Málaga se prepara para un largo tren de lluvias tras su peor año hidrológico

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activaba para hoy jueves la alerta amarilla y naranja por precipitaciones y rachas de viento de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora. La Costa del Sol, el Vallle del Guadalhorce Guadalhorce, la Serranía de Ronda y Axarquía son las comarcas afectadas. Pero la incidencia de la borrasca Aline va a dar paso a diversos trenes de depresiones que depararán largas jornadas de lluvia durante lo que resta de otoño. Así se desprende de los modelos con los que se analizan estas próximas semanas para Andalucía, adelantan fuentes ministeriales.

«Parece que ha quedado abierta la puerta a la circulación de borrascas en nuestras altitudes y con ello a un tiempo otoñal y con precipitaciones», agregaba a este periódico el director en Málaga de la propia Aemet, Jesús Riesco. «Ya este jueves tenemos previsto que un frente activo barra toda la provincia, dejando precipitaciones que localmente pueden ser intensas y acompañadas de tormenta. Serán más intensas por la tarde», manifiesta.

Cabe recordar que el año hidrológico terminaba en septiembre con un significativo déficit hídrico. El embalse de La Viñuela, el de mayor capacidad de la provincia, está por debajo del 8% y bajo sus mínimos históricos. Y es muy preocupante también la situación del pantano de la Concepción, por debajo del listón de un tercio de su capacidad. De hecho, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental adquirió este pasado verano dos hectómetros cúbicos procedentes del Campo de Gibraltar, al objeto de garantizar el suministro en plena temporada turística.

Riesco expresa, que de manera paralela a la entrada de este nuevo frente húmedo, «se está produciendo una bajada de temperaturas». Pero con el paso del mismo también nos vamos a encontrar desde este jueves con un «frente de rachas de viento intensas en toda la provincia». La continuidad a Aline, en base a esos modelos ya aludidos, vendrá con precipitaciones débiles en algunas zonas del interior, previstas para el viernes y el sábado, aunque sobre todo «a partir del domingo y durante la próxima semana, con diversas borrascas que van a traer continuidad en frentes y precipitaciones».

Por lo pronto, este miércoles ya empezaron a recogerse hasta cinco litros por metro cuadrado en localidades del Valle del Genal como Pujerra o Parauta. Algo más de cuatro en Sierra Bermeja, en el entorno de Estepona, un litro en áreas de El Torcal y cantidades inferiores en Alfarnatejo o Torrox, tal y como se desprende de los datos acumulados hasta las seis de la tarde en la red Hidrosur dependiente de la Junta de Andalucía.

Si los modelos para este mismo jueves ya avanzaban desde hace días precipitaciones significativas, a una semana vista, de cara al jueves 26, los episodios tormentosos podrían repetirse antes de dejar paso a un fin de semana más tranquilo. Así se puede observar en los modelos meteorológicos a los que ha tenido acceso este periódico. Las lluvias previstas para la próxima semana deparan cantidades de moderadas a intensas entre el lunes 23 y el jueves 26.

La primera de las borrascas de estos trenes de lluvias que se avecinan, denominada Aline, está catalogada como «pequeña, pero profunda» y la primera de «gran impacto» de la temporada. En la Costa del Sol y Valle del Guadalhorce, el aviso amarillo se activará entre las ocho de la tarde y la medianoche. El temporal dejará rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora en estas zonas y se prevé que la precipitación acumulada en una hora sea de unos 20 litros por metro cuadrado. Más intensas serán las lluvias en las comarcas de la Axarquía y Serranía de Ronda, con hasta 30 litros, en el intervalo horario de seis de la tarde a doce de la noche.

La Aemet insiste en que para el cuatrimestre de noviembre a febrero las precipitaciones van a ser casi un 50% más abundantes de lo normal en la Península. No serán suficientes inicialmente, no obstante, para que España se aleje de la sequía meteorológica de larga duración que sufre desde finales de 2022.

«Para que se superase la sequía meteorológica en los próximos meses tendrían que darse un otoño y un invierno muy lluviosos, uno de los más lluviosos de la serie histórica, ha asegurado el portavoz nacional de Aemet, Rubén del Campo. En las cuencas del Guadiana, Guadalquivir y Sur se trata de la sequía meteorológica «más duradera» desde al menos 1961 y «se viene arrastrando desde la primavera de 2016».