La de DGT se va de la lengua y cuenta cuándo un radar no multa aunque vayas rápido

La excesiva velocidad en las carreteras es el gran causante del aumento de los accidentes de tráfico. A pesar de esto, los radares, enemigos de algunos conductores, no siempre multan por ir rápido.

La DGT tiene unos límites de velocidad bien establecidos en su Ley General de Tráfico y Seguridad Vial; máximo de 120 km/h en autovía y autopista, 90 km/h en carretera convencional y 50 km/h en vía urbana. Pero el uso de radares está pensado para controlar que los conductores no los sobrepasen, y así evitar cualquier tipo de accidentes.

¿Cuándo no multan los radares de la DGT?

A pesar de haber superado el límite, la normativa de la DGT recoge situaciones en los que sus radares no multan aunque los conductores cometan infracciones. Una de ellas son aquellas situaciones en los que los radares contradicen la señalización que previamente marcaba el fin de un tramo con una velocidad máxima.

Por otro lado, cuando el radar está averiado no contará como multa por el mal estado del aparato. Otro factor a tener en cuenta es el margen de error de los radares, es decir, que el radar imponga una multa efectiva sobre el margen de error. Ya que, aunque el código de circulación es severo a la hora de explicar que un conductor no puede superar la velocidad ni en 1 km/h de la que marca la vía, en la práctica, los radares contemplan un margen de error.

Por último, cuando un administrativo de la DGT es el encargado de redactar la sanción, puede cometer errores manuales y mezclar datos respecto al vehículo del conductor, la matrícula o cualquier información relacionada.