La Junta dobla esfuerzos para garantizar el abastecimiento frente a la sequía

La Junta de Andalucía ha puesto en marcha este lunes las obras de ampliación de la capacidad de tratamiento de El Atabal, en la capital malagueña, porque se avecina un verano crítico en cuanto a la sequía. El tercer año hidrológico deficitario, salvo que la primavera sea excepcionalmente muy lluviosa, complica las garantías hídricas en comarcas como la Axarquía. La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha justificado de esa forma que actualmente haya movilizados en obras autonómicas más de 300 millones de euros.

Además, la dirigente andaluza ha expresado que este año se sumarán 31 hectómetros cúbicos de agua al sistema de La Viñuela, de los que una decena serán "para abastecimiento y el resto para regadío". Sólo en esta comarca están en marcha trabajos por importe de cerca de 47 millones de euros, según ha alegado Crespo, y así se permite garantizar el 50% del regadío del Plan Guaro.

"La provincia de Málaga se ha convertido en el epicentro de la tecnología en materia de agua en España", ha alegado. Los nuevos recursos para abastecimiento en la comarca oriental "se obtienen de las obras finalizadas en el bombeo de la Rosaleda, el primer tramo de la Autovía del Agua y los pozos del río Chillar, en Nerja", como ha matizado.

En el caso del riego, el caudal proviene de "las mejoras en los tratamientos terciarios de las depuradoras de Algarrobo, Torrox y Vélez-Málaga, ya concluidas", pero también de los terciarios de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Peñón del Cuervo, en marcha, y de la conexión de los terciarios de la EDAR del Rincón de la Victoria con el regadío del sector 8 del Plan Guaro, ahora en ejecución.  

La propia Junta recordó ayer que pese al déficit que se arrastra desde justo antes de la pandemia, el actual año hidrológico es menos deficitario que el anterior. Así, en el entorno del embalse de la Concepción se han acumulado desde septiembre 330 litros por metro cuadrado, que es el doble que a estas alturas del año pasado se habían sumado. Y en La Viñuela son 176 los recogidos hasta hoy, que es el triple que los escasísimos 50 que de septiembre a marzo se alcanzaron hace ahora 12 meses. Todos los pantanos malagueños han superado los totales de hace un año. En el embalse de Casasola se ha pasado de 55 a 134, en el del Limonero, de 46 a 164, y en los otros tres, Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Guadalhorce, situados en el mismo entorno, de algo más de 100 a un rango de 125 a 150 litros por metro cuadrado. Sin embargo, todas las cantidades del presente año llegan después de varios ejercicios muy difíciles. Así se necesitaría todo un mes de lluvias, como ocurriera en diciembre, para paliar parte de lo perdido hasta ahora. Para Carmen Crespo, Andalucía ya es ejemplo incluso para Israel, como referente en aprovechamiento de las canalizaciones y en el uso de la tecnología en el desarrollo de nuevas desaladoras. Matizó que la Junta ejecuta el 80% de las medidas planificadas en la provincia y, en el caso de las actuaciones contempladas en los dos decretos de sequía en marcha, más del 72% están acabadas. En 2023, como alegó la consejera, «se seguirá este mismo camino» y se licitarán contratos relativos a agua por importe de más de 400 millones de euros. «Con estas obras se continuará avanzando hacia el objetivo de la Junta» de poder aportar 120 hectómetros cúbicos de recursos hídricos destinados al consumo humano y también a regar las explotaciones agrícolas. En las obras de El Atabal se invertirán 2,4 millones de euros y así se aportará más agua a la red de abastecimiento de Málaga capital. En concreto, las mejoras suman casi 7 hectómetros cúbicos de agua potable «de máxima calidad» y que equivalen al consumo anual de algo más de 100.000 personas. Al mismo tiempo, esta actuación aumenta «la posibilidad de transferir recursos a municipios de la Costa del Sol y La Axarquía en caso de necesidad», en base al «primer tramo de la Autovía del Agua ejecutado por el Gobierno de Juanma Moreno», finalizó la propia Crespo. Los regantes de la Axarquía exigían, hace muy pocos días, que junto a todas estas obras se impulse una nueva desaladora para la comarca más oriental.