Convención de videojuegos
El retorno de Gamepolis en Málaga
Las compañías de videojuegos más punteras del mundo comparten las instalaciones del FYCMA con máquinas arcade y encuentros con los ‘gamers’ más populares de internet
Ana Barranco
Hasta hoy existen congresos de todas las temáticas imaginables. Científicos, académicos, incluso de bailes latinos. Y por supuesto, los que destacan el potencial que puede tener un chavalito al que se le da bien dibujar y es capaz de crear, junto con un colega al que le gusta programar en el ordenador, un videojuego que revoluciona por completo los directos de Twitch, la plataforma gratuita más popular de vídeo en internet en la actualidad.
Gamepolis se ha convertido, en Málaga, en una cita obligada para aquellos que disfrutan con los juegos en línea y las series, que de siempre se han conocido como ‘de dibujitos’.
Lo que hace un año era un vacunódromo, ahora acoge la octava edición de uno de los mayores eventos de videojuegos y ESports del país. Las instalaciones del Palacio de Ferias y Congresos se han habilitado para recibir en torno a 63.000 aficionados, cifra que se alcanzó en su última edición celebrada en 2019.
En las primeras horas que transcurren después de la inauguración, ya se ven a ras de suelo las primeras bolsas cargadas de merchandaising. Estos son productos como chapas o camisetas que llevan las ilustraciones de las series japonesas animadas o los videojuegos con mayor éxito entre los fans, los conocidos como ‘otakus’.
En un primer vistazo, se distingue una maraña de pequeños puestos abarrotados de colorines. Muchas de las figuras de acción o posters que se venden tienen casi tanta vida como los chicos y chicas, niños, jóvenes y mayores, que recrean el maquillaje y el peinado de sus personajes favoritos en sus disfraces, los conocidos como ‘cosplays’.
Estos expositores están ubicados a solo unos metros de los espacios donde las compañías de videojuegos más punteras atraen a los más ‘jugones’ a probar nuevos modelos en sus ordenadores o a sumergirse en una realidad ficticia con la única necesidad de llevar cascos o gafas de realidad virtual, las ‘oculus’.
Gamepolis es un evento en el que se fusiona lo antiguo o ‘vintage’, como se llama ahora, y lo innovador.
Así, solo con hacer una foto con el teléfono móvil se pueden distinguir a un extremo de la pantalla las tecnologías más avanzadas en ocio, y al otro extremo unas zonas que imitan los recreativos de la década de los 80. Conseguir un peluche de Pac-Man o imitar mejor los pasos de baile de un personaje animado en una máquina arcade son algunos de los retos a disposición de los asistentes más atrevidos.
Diversidad y ambiente
La oferta de actividades de Gamepolis incluye en esta ocasión más de 300 opciones, entre charlas de ‘youtubers’ y ‘gamers’, así como concursos de baile, entre muchas otras. La diversidad es casi tan grande como la pintoresca variedad de sus visitantes.
Familias, parejas y grupos de ‘Mikes, Dustins, Onces y Wills’, pero malagueños, aunque con la misma seña de identidad que los protagonistas de la serie de ficción ‘Stranger Things’: Ser únicos y diferenciarse entre la multitud.
Cristina y Sergio, una pareja de chicos de 17 años, han acudido a la convención disfrazados: «Vimos la última película de Spiderman, la del multiverso, entonces estuvimos pensando y decidimos ir en conjunto los dos con el traje de Tobey Maguire (primer actor que hizo del personaje de los cómics de Marvel en Hollywood) de Venom».
Por su parte, Lourdes, que es una apasionada de las series japonesas de animación, ha hecho un cosplay de una de las míticas series asiáticas de instituto y va de colegiala.
Ya lleva varios años acudiendo a Gamepolis: «Ya he venido otros años. Conozco gente de mi mismo estilo, que le gustan las mismas cosas que a mi, el anime, el cosplay y eso es lo que más disfruto».
La pasión por el anime y el manga, hasta en la piel
Comprar merchandaising, probar algún que otro videojuego nuevo o hacerse un cosplay no son las únicas actividades que se pueden hacer este fin de semana en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.
Los stands que están teniendo un atractivo especial para los aficionados al anime y el manga en los últimos años son los de tatuajes. Alberto es un joven tatuador que ha convertido un espacio de pocos metros cuadrados en un estudio para llevar a la piel de los fans las imágenes de sus personajes favoritos.
Es el caso de Jose que ayer se puso en sus manos para conseguir en su antebrazo una ilustración llena de detalles de Zenitsu, el joven cazador de demonios que protagoniza la serie japonesa animada ‘Demon Slayer’.
Son también muchos los que empiezan a asistir a convenciones como esta desde niños acompañados por sus padres o incluso por sus abuelos.
Lourdes y Ramón, de 62 y 67 años han ido con su nieto: «Somos de Almuñécar y hemos venido a traer al nieto. Ahora está con un amiguito y le estamos dejando a su aire (...). Estamos aquí controlando un poquito porque son menores de edad». Este es el segundo evento de este tipo al que acuden. «Vemos el ambiente magnífico, muy bonito, una juventud muy sana y lo estamos pasando también muy bien».
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