Emblemas y blasones malagueños

Blasón obispo Fray Bernardo Manrique

Fray Bernardo Manrique ocupó la mitra de Málaga, por poderes, tras la mediación del arzobispo de Granada

Encaminó todos sus esfuerzos en la lenta construcción de la Catedral de Málaga y contribuyó a esta causa, con sumas de dinero y joyas de su propio patrimonio

El blasón del prelado palentino Bernardo Manrique, se encuentra alojado en la fachada de la entrada al patio de los Naranjos o de las Cadenas.

El blasón del prelado palentino Bernardo Manrique, se encuentra alojado en la fachada de la entrada al patio de los Naranjos o de las Cadenas. / Álex Zea

Antonio Lara Villodres

Antonio Lara Villodres

Fray Bernardo Manrique nació en la villa palentina de Aguilar de Campóo hacia el año 1500. Fue hijo ilegítimo de García Fernández Manrique, primogénito del conde de Castañeda, primer marqués de Aguilar de Campóo, tercero de Castañeda y Canciller mayor de Castilla, y de su prima hermana María Manrique, hija del conde de Triviño, quien lo adoptó como si fuera suyo.

Por otro lado, nuestro insigne historiador agustino Andrés Llordén, en su trabajo sobre los obispos de Málaga, nos dice que: García Fernández Manrique contrajo matrimonio tres veces: el primero con Beatriz de Velasco, el segundo, con una señora portuguesa llamada Brígida de Almada, hija de Juan Báez de Almada y de Violante de Castro y la tercera, con Leonor de Pimentel.

El joven, Bernardo decidió ingresar en la orden de Santo Domingo del Convento de San Esteban, en Salamanca, alejándose así de la Corte y todos los privilegios que le concedía la nobleza por ser hijo bastardo, dejando a su hermano Luis suceder a su padre en el mayorazgo. Dada su esmerada educación y conocimientos, llegó a ser provincial de su orden en Salamanca, y Burgos, y posteriormente, rector del Colegio de San Gregorio en la ciudad de Valladolid.

A la muerte del patriarca de Alejandría y cuarto obispo de Málaga César Riario, ocurrida en diciembre de 1539, la silla episcopal de la ciudad quedó desierta, por lo que el emperador Carlos V lo propuso para que la ocupara, expidiendo Real cédula de nombramiento que había aceptado previamente el Papa Paulo III.

Fray Bernardo Manrique ocupó la mitra de Málaga, por poderes, tras la mediación del arzobispo de Granada y el maestrescuela Antonio de Torres, perteneciente a la Catedral de Granada quien aportó el 4 de mayo de 1541 toda la documentación oficial de su designación, como la real Provisión de S.M, para presentarla ante el cabildo Catedral, tomar posesión en su nombre y prestar juramento. El cortejo iba acompañado del cabildo en pleno y justicias así como un grupo de caballeros capitulares oficiantes en la ceremonia de toma de poder, de la diócesis malagueña.

Desde sus primeros días en la prelacía malagueña encaminó todos sus esfuerzos en la lenta construcción de la Catedral de Málaga y contribuyó a esta causa, con sumas de dinero y joyas de su propio patrimonio.

Igualmente durante su mandato se llevaron a cabo obras de ampliación del primigenio palacio episcopal lo que dio lugar a un patio central con arcos, al que posteriormente se añadirían más espacios, a ser derribadas casas existentes anexas.

Para aquel proyecto constructivo el nuevo obispo se rodeó de expertos arquitectos y constructores, como por ejemplo: Diego de Vergara, Hernán Ruiz, arquitecto mayor a quien hizo venir para que revisara y diera el visto bueno a las obras de la Catedral o el fraile Martín de Santiago, natural de la isla caribeña de Santo Domingo, al cual el obispo Bernardo lo nombró mayordomo de Fábrica y maestro mayor.

Al parecer unas de las primeras tareas que le fueron encomendadas fue la de realizar el escudo de sus armas y situarlo en el tímpano de la puerta que da acceso al Sagrario, por el Patio de las Cadenas.

blasón obispo Fray bernardo manrique

Blasón obispo Fray Bernardo Manrique en la iglesia del Sagrario. / Álex Zea

El obispo fue un hombre resuelto y gracias a su ardua gestión al frente de su diócesis, emprendió las obras de construcción del palacio episcopal de la villa de Coín, residencia de descanso que sería para todos los obispos que ocuparan la silla episcopal malacitana.

También el prelado Manrique se distinguió por su generosidad ya que efectuó la entrega de una fuerte suma de dinero, como donación, para proseguir las obras de la Catedral que se hallaban paralizadas desde hacia tiempo. Con este aporte económico, recibirían un fuerte impulso.

Sobre el aspecto religioso, Bernardo Manrique emprendió reformas en los Estatutos de la Iglesia en 1543 que posteriormente fueron aprobados el 3 de octubre, y aquel mismo año celebró sínodo. No obstante y tras ser aprobados, un año más tarde, hubo protestas de un grupo de capellanes de la catedral que se sintieron perjudicados en sus derechos.

Al parecer, el obispo no daba una a derecha, ya que también los canónigos, en abril de 1545, protestaron al obispo para que modificara ciertos apartados que no beneficiaban al cabildo.

Una de las capillas más bellas y ricamente costeadas por este prelado en la Catedral fue la que el cabildo catedral le concedió para su enterramiento llamada de Santiago o de la Anunciación, a la cual el obispo Bernardo mandó rodear con una reja de hierro, y varios perfiles de la bóveda dorados y por ello, fue conocida por «la capilla dorada».

El sepulcro en sí, está construido todo él de mármoles de diferentes lugares de la provincia.

En su altar, dentro de una hornacina y bajo un arco de mármol sanguino, luce la imponente efigie orante del propio obispo. A espalda, del mismo material pétreo, se encuentra labrado un Calvario.

El obispo fray Bernardo Manrique, tras 23 años al frente de su diócesis falleció, la mañana del 25 de septiembre de 1564, en su residencia de verano de Coín y fue enterrado en la suntuosa y bella capilla de la Anunciación de la Catedral de Málaga, años después, cuando ésta fue definitivamente finalizada.

Descripción

El antiguo blasón de su familia, que el obispo ordenó colocar en la fachada se distribuye de la siguiente manera:

Escudo partido: de gules, dos calderas jaqueladas de oro y sable en palo, con cuatro cabezas de sierpe saliendo de cada lado de las asas, dos hacia adentro y dos hacia afuera, por Manrique de Lara. 2º, cuartelado en frange: 1º, de gules un castillo de oro, por Castilla; 2º y 3º, de plata un león de púrpura, por León; y 4º, de oro, un águila de sable, por Suebia; bordura general de plata con ocho armiños de sable, por el señorío de Castañeda.

Al timbre capelo de sinople y las borlas del mismo esmalte, distintivos propios de su dignidad.

Localización

El blasón del prelado palentino Bernardo Manrique, se encuentra alojado en la fachada de la entrada al patio de los Naranjos o de las Cadenas.

En ella, destaca sobre la clave de un arco de medio punto, en mármol blanco, un putti, alegoría renacentista de cambios en la Iglesia. Catedral de Málaga.