Política

Una fiesta sorpresa 'muy socialista' para Marisa Bustinduy

En su 70 cumpleaños y tras su jubilación como funcionaria de la Diputación, la veterana política del PSOE estuvo arropada por amigos, familiares o compañeros del partido como Magdalena Álvarez, Susana Díaz, Mar Moreno y Dani Pérez, entre otros

Marisa Bustinduy, acompañada por Magdalena Álvarez, Susana Díaz y otras amigas suyas.

Marisa Bustinduy, acompañada por Magdalena Álvarez, Susana Díaz y otras amigas suyas. / L. O.

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Una fiesta sorpresa 'muy socialista' irrumpió, el pasado sábado, en el epílogo profesional de Marisa Bustinduy. Esta veterana de la política malagueña no dio crédito al divisar el océano de cariño que se encontró -sin haber sido avisada de la convocatoria- en un céntrico hotel malagueño. En su 70 cumpleaños y coincidiendo con su jubilación como funcionaria de la Diputación, la veterana política socialista estuvo arropada por amigos, familiares o compañeros del partido como la exministra Magdalena Álvarez, la expresidenta de la Junta Susana Díaz, la expresidenta del Parlamento de Andalucía Mar Moreno o el actual secretario general del PSOE de Málaga, Dani Pérez, entre otros muchos.

Y desde distintos puntos de la geografía se desplazaron Carmen Calvo, José Andrés Torres Mora o Rodrigo Sánchez Haro. Igualmente, asistieron Mari Nieves Ramírez o Beatriz Rubiño, que fueron parlamentarias en Sevilla como ella; Alicia Murillo, que lo es en la actualidad; otros veteranos como Emelina Fernández Soriano y el expresidente de Diputación Juan Fraile; la exsenadora malagueña Estefanía Martín Palop y otras socialistas andaluzas con las que compartió bancada en la Cámara Alta madrileña.

Precisamente, el Senado fue el último destino en la primera línea política de Marisa Bustinduy. Allí ocupó un asiento por designación autonómica del que se marchó en el verano de 2022, después de las elecciones andaluzas. Y, desde entonces, ha agotado hasta su jubilación el periplo como funcionaria en la Diputación de Málaga. 

Anteriormente, Bustinduy completó más de dos décadas en la política institucional y el periodo que va de 2000 a 2008 fue su momento más álgido. Entonces, lideró a nivel orgánico el PSOE de Málaga y fue la candidata a la alcaldía de la capital malagueña en las elecciones municipales de 2003 y 2007. Pese a encontrarse en la oposición frente al todavía incombustible Paco de la Torre, Bustinduy destacó por sus gestiones con el Gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero y, en especial, con su amiga la entonces ministra de Fomento Magdalena Álvarez, para que se desbloquearan los proyectos pendientes en la ciudad. Además, ha sido parlamentaria andaluza o vicepresidenta primera de la Diputación. 

Otra imagen de Marisa Bustinduy en la celebración.

Otra imagen de Marisa Bustinduy en la celebración. / L. O.

Al glosar desde la distancia su travesía política en declaraciones realizadas a La Opinión de Malaga, Marisa Bustinduy parte de la certeza de que al final "se recuerdan más los momentos duros" que los alegres. 

"Es muy difícil elegir un momento determinado, ha sido una etapa de vida muy larga y muy sacrificada pero me lo he pasado muy bien, era lo que me gustaba; estábamos todo el día inventando cosas para ver qué se podía hacer por Málaga, qué estrategia seguir y se disfrutaba mucho cuando se conseguía algo para la ciudad o la provincia", explica.

La única mujer

A día de hoy, Marisa Bustinduy sigue siendo la única mujer que ha ostentado la secretaría general del PSOE de Málaga. A ella, en cambio, este privilegio le arranca una sensación agridulce, una reacción feminista con la que desea que hubieran sido más: "He luchado mucho y he tirado de muchas mujeres para ponerlas en el escenario político, todavía sigue pasando que las primeras que se quedan por el camino son las mujeres, suelen ser más intercambiables; sigue siendo muy complicado que las mujeres se mantengan en puestos de responsabilidad y, cuando se depende de decisiones de varones, no es lo mismo, hay que seguir luchando desde el punto de vista social", insiste Bustinduy.

A sus 70 años, esta inquietud aflora en su horizonte más inmediato. No descarta embarcarse en un proyecto feminista que la llevaría a luchar, precisamente, por eso: "Para que la mujer tenga la presencia que merece en la sociedad, para que haya más presencia de la mujer en los lugares en los que está el poder", afirma remontándose a una vieja idea que le acompaña desde sus tiempos de parlamentaria andaluza. 

Mientras se decide o no a dar el paso, Marisa Bustinduy sigue entregada a la que ya siempre será su prioridad. Intenta devolverle a su familia todo el tiempo que le quitó cuando se entregó a la política. Sin ir más lejos, ante sus dos nietos -uno de cuatro años y otro que no ha cumplido aún los dos- confirma a diario aquella máxima rilkeana de que la verdadera patria del ser humano es la infancia

Igualmente, su voz destila mucha emoción al recordar que a su fiesta sorpresa acudieron amigos de toda la vida. Incluso, compañeros de la carrera universitaria de Magisterio. De aquella facultad en la que conoció a Ernesto Gómez, su inseparable compañero de viaje (fallecido en el otoño de 2019). Esa persona que, allá dónde esté, se sentiría el sábado muy orgullosa de ella.