Huelga de transporte en Málaga

El paro del transporte se agrava y deja pérdidas millonarias a la alimentación

La malagueña Asantra, con 300 firmas y 2.000 vehículos, se suma a las protestas: «El Gobierno debe concretar las ayudas. Hay riesgo de que el sector quiebre». La Junta dice que la cadena alimentaria ha perdido ya 600 millones. Mercados y supermercados, al límite

Una de las protestas de los transportistas en Málaga. | ÁLEX ZEA

Una de las protestas de los transportistas en Málaga. | ÁLEX ZEA / j v rodríguez/ana i montañez. málaga

El paro del transporte, que cumplió ayer su novena jornada, ha generado ya más de 600 millones de euros en pérdidas a la cadena alimentaria andaluza, según cálculos efectuados ayer por la Junta, y golpea de forma cada vez más severa a multitud de segmentos en la provincia de Málaga, caso de la hostelería, que nota cada vez más la «escasez» de productos (especialmente pescados frescos, aunque también carne y hortalizas y verduras), o de los mercados de abastos de la capital, que han percibido un descenso del 25% en la entrada de frutas y verduras así como de un 30% en el caso del pescado, generado por el amarre generalizado de la flota pesquera malagueña.

El paro convocado por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte Nacional e Internacional de Mercancía (un colectivo al margen de las grandes asociaciones empresariales) cuenta ahora, además, con el respaldo de Fenadismer, Fetransa y Feintra, organizaciones integradas en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNT) y que no consideran suficiente la oferta de 500 millones de euros en bonificaciones para el combustible que ha planteado el Ejecutivo.

Fenadismer tiene en Málaga como representante federada a la Asociación Andaluza de Transportistas (Asantra), que integra a unas 300 empresas y a una flota de unos 2.500 camiones. El presidente de Asantra, Serafín Escalante, afirmó a este periódico que sus asociados han dado el paso de parar la actividad porque están «cansados» de esperar a que el Gobierno concrete sus medidas de apoyo al sector y asegura que la situación de los autónomos del transporte y de las pymes es «insostenible».

«En realidad, el 90% de nuestros asociados estaba ya parado desde hacía días, porque hemos llegado a un punto donde trabajar supone perder dinero debido a la subida del precio de gasóleo. Paradójicamente, un transportista ahorra más con el camión inactivo», apuntó. El 50% de las firmas que componen Asantra son autónomos y la otra mitad está compuesta por pequeños negocios en su mayoría con hasta cinco vehículos, aunque pueda haber algunas concretas con más de 15. «Son empresas de todo tipo: las hay que realizan transporte de frutas y verduras a Europa con camiones frigoríficos, otras que reparten en grandes superficies o comercios, en la construcción o en la logística de empresas, además de otras que trabajan en el segmento del reparto de paquetería y última milla», explicó.

Escalante, que reiteró que permanecerán parados a la espera de que el Gobierno «concrete las ayudas» y que éstas sean consideradas adecuadas, se mostró también tajante al condenar los episodios de violencia que puedan haberse producido por parte de algunos piquetes. «Esos no nos representan», aseguró.

El responsable de Asantra afirmó que durante estos días está recibiendo a muchos transportistas que piden asesoría legal con la intención de presentar concurso de acreedores y advirtió de que hay un «riesgo generalizado de quiebra» sobre el sector si no se arregla el problema del carburante.

Por su parte, la Federación del Transporte de Málaga (Fetrama) que agrupa a 450 empresas y una flota conjunta de más de 5.000 vehículos, sí continúa su actividad ya que entiende que, pese a que la situación de su sector es «insostenible», los paros sólo contribuyen a empeorar la economía.

«Ciertamente, estamos desesperados con el incremento del gasoil, ninguna empresa puede soportar eso, pero pensamos que, pensando en el conjunto del país, no es momento de parar», señaló la secretaria general de Fetrama), Susana Rojas.

Pérdidas y escasez

El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, advirtió de que la primera semana de la huelga de transportistas ha desencadenado unas «pérdidas solamente en la cadena alimentaria» que «superan ya los 600 millones de euros en Andalucía».

Subrayó que la «reivindicación» que esgrimen los convocantes de los paros pasa por «prohibir la contratación del servicio de transporte de mercancías por carretera por debajo de los costes de explotación», y ante ello criticó la «falta de agilidad y sensibilidad» del Gobierno de Pedro Sánchez. «No se puede levantar de la mesa sin solucionar un problema tan grave como éste, y sin convocar a todas las partes implicadas» dijo Marín, que puso de relieve que el «castigo» que sufre «la industria láctea, la pesquera, la cervecera o la de agua mineral».

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, informó ayer de que los mercados de abastos de la capital han notado un descenso del 25% en la entrada de frutas y verduras así como de un 30% en el caso del pescado con el amarre generalizado de la flota pesquera. «La semana anterior no se llegó a notar porque tenían ciertas reservas los puestos y las empresas que distribuyen y que pasan al escalón minorista desde Mercamálaga pero ya es inevitable», dijo.

La Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) aseguró ayer que tras algo más de una semana de huelga de transportistas la situación «es insostenible». La carencia de determinados productos en los establecimientos comerciales mayoristas y minoristas y en el canal HORECA «es ya una realidad», afirmó el director general de CAEA, Álvaro González Zafra, que citó especialmente el caso de los de carácter perecedero, como leche, aceites, huevos, harina, azúcar, fruta, verduras y hortalizas, carne y pescado.

«La cadena de suministro sigue sin fluir y la situación se agrava cada día que pasa, siendo especialmente preocupante en Andalucía por su gran extensión y potencial agroindustrial», con más de 280.000 producciones en origen agrarias, ganaderas, pesqueras e industrias alimentarias «que no reciben materias primas para producir y que no pueden sacar sus productos ante la quiebra de la cadena de suministro».

Esto hace que éstos no lleguen a su vez a las plataformas logísticas y canal mayorista y que, por tanto, no se puedan distribuir a las tiendas minoristas (35.000 comercios alimentarios y de productos básicos en Andalucía) y al canal HORECA en la comunidad (52.000 establecimientos de hostelería).

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La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía insistió ayer en que «desde hace días» nota una «escasez» de productos, especialmente pescados frescos, aunque también carne y hortalizas y verduras, y pidió «responsabilidad» tanto al Gobierno como al sector del transporte para alcanzar un acuerdo, «porque la situación se va complicando y se agrava por días».

El presidente de la Federación, Javier Frutos, (que también preside la patronal malagueña Mahos) comentó que la situación está siendo compleja. «Se esta viendo en el desabastecimiento de pescado fresco en las propias lonjas de las provincias y por ende en los propios restaurantes. Que no haya acuerdo entre Gobierno y patronal es para nosotros obviamente una mala noticia», dijo Frutos, que pidió «consenso». 

Venimos de una pandemia muy grande en los dos últimos años y necesitamos recuperar la actividad cuanto antes, y esto obviamente nos está afectando mucho. Ya nos estaba afectando la situación de la inflación que estamos sufriendo y esto al final no deja de ser también subida de precios y escasez en los productos», apuntó.

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