Crónicas de la ciudad

De una vista de la Málaga del XVIII localizada en Bruselas

El académico Francisco Cabrera recordó en una conferencia en el Ateneo el descubrimiento en Bélgica en 1994 de una vista inédita de Málaga. 

Vista de Málaga y su puerto, del cartógrafo francés Jacques Chereau, el documento localizado por Francisco Cabrera y publicado en 'Monumenta Cartographica Malacitana'

Vista de Málaga y su puerto, del cartógrafo francés Jacques Chereau, el documento localizado por Francisco Cabrera y publicado en 'Monumenta Cartographica Malacitana' / L.O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado jueves, el académico de Ciencias, San Telmo, de la Historia y de las Buenas Letras de Antequera, Francisco Cabrera, impartía una conferencia en el Ateneo, organizada por la Vocalía de Patrimonio Marítimo, en la que sobrevolaba los siglos para hablar de la evolución de Málaga en relación con el mar, su puerto y su industria.

Acompañado por imágenes que iba proyectando, una de ellas se la debemos a sus desvelos como buscador cartográfico, disciplina que hoy se solventa, en la mayoría de las ocasiones, con un clic de ratón y un correo electrónico en el que se solicita ‘la pieza’. Sin embargo, hasta no hace muchos lustros dar con un plano implicaba la visita in situ y en ocasiones, un auténtico descubrimiento.

Es lo que pasó con esta vista de Málaga y su puerto, que Francisco Cabrera reprodujo más tarde en el libro coescrito con el también académico Manuel Olmedo, ‘Monumenta Cartographica Malacitana’.

Manuel Olmedo, Francisco Cabrera y Felipe Foj, en el acto del Ateneo la pasada semana.

Manuel Olmedo, Francisco Cabrera y Felipe Foj, en el acto del Ateneo la pasada semana. / A.V.

La vista en cuestión la localizó en 1994 en la Real Biblioteca Albertina de Bruselas. Como recordó durante la charla, le entregaron una carpeta «rodeada de las mordidas de los xilófagos» y en su interior un doble folio del que al abrirlo «empezó a caer el polvo», señal de que «aquello hacía 300 años que no se abría porque quién iba a ir de Málaga a la Real Biblioteca de Bruselas a buscar un plano».

Gracias a la curiosidad de este malagueño, hoy es una de las vistas más conocidas de la Historia de Málaga y forma parte de nuestro patrimonio, aunque físicamente se conserve en Bélgica.

Fue realizada por el cartógrafo francés Jacques Chereau a comienzos del XVIII, una época plausible porque, por entonces, durante la Guerra de Sucesión Francia era aliada y era más fácil el desplazamiento de grabadores franceses a los puertos españoles, precisaba ayer a esta sección Francisco Cabrera.

El cartógrafo plasmó la catedral de entonces, que sólo tenía en pie la parte renacentista, la de la girola e ‘inmediaciones’, pues la parte barroca, recordó Francisco Cabrera, no se acordó realizar hasta 1719 y fue levantada de la plaza del Obispo hacia adelante, hasta juntarse con la parte renacentista. De idéntica guisa a este grabado aparecía por cierto el Templo Mayor, comentaba a este periódico el arquitecto Luis Ruiz Padrón hace unos años, en una vista de Málaga de 1661. que se conserva en el Museo Británico.

La Catedral, en el grabado francés.

La Catedral, en el grabado francés. / L.O.

El señor Chereau, eso sí, fue más que optimista pues ya por entonces pintó nuestra Catedral con un tejado. Como recordaba nuestro académico, 300 años después, el Templo Mayor sigue sin él. Ya queda menos, dicen. 

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