua de matojos y basura se extiende a lo largo de la calle que en el Parque Litoral recuerda a la brillante lexicógrafa zaragozana María Moliner

La calle Lexicógrafa María Moliner, esta semana.

La calle Lexicógrafa María Moliner, esta semana. / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Entre los grandes escritores en lengua española del siglo XIX y el arranque del XX se encuentra sin duda Emilia Pardo Bazán, un ejemplo de talento a raudales, versatilidad y tesón.

Sin embargo, los innegables méritos literarios de la gallega, una auténtica fuerza de la Naturaleza, no fueron suficientes para que ingresara en la Real Academia de la Lengua Española, cuyos miembros más trogloditas le cerraron el paso por ser mujer.

Idéntica mentalidad neandertal exhibieron algunos avezados académicos un par de generaciones más tarde, cuando una de las más brillantes lexicógrafas de la lengua española, María Moliner, también se quedó sin sillón en la RAE.

Para compensar la afrenta, al menos en Málaga existe una calle Lexicógrafa María Moliner. Todo un acierto. El homenaje es reciente: tiene poco más de 20 años porque se incorporó al callejero municipal en septiembre del 99, en la última etapa de Celia Villalobos.

Y como es normal, la calle se encuentra en una zona también relativamente nueva, la del barrio de Parque Litoral, cerca del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.

Cuestión aparte es si la calle, continuación de la que homenajea a la soprano española Pilar Lorengar, de verdad homenajea a la autora del famoso ‘Diccionario de uso del español’ o la trata con desdén, como si fuera un académico de cazurras entendederas.

La conclusión es que la calle no lleva metafóricamente a esta insigne experta ‘en volandas’. La culpa la tiene la garrulería de ciertos mamíferos que puede que hasta recibieran en su día una educación general básica de escaso provecho, pues en esta cortísima calle, con sólo cuatro números, no cabe más porquería.

La mierda, con perdón, se arracima en una zona herbácea que no consta como zona verde municipal, así que debe de tener algún propietario, aunque por lo que se ve tenga poca autoridad.

El caso es que en esta estrecha pastilla hay unas cuantas flores invernales y una miríada de basura en forma de plásticos, chanclas, cartones, litronas, trapos, ropa, vasos... y todo ello a pocos metros del hospital Quirón y de la moderna parada del metro ‘Palacio de los Deportes’.

Así que, al menos estos días, la lexicógrafa zaragozana María Moliner está representada en Málaga por una calle que es puro estercolero. Ya que no pudo entrar en la RAE tengamos su calle como manda la Academia: ‘fijada’, limpia y esplendorosa.