Málaga se enfrentará a un verano con aún menos médicos para sustituciones

Los meses de verano son siempre complicados a nivel de asistencia sanitaria debido a que los médicos también se van de vacaciones en estas fechas. Tradicionalmente, una parte de estas sustituciones se cubrían contratando a los especialistas que acababan de finalizar su residencia ese año. Sin embargo, este verano de 2024 no podrá ser así debido al desfase en la asignación de plazas MIR que generó la pandemia.

La llegada del Covid-19 provocó que la adjudicación de plazas MIR en 2020 se retrasase hasta el mes de julio y la toma de posesión de las mismas hasta el mes de septiembre, causando así (cuatro años después) un desajuste en la finalización del periodo formativo de la generación de médicos residentes que acaban este 2024. Habitualmente, tanto el comienzo como la finalización del periodo de residencia tenía lugar a finales del mes de mayo, justo al inicio del periodo estival.

Este retraso de cuatro meses provocará, por tanto, que la promoción de médicos que están hoy en su último año de residencia no terminen su formación hasta septiembre, lo cual, según un informe de la Organización Médica Colegial (OMC), puede provocar un problema para la cobertura de ciertas plazas de especialistas durante este verano, una época que es «especialmente sensible» a las necesidades de recursos humanos, puesto que en las zonas tensionadas por el turismo (como Málaga) el periodo de vacaciones de los profesionales sanitarios coincide con un aumento de la demanda asistencial por el incremento de población.

En el caso de la provincia malagueña, este verano contará con cerca de 200 médicos menos para cubrir bajas y sustituciones, ya que esta generación de facultativos (cuya especialización requiere de una residencia de cuatro años) continuará envuelta aún en su periodo de formación y no podrán ser contratados como sustitutos.

«Debido al desfase de acabar más tarde nos vamos a encontrar con el grave problema de que van a faltar aún más médicos para incorporarse en los hospitales o en los centros de salud a trabajar. Y eso va a generar ciertos riesgos», confirma el presidente del Colegio de Médicos, Pedro J. Navarro, que advierte de que lo que no se puede permitir, bajo ningún concepto, es que se adelante la fecha de finalización del programa.

En este sentido, el propio informe de la OMC alerta sobre dos posibles escenarios que podrían generarse para intentar paliar la falta de recursos humanos: que se cambie el itinerario formativo de los residentes de último año, para que puedan cubrir los periodos vacacionales de personal estructural de ciertos servicios; o que se fuerce a finalizar de forma prematura los planes formativos, para que puedan estar disponibles a nivel laboral y cubrir dichos periodos vacacionales como especialistas.

Ambas medidas contravendrían, como resalta el informe, los Reales Decretos 1146/2006 y 183/2008, donde se recoge el derecho de los médicos residentes a que se cumpla su programa formativo, y donde no se contempla las necesidades asistenciales de un servicio como motivo de finalización del contrato de residencia.

«El residente tiene que hacer su programa completo, no puede acabar dos o tres meses antes», insiste el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, que hace hincapié en la importancia de cumplir con la rotación y completar el programa, que está tipificado y «muy medido» por una unidad docente, para que cuando salga un residente se tenga la garantía de que ha pasado por todas las áreas necesarias de su especialización.

Escenarios posibles

El informe de la OMC (Desafíos críticos en la formación médica especializada 2024. Informe sobre la crisis de RRHH y el final del periodo de residente en el verano de 2024) advierte también de que, además de la falta de médicos para cubrir el periodo vacacional, este desfase podría ocasionar una ausencia de garantías de aprendizaje de los médicos residentes, al haber un déficit de supervisión o al poder verse forzados a realizar funciones que no se corresponden a su grado de responsabilidad.

Por su parte, Navarro recuerda que este problema se suma al de los médicos que se jubilan en los próximos años y para los que no hay relevo, debido al «desfase entre la programación estatal de los médicos que se jubilan y los médicos que se incorporan. Por lo que vamos a tener unos años bastante problemáticos», afirma el presidente del Colegio de Médicos.

Respecto a posibles soluciones, Navarro apuesta por reforzar las plantillas con facultativos de otras zonas e intentar negociar con los médicos para que no todos se vayan en los meses de verano, pero, sobre todo, insiste en intentar, con las medidas que sean, «que las plantillas estén lo más equilibradas posible para que el trabajo se pueda realizar con total normalidad, sin tener que disminuir a asistencia sanitaria».

Andalucía pide a la ministra medidas para solucionar la situación

La consejera andaluza de Salud , Catalina García, envió ayer una carta a la ministra de Sanidad, Mónica García, trasladándole, entre otras cuestiones relacionadas con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que tendrá lugar el próximo 9 de febrero, su preocupación ante la finalización del periodo formativo de los residentes actuales en el mes de septiembre, puesto que, a su juicio, «debe ser motivo de análisis y acuerdo».

Aunque en la misiva se señala que esta situación de retraso viene condicionada por la necesidad que tuvo en su momento el Ministerio de alterar el calendario de proceso de adjudicación de plazas y de inicio del proceso formativo ante la crisis derivada por la pandemia de la Covid-19, argumenta que «esta demora supone una importante restricción a la capacidad de contratación de nuevos especialistas para el próximo verano.

Una situación que, según subraya la consejera, no solo afecta a la Atención Primaria, sino a todos los residentes MIR de la promoción 2019-2020 de todas las especialidades. Por ese motivo, y dada la especial incidencia que tendrá en la Atención Primaria, le ha solicitado a la ministra que eleve al pleno del CISNS «una propuesta que analice y aborde esta situación y establezca medidas para solventarla».

En este sentido, la Consejería confía en que desde el Ministerio pueda evaluarse su propuesta y sea aceptada «en beneficio de todos los sistemas sanitarios de nuestro país».