Juan Cassá asume en la Diputación de Málaga la dirección del área de Nuevas Tecnologías

La continuidad de Juan Cassá en la órbita del PP ya es una realidad. El político asturiano ostentará en la Diputación Provincial de Málaga una dirección de área en el departamento de Nuevas Tecnologías. De este modo, los populares rescatan para que siga vinculado a la institución provincial al ex de Ciudadanos que fuera su principal apoyo para mantener el Gobierno en este ente y, sobre todo, en el Ayuntamiento de Málaga durante la pasada legislatura.

Cassá abandonó Ciudadanos en mayo de 2020, tras haber sido su candidato a la alcaldía de Málaga en 2015 y 2019. Su relación con el partido naranja terminó de deteriorarse cuando, pese a haber sido elegido uno de sus dos diputados provinciales, Juan Carlos Maldonado asumió todas las competencias como socio de Gobierno en la Diputación. Posteriormente, su nueva condición de no adscrito le concedió la 'llave' de la gobernabilidad en el Consistorio de la capital malagueña. En su momento, su voto podía haber sido decisivo para una moción de censura contra Paco de la Torre pero el PP lo mantuvo en su círculo de influencia. Un mes después de su marcha del partido liberal, él aceptó una portavocía y el Área de Relaciones Institucionales en el Gobierno popular de la Diputación.

Sin embargo, el idilio no fue un camino de rosas. Cuando Maldonado también dejó Ciudadanos y fue cesado como vicepresidente, ambos mantuvieron una alianza efímera e incluso amenazaron con negociar con la dirección nacional del PP -entonces presidido por Pablo Casado- el apoyo al Gobierno provincial. En el intervalo en el que sus relaciones con los populares no fueron tan estrechas, Cassá llegó a vincularse -igualmente de forma pasajera- a la formación municipalista Por Mi Pueblo. Eso sí, ningún amago se materializó del todo y el asturiano terminó abonándose a la órbita popular y gozó hasta el final de la legislatura del 'cariño' que reclamaba en el seno del Gobierno provincial.

Afinidad al PP

En los últimos meses del anterior mandato, Cassá mostró su afinidad al PP hasta el punto de frecuentar los mítines de la formación de centro-derecha y de consagrar sus redes sociales a la difusión de los mensajes de los principales dirigentes populares. Aunque circuló en los mentideros políticos su aspiración a formar parte de alguna de las listas del PP para las elecciones municipales, no figuró en ninguna candidatura. En las proximidades de los comicios locales del 28M, la presidenta provincial del PP, Patricia Navarro, no rechazó la posibilidad de que el asturiano fuese recuperado como cargo de confianza.

Para la legislatura que ahora comienza, la Diputación de Málaga -en la que el PP gobierna ya con una mayoría absoluta de 18 diputados y no necesita apoyos como el que antaño le dio Cassá- mantendrá su estructura de cargos eventuales y volverán a ser 34 las personas contratadas con esa categoría. De estos, 30 trabajarán para el Ejecutivo presidido por Francisco Salado y uno de ellos es Cassá, quien percibirá un salario cercano a los 60.000 euros anuales. El exdiputado provincial asume una dirección de área que, según explicaron fuentes cercanas a la institución, está vinculada a la actividad profesional que él desempeñó anteriormente en el sector privado. Los cuatro cargos de confianza restantes se distribuirán a razón de uno para cada grupo político: PP, PSOE, Vox y Con Málaga.

Reacción del PSOE

El secretario general del PSOE y portavoz en el Ayuntamiento de Málaga, Dani Pérez, calificó de "anomalía" el rescate de Cassá en la Diputación Provincial: "Esto es algo que todos sabíamos y es el pago que ha recibido el señor Cassá por la actuación que ha tenido en el pasado mandato, tanto en este ayuntamiento como en la Diputación", apuntó durante una comparecencia celebrada en el Consistorio de la capital malagueña.

Pérez aseveró que el PP "no lo ha hecho público hasta que no han pasado las elecciones generales porque es algo que tenían oculto ahí y, en el momento que hemos visto el nombramiento del señor Cassá, pues todos hemos entendido los favores que había que pagar por parte del Partido Popular". "Esto es malo, es malo porque es el ejemplo de cuando uno llega a la política y se convierte en un corsario para mercadear y, en este caso, simplemente con un interés particular y no el interés general de mejorar la calidad de vida de los malagueños y las malagueñas", agregó.

El dirigente socialista se pronunció, igualmente, con un trasfondo irónico: "En este caso, solo puedo vaticinar que en la Diputación Provincial no sé si van a cambiar de teléfono móvil, no sé si van a cambiar de ordenador, pero está claro que con el señor Cassá podrían volver al Atari o al Commodore 64, el futuro del Silicon Valley no está muy claro en este momento con el señor Cassá en la Diputación".

La concisión de Paco de la Torre

Como era de esperar, las impresiones del alcalde del PP en Málaga, Paco de la Torre, no coincidieron con las del portavoz socialista. De la Torre fue muy conciso al ser preguntado por el nuevo destino del que fue su socio imprescindible en el anterior mandato. El regidor negó que se haya tratado de un "pago" por parte del PP por los 'favores' de Cassá. De la Torre llegó a decir que no tenía "nada que opinar" sobre esta cuestión.