Frenazo en seco del Málaga CF en Melilla (1-0)

Partido señalado y frenazo en seco. No pudo salir peor el Málaga CF ante un Melilla que hincó el diente en una segunda parte para olvidar por completo de un equipo que, internamente, aspira a ser el mejor de la segunda vuelta. Sin embargo, ni puede ni debe ser este el camino tras dejar a Siddiki completamente solo (1-0) en un partido marcado por el terreno de juego y también, por desgracia, por las decisiones arbitrales. Ni racha ni nada.

Primera RFEF... de verdad

Fue un partido puro y duro de Primera RFEF porque el estado del césped del Álvarez Claro dejó bastante que desear. Ya se sabía, pero una cosa es saberlo y otra cosa muy distinta ver cómo de difícil fue dar tres pases seguidos. Así estuvo el partido durante los 90 minutos. Ahora bien, pudo haber cambiado en un inicio si el colegiado hubiese pitado un muy claro a penalti a Roberto tras ganarle la posición al central melillense, que le derribó por la espalda. Pues eso... un partido de Primera RFEF. 

Fue local el primer tiro a puerta, pero lo cierto es que los de Pellicer comenzaron a entrar en el partido conforme avanzaron los minutos, a pesar de la poca continuidad futbolística. Eso sí, la conexión Gabilondo-Ferreiro en banda derecha ya dio buena muestra del filón que tienen ahí los blanquiazules. 

No obstante, llegó desde la banda izquierda la gran ocasión de peligro. La centró Víctor y Juande, encarnado en la figura de Roberto, remató en el área pequeña con la zurda obligando a Montoya a una gran estirada. Fue la primera del cordobés y no la única porque en ese córner también cabeceó el balón, aunque sin tanto peligro. Fueron los mejores minutos de la primera mitad -y del partido- con llegadas muy serias.

Ahora bien, poco duró. Hay ingenieros que han tenido que hacer exámenes mucho más fáciles que la prueba a la que se enfrentó Manu Molina para calcular el bote del balón en cada uno de sus desplazamientos. Con esa eterna lucha y dos entradas muy duras a Roberto y Gabilondo terminó la primera mitad.

Segunda parte nefasta

Cambió el Málaga CF tras el descanso. No solo entró Kevin por Víctor -amonestado-, sino que las líneas subieron varios metros conectando más con Roberto y los laterales muy arriba. Todo parecía ir bien, pero, como si de tocar un botón se tratase, se hundieron los blanquiazules en cinco minutos para olvidar. Primero fue José Enrique el que falló a puerta vacía, con Herrero ya vencido. Y después fue Sergio Pérez, tras un error garrafal de Gabilondo, que arregló a medias, el que se encontró con el portero blanquiazul en un intento de vaselina.

No tardó nada Pellicer en agitar el árbol con las entradas de Dioni y Larrubia por Dani Lorenzo y Ferreiro. Dos revulsivos que no evitaron un apagón para presentar a un equipo absolutamente desconocido. Se creció el Melilla aupado por su afición y la terminó por levantar de sus asientos. Siddiki, que acababa justo de entrar, remató una falta completamente solo para adelantar a los locales (1-0). Ahora bien, en un posible fuera de juego. Pues eso... un partido de Primera RFEF.

A la desesperada, entraron Javier Avilés y Juan Hernández. Toda la artillería blanquiazul estaba sobre el césped, pero es que al Málaga CF le costó superar con estabilidad el centro del campo. Poco mereció la segunda parte y poco tuvo. Dispuso de una buena acción Avilés, pero decidió mal. Tuvo una buena oportunidad también Larrubia apara abrir el juego, pero decidió mal... Era un buen equipo el de Martiricos para remontar, pero le superó la presión.

Oportunidad perdida

Así, y maniatado por un Melilla dominando los últimos compases del partido, tropezaron los de Pellicer. Por cierto, una derrota que aún tiene peor sabor de boca después de los empates del Castellón ante el Ceuta (2-2) y del Ibiza ante el Atlético Sanluqueño (0-0). En definitiva, gran ocasión pérdida. La semana que viene, contra el Recreativo de Huelva. Partido clave.