Hermanos de San Juan de Dios: un siglo de servicio a Málaga en la calle Alcazabilla

En las alturas de la antigua finca de San José, la de la familia Heredia, en pleno campo y a las puertas de Málaga, los hermanos de San Juan de Dios llevan un siglo realizando una labor inmensa, con una discreción a años luz de estos tiempos en los que estrenar un abrigo, tomarse una cerveza o la erupción de un grano merece pregonarse urbi et orbi en las redes.  

Los religiosos de San Juan de Dios se han volcado desde su llegada a Málaga en 1923 con quienes, hasta no hace tanto, eran los más olvidados entre los olvidados: personas con deficiencias intelectuales, enfermos mentales, ancianos con la cabeza perdida... 

Y desde hace 32 años, a través del Centro de Acogida de San Juan de Dios, que en pleno casco antiguo de Málaga ofrece techo, comida y cariño a quienes habían terminado viviendo en la calle, presos de adicciones.  

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Dejar atrás el juego y volver a nacer

Un trabajo durísimo frente al que sólo cabe una profunda vocación, eso que se conoce como amor al prójimo y que ellos han puesto en práctica a diario. 

Desde el lunes y hasta el día 20 puede verse en la calle Alcazabilla una exposición centrada en la historia del hoy Centro Asistencial de San Juan de Dios, el antiguo Psiquiátrico de San José.  

En los paneles que jalonan la muestra se han seleccionado fotografías de un siglo de cuidados, con curiosidades como fotos de partidos del Atlético de San José, que estaba formado por pacientes y trabajadores del centro.

Pero también, fiestas de carnaval con cabezudos, visitas de los Reyes Magos, actuaciones musicales, excursiones a la playa o los campeonatos de natación que se celebraban en la gran alberca del sanatorio, sin olvidar las tradicionales ferias que se celebraban en el largo paseo arbolado del Psiquiátrico, una ocasión para que pudieran convivir los pacientes y los vecinos. 

Hay también un importante espacio para los trabajadores del centro: enfermeros, médicos, peluqueros, jardineros, auxiliares, voluntarios, cocineros... que han puesto su granito de arena. 

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La Orden de San Juan de Dios ha ido evolucionando con los tiempos, se ha ido adaptando a lo que mandaba la Psiquiatría a lo largo de este siglo y hoy su centro asistencial es una institución puntera, una de los más importantes de España -además de una de los más bellas-. 

Cuando el firmante peinaba flequillo tuvo la enorme suerte de compartir con otros jóvenes unos años como voluntario en este centro ejemplar y ser testigo del cariño, profesionalidad y la atención reinantes -nada que ver con los tópicos sobre psiquiátricos-. Muchas felicidades por todo un siglo de servicio y entrega. 

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