Turismo

Málaga tiene 2.000 viviendas turísticas sin ofertar para evitar las restricciones de la Junta

El Ayuntamiento de Málaga detecta una diferencia entre los hogares registrados como pisos turísticos, que alcanzan los 10.000, y los que se encuentran disponibles en el mercado, unos 8.000 

El IMV explica que muchos propietarios han dado de alta la vivienda antes de que se apruebe el nuevo decreto

La Junta contempla que las comunidades de vecinos puedan prohibir las viviendas turísticas

Málaga limitará las viviendas turísticas en las zonas con "densidad excesiva"

Candado guarda llaves de un piso turístico, en el Centro de Málaga.

Candado guarda llaves de un piso turístico, en el Centro de Málaga. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Málaga capital cuenta con unas 2.000 viviendas turísticas que, pese a estar registradas como tal, no se ofertan en el mercado para los viajeros que visitan la ciudad.

Este dato emerge de una diferencia que ha detectado el Ayuntamiento de Málaga, a través del Instituto Municipal de la Vivienda, entre los hogares que están registrados como pisos turísticos, que alcanzan los 10.000, y las viviendas turísticas que verdaderamente se ofertan a los viajeros, unas 8.000 hogares.

En el IMV explican a este periódico que este desfase entre las viviendas turísticas registradas y las que verdaderamente están desarrollando esa actividad obedece, por un lado, a un movimiento de los propietarios, que han preferido adelantarse a la aprobación del nuevo decreto de la Junta de Andalucía, que dará alas a los ayuntamientos para que impongan restricciones en sus ciudades en cuanto al número de pisos de estas características.

En concreto, el nuevo decreto de la Junta, aún en tramitación y que sustituirá al texto aprobado en 2016, autorizará a los ayuntamientos a que limiten o restrinjan la actividad de las viviendas turísticas «en el ámbito de sus competencias».

«Al preverse que los ayuntamientos puedan establecer limitaciones en lo que respecta al número máximo de viviendas de uso turístico por edificio o por sector, se da seguridad jurídica en la aplicación de la norma para delimitar competencias respecto a las que corresponde aplicar a las corporaciones locales en materia urbanística y de planificación de su territorio», señala el borrador de la futura norma.

Restricciones sobre la mesa

Al respecto, el Ayuntamiento de Málaga ya señaló que estudiará la manera de restringir estas viviendas turísticas en zonas con «densidad excesiva» así como donde «se haya producido una disminución de viviendas para alquilar de larga temporada», como señaló el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

Asimismo, el nuevo decreto contempla que las comunidades de propietarios puedan prohibir los pisos turísticos en sus bloques cuando los estatutos de la Junta de Propietarios contengan la «prohibición expresa», según recoge la Ley de Propiedad Horizontal.

En este último caso, ya hay comunidades de propietarios en Andalucía que han optado por esta vía con poco éxito, llegando a topar con pronunciamientos judiciales en contra de esta prohibición por parte de los vecinos.

Imagen aérea del Centro Histórico de Málaga, que aglutina muchas viviendas turísticas.

Imagen aérea del Centro Histórico de Málaga, que aglutina muchas viviendas turísticas. / l.o.

Críticas

A su vez, esta posibilidad ha recibido las críticas de los vecinos del Centro de Málaga, donde la concentración de viviendas turísticas alcanza cotas del 30% y el 40% del parque residencial, al considerar los residentes que recae la responsabilidad sobre sus hombros y les somete a «más conflicto vecinal», como señalaba a este periódico el presidente de la Asociación de Centro Antiguo, Carlos Carrera.

Asimismo, es preciso tener en cuenta una sentencia reciente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en la que da la razón al Ayuntamiento de Cádiz y aclara que las corporaciones locales sí pueden limitar los pisos turísticos -frente a la tesis de la Junta, que sostiene que invade sus competencias- modificando sus Planes Generales (PGOU) ante la «saturación» que sufren las ciudades.

Para evitar estas futuras limitaciones a las viviendas turísticas, los propietarios se han «adelantado» a registrar sus viviendas, aunque aún no las hayan ofertado a los visitantes.

Pandemia

Otro de los motivos por el que hay más viviendas registradas como turísticas que ofertadas como tal es el efecto que provocó la pandemia en los alquileres turísticos y que aún prevalece.

En 2020, la paralización de la actividad global y, por tanto, del turismo, provocó que los propietarios que tenían viviendas turísticas las destinaran a arrendamientos de larga duración ante la falta de turistas.

Desde el IMV recuerdan que los contratos de alquiler tienen una duración de cinco años, por lo que aún están vigentes los arrendamientos que se firmaron el año de la irrupción de la Covid-19.

Los Airbnb se alquilan para menos de una semana

Casi el 100% de las 8.000 viviendas turísticas ofertadas -el 98,2%- funcionan como alquileres de corta duración, para menos de una semana, destacando principalmente los arrendamientos para un único día, aunque también para dos y tres, hasta una semana completa, según los datos que ofrece Inside Airbnb, una plataforma impulsada por activistas y sin vínculos con la web oficial de alquileres vacacionales.

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