Cultura

El rey Fernando el Católico vuelve a conquistar Marbella

Cerca de 50 figurantes participan en la recreación histórica, entre ellos el propio monarca; su hombre de confianza, Pedro de Villandrado, conde de Ribadeo; o Mohammad Abuneza, el alcaide musulmán que gobernaba Marbella y los municipio de su área de influencia cuando las tropas cristianas conquistaron la ciudad en una jornada en la que no se derramó sangre

El Instituto Fernando El Católico recreó ayer, con motivo de la Feria en honor al Patrón San Bernabé, la jornada en la que el monarca aragonés entró en Marbella, el 11 de junio de 1485

El alcaide musulmán de Marbella entrega las llaves de la ciudad al rey Fernando el Católico. | L.O.

El alcaide musulmán de Marbella entrega las llaves de la ciudad al rey Fernando el Católico. | L.O. / marcel vidal. marbella

Marcel Vidal

Hace más de cinco siglos, mandó instalar sus reales en un río ubicado a una legua de distancia de Marbella. Desde entonces, ese río pasó a llamarse Río Real.

Ayer, en la recreación histórica que organizó el instituto cultural que lleva el mismo nombre que el monarca, el rey Fernando El Católico habilitó su campamento en el Casco Antiguo, intramuros de la ciudad, pero con un mismo objetivo; arrebatar el municipio a los musulmanes e integrarlo a las coronas de Castilla y Aragón.

La toma sin sangre de la ciudad que se recordó ayer con la participación de cerca de 50 figurantes y seis caballos se produjo un 11 de junio de 1485, día de San Bernabé, Patrón desde entonces de Marbella.

Acompañado de su tropa y su séquito, en el que se encontraba su hombre de confianza, el conde de Ribadeo, el monarca accedió a la plaza de la Iglesia, donde ayer, como hace 500 años, estaba el alcaide musulmán de la ciudad, Mohammad Abuneza.

Las negociaciones sobre la rendición de Marbella que mantuvieron durante los días previos el conde de Ribadeo y el alcaide musulmán se demoraban y Fernando, que aguardaba noticias en sus reales, estaba impaciente por avanzar hacia Fuengirola y consolidar el cerco a Málaga.

Una cruz ubicada en la calle Málaga, próxima al Casco Antiguo, señala el emplazamiento en el que, según la tradición, Fernando recibió las llaves de Marbella y se inclinó de rodillas para agradecer a Dios la toma de la ciudad sin derramamiento de sangre.

Otra de las huellas visibles del paso de los Reyes Católicos por Marbella es el Hospital de La Misericordia, al que los monarcas le dieron el privilegio de Real. El edificio se construyó por orden de Isabel la Católica para atender a los viajeros que llegaban al municipio o los enfermos que no vivían en la ciudad.

La jornada, incluida en el programa de actos de la Feria de San Bernabé patrón, contó también en la plaza de Los Naranjos con una recreación de la investidura como caballeros de dos nobles -uno de ellos, Gonzalo de Cartagena- que hizo Fernando de Aragón en una batalla librada en la localidad castellana de Toro.

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