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Las lesiones más habituales tras el esfuerzo de la Semana Santa

La intensa actividad física que llevan a cabo los hombres de trono durante las procesiones de la Semana Santa puede traducirse en lesiones musculares o algún tipo de dolencia que, desde Quirónsalud Málaga tratan a través de la Unidad de Tratamiento Percutáneo de Lesiones Músculo-Esqueléticas. A continuación una serie de recomendaciones para saber cómo detectarlas y poder prevenirlas. Entre un 10% y un 15% de los hombres de trono suele sufrir lesiones, como la tendinitis de hombro y de tobillo o roturas musculares por el esfuerzo ejercido durante la procesión

Salida procesional de Mediadora.

Salida procesional de Mediadora. / ÁLEX ZEA

Arancha Tejero

La Semana Santa es una de las festividades más esperadas por parte de los malagueños que, cuando al fin llega, no dudan en entregarse a ella con devoción. Sin embargo, estos días de mayor esfuerzo físico pueden suponer un riesgo para la salud de aquellos que tomen un papel más activo dentro de ella. De hecho, entre un 10 y un 15 por ciento de los hombres de trono suele sufrir lesiones o dolencias derivadas del esfuerzo llevado a cabo durante la Semana Santa.

El doctor Ernesto Rivera, especialista en tratamiento de lesiones músculo-esqueléticas del servicio de diagnóstico por la imagen de Quirónsalud de Málaga, explica que las lesiones más habituales suelen ser las tendinitis de hombro o tobillo, las roturas musculares, el hombro congelado o las lesiones articulares. Los síntomas, en el caso de la tendinitis, suelen ser, principalmente, la presencia del dolor y la limitación de esa extremidad. En el caso del hombro congelado, la molestia se notaría al elevar el brazo o intentar llevarlo a la la parte de atrás de la espalda Y, si se trata de una rotura muscular, se podría traducir en una cojera, un dolor en la zona y, en algunos casos más severos, puede aparecer incluso un hematoma en la zona dolorida, en palabras del doctor Rivera.

Dado que la actividad de todos los participantes de las procesiones requiere de un trabajo físico intenso, los expertos recomiendan adelantarse y tratar de prevenir estas lesiones con una preparación previa y entrenamientos progresivos, para fortalecer la musculatura que se vaya a ejercitar. Si bien el tiempo de preparación recomendado varía según la forma física de la persona, «para alguien más bien sedentario, entre seis y ocho semanas puede ser suficiente», indica Rivera.

También se recomienda calentar justo antes de la procesión, especialmente para aquellos grupos musculares que vayan a estar más involucrados en el esfuerzo posterior, así como aprender y practicar la adopción de una postura correcta para la carga. Llegado el día, Rivera insiste en la importancia de elegir una prenda cómoda, no muy ajustada, que facilite los esfuerzos y la respiración, además de un calzado confortable, pues una mala elección suele derivar en problemas tendinosos en las semanas posteriores a la procesión.

«Estas lesiones son habituales en deportistas de élite que realizan unos ejercicios de muy alta intensidad, pero, a diferencia de los hombres de trono, lo hacen sobre unas articulaciones que sí están preparadas para ello», explica el facultativo, que añade que, por eso mismo, es habitual que este tipo de dolencias se arrastren desde un tiempo atrás o que no se curen adecuadamente.

Asegura que son lesiones muy específicas de deportistas, y que, salvo que se tenga un entrenamiento concreto como especialista, no son fáciles de diagnosticar, pero en Quirónsalud tratan a través de su Unidad Específica de Tratamiento Percutáneo de Lesiones Músculo-Esqueléticas.

Por último, para tratar de evitar estas lesiones, también recomienda, justo después de la procesión, aplicar un poco de calor en la zona más dolorida y darle un «buen descanso» en las horas siguientes. Y, durante los días posteriores, en lugar de «no hacer absolutamente nada», Rivera recomienda darle algo de actividad pero «de forma muy controlada».

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