Torre del Cable

El Cable encalla en la burocracia

La confusión de administraciones y los procedimientos administrativos demoran la cesión al Ayuntamiento de Marbella y los trabajos de mejora de uno de los últimos vestigios del pasado minero del municipio

La Torre del Cable, recuerdo del pasado minero de Marbella, frente a la playa de la que recibe su nombre. | L. O.

La Torre del Cable, recuerdo del pasado minero de Marbella, frente a la playa de la que recibe su nombre. | L. O. / marcel vidal. marbella

Marcel Vidal

Los trámites para rehabilitar la Torre del Cable, memoria del pasado industrial y minero de Marbella, y culminar la cesión de su gestión al Ayuntamiento han encallado en la burocracia y la maraña de administraciones con competencias sobre un vestigio de cuyo estado de deterioro alertan diferentes colectivos sociales del municipio.

El Ayuntamiento de Marbella asegura que prepara una documentación para solicitar al Gobierno central la concesión administrativa de la torre, construida en 1957, y garantizar su mantenimiento.

La solicitud de la concesión contará con un estudio sobre el estado en el que se encuentra la infraestructura que el Ayuntamiento encargó a una empresa especializada a la que contrató el 3 de marzo de 2021. La firma, a su vez, solicitó al Consistorio un informe técnico y fotográfico que elaboró la unidad acuática de Bomberos de Marbella.

El Ayuntamiento aseguró en abril que confiaba en poder hacerse con la concesión de la torre una vez que contara con el estudio que iba a recoger las medidas necesarias para rehabilitar la estructura.

Sin embargo, el Gobierno central asegura que el Ayuntamiento se interesó por recuperar la torre «hace años» y que el Consistorio y la Demarcación de Costas llegaron a un acuerdo por el cual el ente que pertenece a la administración central ejecutaba diferentes actuaciones de mejora en la infraestructura, mientras que la administración local se comprometía a solicitar a la Junta de Andalucía la concesión para su futuro mantenimiento.

«Costas ha cumplido con su parte, pero es el Ayuntamiento el que debe solicitar la concesión a la Junta. La titularidad es de Costas, pero la concesión es de la Junta», señala la Subdelegación del Gobierno central en Málaga.

«Por parte de Costas, están todos los informes favorables para que se dé la concesión al Ayuntamiento, pero lo tiene que solicitar a la Junta. Es la Consejería de Medio Ambiente a la que tiene que dirigir la solicitud de la concesión», agrega.

Por su parte, IU asegura que fue en 2017 cuando el Ayuntamiento -entonces gestionado por el PSOE, la coalición de izquierdas y OSP- inició la solicitud para hacerse con la gestión de la Torre del Cable, ubicada a unos 400 metros en el interior del mar frente a la playa de la que recibe su nombre.

«No entendemos por qué repiten todo el proceso que dejamos hecho. Tuvieron tiempo desde su regreso al gobierno tras la moción de censura -en el verano de 2017- para seguir el trabajo donde lo dejamos. Se están dando pasos atrás como los cangrejos», señala la coalición de izquierdas.

El equipo de gobierno, agrega la coalición de izquierdas, pretende «hacer publicidad» de un acuerdo que, señala IU, fue ella la que lo logró cuando gestionada la Delegación de Sostenibilidad del Ayuntamiento.

Trabajos de saneamiento

La coalición de izquierdas recuerda que, tras años de denuncia sobre el estado de deterioro del vestigio minero, presentó una moción al Gobierno central en 2013 -entonces liderado por Mariano Rajoy- que, años más tarde, posibilitó la ejecución de unos trabajos de saneamiento sobre la estructura.

Las actuaciones de mejora comenzaron a inicios de julio de 2017 y contaron con una inversión de 130.000 euros.

Las actuaciones se iniciaron con el montaje de una plataforma de seguridad adosada a la estructura desde la que poder limpiar y sanear una torre a través de la cual las embarcaciones cargaban el mineral que se extraía de la Mina del Peñoncillo sin tener que atracar en tierra.

Las actuaciones impulsadas por el Gobierno central y ejecutadas durante tres semanas a través de barcazas se desarrollaron en la parte superior de la torre y sirvieron para eliminar la pintura de la base de la torre que no se había sustituido desde hacía años y reforzar elementos y retirar los que entrañaban un peligro de desprendimiento ante su mal estado de conservación.