Un máster para formar a los mejores docentes tecnológicos

La presencia de la tecnología en todos los niveles de la educación es una realidad pese a que se cuestione su uso o surjan dudas con la aparición de aplicaciones de inteligencia artificial como ChatGPT. La cuestión no es si hay que utilizar tecnología como herramienta formativa, sino cómo sacarle el mejor partido. Y la respuesta está en ofrecer a los docentes los conocimientos tecnológicos necesarios.

Este es el objetivo del Máster en Tecnología Educativa que acaban de poner en marcha la Universidad de Málaga (UMA) y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). El primero público y que ha recibido una avalancha de solicitudes: más de 1.500 para 60 plazas.

Así lo confirma Ernesto Colomo, coordinador por la UNIA, que explica que el máster ha despertado interés no sólo entre profesionales de la educación, sino de otros ámbitos de conocimiento aunque finalmente los alumnos seleccionados son de grados como Magisterio o Pedagogía, opositores o educadores ya en activo.

Este máster de un año de duración es de carácter virtual, lo que permite que participen tanto profesores como alumnos de distintos puntos de España.

Entre sus objetivos está «mejorar la competencia digital, conseguir habilidades que se vinculan con las formas de aprender, con metodologías, recursos y estrategias muy vinculados a la pedagogía a través de la tecnología», apunta el profesor Colomo.

La clave es que «la tecnología sea el apoyo y el elemento que permita mejorar los procesos de aprendizaje». Para ello, el Máster en Tecnología Educativa incluye tanto asignaturas sobre recursos educativos digitales o evaluación en contextos tecnológicos, como materias sobre metodologías de investigación ya que está muy enfocado a la carrera investigadora.

Este máster, dirigido por parte de la UMA por José Sánchez Rodríguez, tiene un potente claustro formado por profesores tanto de la Universidad de Málaga como de otras universidades públicas andaluzas e incluso de Madrid y Vigo. «Hemos buscado los docentes que tienen mayor trayectoria en cada área de conocimiento», destaca Ernesto Colomo.

Estos profesores creen que, después de una etapa en la que la mayoría de los esfuerzos se han centrado en dotar de recursos y herramientas tecnológicas a los centros formativos, el objetivo ahora debe ser «seguir avanzando en la investigación con tecnología educativa, mejorar la competencia del profesorado para que sepa qué es lo que puede hacer con esas tecnologías en su aula y cómo implementarlas para mejorar el proceso de aprendizaje».

El máster no eludirá tratar el mal uso de la tecnología en el ámbito educativo, que está causando tanto situaciones de acoso como adicciones: «Vamos a dar herramientas a los docentes para que sepan cómo utilizar de forma positiva y enriquecedora esa tecnología».

Primero, la pedagogía

Por supuesto, la inteligencia artificial, que ha abierto un debate sobre cómo usarla en la escuela, está presente también en los contenidos de esta propuesta formativa de la UMA y la UNIA.

«El tema es que los docentes seamos capaces de preparar actividades que integren esa tecnología pero en las que el valor sea la masa gris de nuestros alumnos», subraya Julio Ruiz Palmero, vicerrector de Innovación Educativa y Campus Virtual de la UNIA.

Por eso es tan importante «formar al docente en cómo puede sacar beneficio o qué puede sacar del uso de la inteligencia artificial o de cualquier tecnología».

Aunque siempre teniendo claro que lo digital «no es lo primero». «Lo primero es la pedagogía y cómo implementamos esa tecnología haciendo uso de metodologías correctas», destaca Ruiz Palmero.

Para impulsar aún más la formación tecnológica de los profesores, la UMA y la UNIA se plantean ampliar el número de plazas de este máster el próximo curso y también pondrán en marcha un Doctorado en Tecnología Educativa.

Una herramienta formativa que estará bajo el paraguas del nuevo Instituto Andaluz de Investigación en Tecnología Educativa, cuya memoria se está terminando ahora y que se presentará antes de final de año.

«En este instituto participarán todos los grupos de investigación de tecnología educativa de la universidad del sistema público andaluz», explica Ruiz Palmero.

Y un tercer elemento en la misma línea será el Centro Especializado en Tecnología Inteligente para la Educación, que pondrá en marcha también el próximo año la Universidad Internacional de Andalucía.

Será un centro con sede en Málaga que «busca transferir los resultados de los grupos de investigación y del instituto al resto del sistema educativo público, no solo a la educación superior». «Un referente en Andalucía porque va a ser el primero que exista», añade el vicerrector de la UNIA.

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