Literatura
Diego Rodríguez Vargas novela una amistad que no entiende de guerras
El expresidente del Ateneo recrea en ‘Los jardines de Deusto’ la amistad real entre su padre y un soldado del Perchel junto al que combatió en el bando republicano en la Batalla del Ebro
Corría el año 89 y Diego Rodríguez Vargas, maestro de 8º de EGB en el Colegio Jorge Guillén del Palo, pensó que la mejor manera de que sus alumnos conocieran la Guerra Civil era escuchando a personas que la sufrieron. De esta forma, al escuchar testimonios, en ocasiones contradictorios, cuenta que «quería provocar en mis alumnos una tormenta intelectual, para hacerles debatir y crearse su propia opinión».
El primer testimonio fue el de un perchelero que vivió la Desbandá y que al llegar a pie a Almería se alistó por convicción en el ejército republicano. Acabó en un famoso y aciago campo de concentración del sur de Francia.
El segundo testigo, que prefirió hacerlo por vídeo, grabado por su nieto, era un jiennense de Sierra Mágina, encarcelado por la República y que fue forzado a alistarse en el ejército republicano. Terminó en un campo de concentración de Deusto.
Los dos republicanos, el convencido y el forzoso, combatieron en el mismo bando en el Frente del Ebro y terminaron siendo amigos. «El segundo de ellos era mi padre», revela Diego Rodríguez Vargas, que explica que lo ha hecho natural del pueblo imaginario de Fuengrande de Mágina, como epítome de los pueblos de esa famosa sierra.
En ‘Los jardines de Deusto’, su nueva obra, editada por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, este maestro jubilado y expresidente del Ateneo de Málaga ha novelado la amistad del perchelero y el jiennense. Son el soldado Artacho y el soldado Ortiz (Diego Rodríguez Ortiz, su padre) y se trata por tanto de una novela basada en hechos reales, aunque con las naturales licencias literarias.
Reflexión
El objetivo, cuenta el autor, es «hacer reflexionar a la gente sobre algo que se nos ha contado siempre de una manera parcial, desde un bando o desde otro». Eso sí, Diego Rodríguez Vargas subraya que «en todas las guerras el principal culpable de la barbarie es quien la empieza y tenemos ahora el ejemplo de Rusia».
El título del libro, cuenta el escritor, hace referencia a que, con el comienzo de la guerra, el general Franco transformó la famosa Universidad de Deusto de los jesuitas en un campo de concentración para prisioneros. «Y mi padre, la única diversión que tenía era pasear por los jardines; le dieron permiso para pasear fuera del recinto de piedra».
Unos paseos, precisa, de los que el lector conocerá la clave cuando se embarque en la novela, pues no puede desvelar más.
‘Los jardines de Deusto’ forma parte de una trilogía, de la que esta novela es la segunda entrega. La primera de ellas, ‘Isnatin’, también publicada por el Instituto de Estudios Giennenses, concluye con Alfonso XIII, quien en esta segunda novela, con la llegada de la II República, tiene que exiliarse.
La tercera parte, adelanta el escritor, no será una novela sino un libro de recuerdos de sus tiempos en un internado de los jesuitas, la Transición y con reflexiones filosóficas, pedagógicas y teológicas, entre otras pinceladas.
La incombustible amistad entre los dos soldados, ‘Los jardines de Deusto’, se presentará el 23 de mayo en el Rectorado del Parque. El aforo ya está completo.
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