Acoso escolar

‘Bullying, hay esperanza’, una historia de dolor y superación

Telma fue víctima de bullying durante casi cuatro años. Hoy, asegura sentirse fuerte y feliz, gracias a que fue valiente y decidió compartirlo con sus padres y pudieron pedir ayuda

Como Telma, cientos de niños sufren acoso escolar a diario. Por ese motivo, la familia Álvarez decidió contar la historia de Telma en forma de documental para que los jóvenes que estén en una situación similar puedan comprobar que hay salida

El documental, grabado por la familia y disponible en YouTube, pretende visibilizar el acoso escolar y transmitir un mensaje de esperanza a todos los niños que son víctimas del mismo

Telma junto a sus padres y hermanas.

Telma junto a sus padres y hermanas. / L. O.

Arancha Tejero

Arancha Tejero

‘Bullying, hay esperanza’ es el documental que cuenta la historia de Telma (15 años), una niña malagueña que tuvo la desgracia de pasar «el infierno» que uno de cada cuatro niños en España sufre: ser víctima de bullying

Ahora está «bien, fuerte y feliz», según sus padres, y por eso decidieron dar el paso de contar su historia, «para que niños que también están pasando por esto vean que hay salida», comparte con alivio su madre, Mónica Sánchez, que, junto a su marido, Julián Álvarez, no dudaron en preguntarle a su hija si estaría dispuesta a compartir sus vivencias para poder ayudar a otros muchos niños que también son víctimas de acoso

La historia de Telma acaba con un final feliz, pero otros muchos no. Por eso, sus padres, ambos profesores de Primaria, aseguran que sentían la obligación moral de tratar de visibilizar esta triste realidad para que niños que puedan estar pasando por lo mismo no pierdan la esperanza. Y así fue como, aunque nunca se habían puesto delante de una cámara ni un programa de edición, se pusieron manos a la obra y, tras numerosos tutoriales de YouTube y seis meses de grabación, la historia de sufrimiento y superación de Telma se transformaba en un documental, en el que, a lo largo de once capítulos, recreaban la historia que la familia Álvarez se vio obligada a vivir. 

A pesar de que los padres bromean sobre lo «casero» que es, desde que se publicó el primer capítulo el 2 de mayo de 2023, algunos vídeos superan las 36.000 visualizaciones. «Ha tenido una aceptación impresionante. Estamos todos muy contentos», afirma su madre, que comparte que se le parte el alma al leer la gran cantidad de comentarios que dejan los niños confesando que se encuentran en situaciones similares. «El documental es muy constructivo porque visibiliza cómo Telma pide ayuda y la propia psicóloga da nociones sobre qué pueden hacer si se sienten así», reflexiona Mónica, que, junto a su marido e hijas, espera que los jóvenes, al ver esta historia, se atrevan a dar el valiente paso de contarlo, «que vean el ejemplo de Telma. Lo mal que estuvo y lo bien que está ahora». 

Basado en su diario

Lo que hace tan único y auténtico este documental es que está basado en el diario que Telma escribió en primero de la ESO mientras vivió la época de bullying. «Me llamo Telma y esta es mi historia», así comienza el diario de esta niña de entonces 12 años que, a pesar de la tragedia que estaba viviendo, fue capaz de plasmar en el papel lo mal que se sentía y lo mucho que añoraba su infancia en la que fue tan feliz. Durante dos cursos, la joven malagueña tuvo que aguantar que le quitaran las cosas, le tirasen botellas de agua y, sobre todo, que la marginaran. «Quería sentirme parte del grupo, me sentía sola y marginada», escribió la joven en su diario, donde dejó grabado el recuerdo de su feliz infancia en un pueblo de Ronda, el inicio del «infierno» en un nuevo colegio de Málaga, el momento que reunió el valor para compartirlo con sus padres, pedir ayuda y, sobre todo, lograr superarlo. 

«Queríamos visualizar algunas cosas que le habían pasado, pero tuvimos que obviar otras muchas por ser demasiado duras», cuenta la madre, que junto al padre aparece en el documental narrando como ellos se enteraron de la terrible situación que estaba viviendo su hija. «Fue un shock y me duele mucho pensar que nosotros ayudamos a muchos niños con este tema, y no nos dimos cuenta de que nuestra propia hija lo estaba sufriendo», comparte el padre en el documental. 

A lo largo de los once capítulos, la familia, profesores, psicólogos y amigos van recreando la historia, visitando los lugares en los que todo fue ocurriendo y leyendo las páginas del diario donde todo quedó recogido. Ahora Telma está feliz, ha vuelto al pueblo donde creció, tiene su propio libro, buenos amigos, y la autoestima reforzada, gracias en parte a los cientos de seguidores y mensajes que alaban su valentía. 

Sin embargo, no fue sencillo ver el final del túnel. La joven estuvo sufriendo durante mucho tiempo ataques de ansiedad muy graves, cayó en las autolesiones y pensamientos oscuros. Como cuenta la propia Telma en el documental, el confinamiento fue un alivio para ella, pero a la vuelta la situación empeoró y la propia psicóloga acabó recomendando que la cambiasen de centro y acabase el curso online. Aunque el colegio había intentado aplicar el protocolo de bullying, la joven se negó por miedo a verse aún más señalada. Y, efectivamente, aunque los profesores trataban de hablar con los alumnos cuando ella faltaba, los compañeros lo negaban y la acusaban de mentirosa. 

Fortalecer a las víctimas

Finalmente la familia tomó la decisión de que Telma volviese a Arriate, aunque eso supusiese que cada día uno de los padres tuviese que trasladarse hasta el pueblo para estar con ella, ya que ambos continúan trabajando en Málaga. «Desde el documental queremos visibilizar el papel de la víctima, pero también el sufrimiento de las familias. Porque todos los acosadores siguen en su zona de confort, en su instituto, sin consecuencias graves», argumenta la madre, que afirma que ellos están felices, a pesar del sacrificio, pero que es necesario trabajar en una ley contra el acoso escolar, en la que haya «consecuencias reales».

«No sé qué está pasando con la sociedad, pero hay algo que está fallando», asevera Mónica, que, como profesora, ve a diario como estas situaciones son cada vez más habituales y en edades más tempranas. «Es realmente una epidemia y es necesario fortalecer a las víctimas», demandan sus padres, que lamentan que siempre sea el acosado el que se cambia de centro. «Si fuese al revés, se lo pensarían dos veces». 

Ver que es una situación tan corriente es lo que les movió a crear este documental e intentar «dar esperanza». Y, para sorpresa de todos, los vídeos están comenzando a recaudar fondos y tanto Telma, como su hermana Carolina, han decidido que todo lo recaudado vaya a una asociación contra el acoso escolar (AEPAE). En su momento también les ofrecieron la oportunidad de mandarlo a un festival, sin embargo la familia tuvo claro desde el principio que «los jóvenes que necesitaban oír esta historia estaban en YouTube».

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