La Bodeguilla

Políticas veraniegas (I)

Existe un hombre orquesta que actúa con un éxito imparable en todas las fiestas del PP. Este no es otro que el concejal antequerano y parlamentario andaluz José Ramón Carmona

Carmona, Bendodo y Juanma Moreno.

Carmona, Bendodo y Juanma Moreno. / Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

El tabernero ha sucumbido y se ha llevado sus tertulias a un chiringuito de la playa. Incluso, le ha hecho una concesión al ritmo más relajado que se le supone al verano. Promete que, cada vez que se hable estas semanas de política en La Bodeguilla, soplará un aire algo más refrescante.

El año de Carmona

A día de hoy, existe un hombre orquesta que actúa con un éxito imparable en todas las fiestas del PP. Este no es otro que el concejal antequerano y parlamentario andaluz José Ramón Carmona. En menos de un año, ha sido reelegido como presidente del PP de Antequera y ha sido situado por el ‘boss’ Juanma Moreno tanto en la Mesa del Parlamento -acaba de suceder- como en la Junta Directiva Nacional del partido. De hecho, Feijóo pronunció en el Congreso de Sevilla los nombres de dos andaluces para sumarlos a este órgano. Uno era el de Carmona. Y el otro el de la compañera de viaje del antequerano, la granadina Marifrán Carazo, que es la consejera de Fomento en funciones y está llamada a reincidir -incluso a salir reforzada- en el nuevo Gobierno andaluz en solitario del PP. Además, para ilustrar el año mágico de ‘Jota’ -así lo conocen sus compañeros- puede añadirse que ha coordinado la campaña con la que el PP de Málaga ha sacado diez escaños de la cosecha del 19J. Tanto Moreno como Elías Bendodo tienen una confianza ciega en él, que además es el ‘número 3’ de la dirección provincial como coordinador general. De ahí que, en la sucesión de Bendodo, esté llamado a hacer tándem con la futurible presidenta provincial del PP, Patricia Navarro.

La cantinela de Cassá

La vida ha cambiado tanto que, encima, estamos viviendo nuestro primer verano sin Georgie Dann (1940-2021). Sin un mito que merece todos los respetos. Sin duda, es el gran artesano de los ‘hit parade’ que le ponen la banda sonora a la memoria selectiva de nuestros estíos. A esas canciones de verdad que nada tienen que ver con aquellas otras que acostumbra a tararear la actualidad política, anestesiada por el calor.

La política deteriora, muchas veces, sus propias canciones y las reduce a la categoría de cantinela. De un tiempo a esta parte, raro es el año que no irrumpe por estas fechas el estribillo repetitivo del ex de Cs que tiene las llaves del PP en la Casona del Parque y la sede provincial de calle Pacífico, Juan Cassá. Y cuando la cosa parece más calmada, cuando la cantinela no regresa con cualquiera de las movidas del asturiano, ya habrá quien se encargue de marcar el rumbo -con toda su intención- del bumerán.

Es la sensación que se experimenta con una mención muy concreta del discurso con el que el hasta ahora portavoz del PP en la Diputación, Fran Oblaré, puso fin a su etapa en el ente horas antes de convertirse en parlamentario andaluz. Oblaré se refirió al diputado no adscrito -que tanto ha mercadeado con los actas que no devolvió a Cs- como «una persona íntegra y de palabra». El guiño remite, ante quienes tienen la afición de interpretar los renglones torcidos, a la integración en el PP que tanto anhela Cassá. Es una de las maneras que tendría de seguir cobrándose los favores prestados al partido de la gaviota en el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación.

Hace un tiempo, Cassá ya expresó su deseó de ir en las listas del PP de las municipales en Alhaurín de la Torre. Y, ahora, cualquiera le dice que no si quiere presumir del carnet de los populares. Porque Elías Bendodo insiste en que el suyo es un partido de puertas abiertas. Además, en la provincia se ha iniciado una campaña para captar afiliados y ampliar los equipos de trabajo para las próximas elecciones. Todo apunta en la misma dirección.

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