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Fundatul: Un SOS desesperado

La Fundación que tutela a personas con más de un 33% de discapacidad hace un llamamiento desesperado ante la imposibilidad de obtener ingresos como consecuencia de las limitaciones y los efectos de la pandemia de coronavirus

Una monitora enseña a una alumna de Fundatul a colocar las tazas. | L.O.

Una monitora enseña a una alumna de Fundatul a colocar las tazas. | L.O. / josemi sepúlveda. marbella

Josemi Sepúlveda

Josemi Sepúlveda

El Covid-19 se ha llevado por delante todo tipo de proyectos personales y colectivos. La vida en muchos casos. En estos últimos meses del año vivimos la etapa en la que, tras superar lo peor de la pandemia, hacemos lo posible y lo imposible por recuperar la antigua normalidad. En San Pedro Alcántara la ONG Fundatul, -que tiene como objetivo el ejercicio de la tutela, protección, formación, asistencia personal y de trabajo con apoyo a personas discapacitadas física y/o psíquicamente-, intenta sobreponerse a esta situación haciendo un llamamiento a particulares y empresas ante su delicada situación económica.

La fundación atiende a personas con distintos grados de discapacidad, siempre a partir de una discapacidad reconocida del 33%, que dependen directamente e indirectamente de la asistencia de esta organización.

Desde 1997, Fundatul desempeñan una importante labor en los ámbitos territoriales del Campo de Gibraltar, la Costa del Sol Occidental y la Sierra de las Nieves atendiendo a estas personas con algunos de sus programas, siempre a partir de los 17 años. «Tras estudiar y valorar cada caso se diseña un programa adecuado que se puede alargar hasta el final de sus días, si fuera necesario, por asignación del juez a través de la tutela, curatela, defensa judicial y defensa de hecho. Con servicios de asistencia personal, apoyo, ayuda y ajuste, siendo la persona la que toma decisiones sobre su forma de vida libre y autónomamente», explica María José Pando, gerente de Fundatul.

Solo en lo que va de año se han beneficiado de alguno de estos programas aproximadamente un millar de personas. «Actualmente tenemos a más de 30 familias que están en lista de espera para que su familiar con diversidad funcional pueda entrar en los programas de formación prelaboral y empleo con apoyo», explica María José Pando. Además, Fundatul da empleo a 23 personas que si la ONG fracasa perderán sus puestos de trabajo.

Por si fuera poco la situación monetaria por la que pasa esta fundación, el pasado 19 de noviembre robaron en su sede el efectivo para gasto corriente, un ordenador portátil, 50 décimos de lotería y la recaudación de otros tantos décimos ya vendidos.

Tanto la presidenta de la entidad, Remedios del Río, como la gerente, María José Pando, hacen un llamamiento a aquellas personas, empresas o entidades para que ayuden a reflotar a Fundatul. «Estamos a punto de la quiebra técnica. Los fondos públicos con los que se cuenta a través de las distintas subvenciones siempre son insuficientes y no cubren todas las necesidades por lo que los fondos propios se hacen indispensables para llevar a cabo nuestra misión. La crisis provocada por la Covid-19 ha afectado también a la economía de empresas privadas que financiaban alguno de nuestros proyectos a nivel privado y a la economía familiar de muchas personas que por necesidad han tenido que hacer recortes en sus gastos para poder sobrevivir, con lo cual también nos ha afectado a nivel socios y donantes».

A esto se le ha sumado, este tiempo atrás, la imposibilidad de realizar eventos a través de los cuales conseguir fondos para la fundación, como las tradicionales cenas benéficas.

Los pocos recursos con los que cuentan en estos momentos están ya mermando los servicios y al número de personas que atienden. El pasado 29 de octubre se recuperó, tras la mejora de las condiciones de la pandemia, una de las acciones que permiten autofinanciarse a través de las comidas o cenas solidarias. El hotel Anantara Villa Padierna Palace celebró una cena a beneficio de la entidad superando los 200 comensales «lo que nos va ayudar pero es insuficiente para cubrir los servicios mínimos, continuar nuestra labor y llevar a su finalización proyectos tan importantes como el programa de empleo con apoyo: y es que una vez que la persona con diversidad funcional es contratada, necesita un periodo de adaptación para poder sentirse parte de la maquinaria. Todo este proceso se realiza con un preparador laboral que lo acompaña y sirve de apoyo tanto para la persona como para el resto de la plantilla de la empresa; o los programas de formación específica, que son cursos con metodología especialmente diseñada para personas con discapacidad intelectual», explican las responsables de la fundación.

Hay distintas vías para ayudar a esta ONG con serios problemas para subsistir y evitar su desaparición después de más de 24 años de actividad. Para ello la entidad pone a disposición el número de teléfono 942 78 54 09 y la dirección de correo electrónico info@fundatul.org. «Sin vuestra ayuda fundatul no sería posible, y ahora más que nunca os necesitamos».