Medioambiente

Paralizan la construcción de un chiringuito de grandes dimensiones en San Pedro

La Junta deniega a una empresa una concesión con la que pretendía ocupar una superficie de 300 metros cuadrados para construir un establecimiento junto a la desembocadura del río Guadalmina

La playa de Guadalmina, en una imagen de Ecologistas Malaka.

La playa de Guadalmina, en una imagen de Ecologistas Malaka. / L. O.

La Junta de Andalucía ha denegado a una sociedad una concesión para ocupar unos 300 metros cuadrados de superficie y construir un establecimiento de playa en la zona costera de Guadalmina, en San Pedro Alcántara.

La Consejería andaluza de Sostenibilidad y Medio Ambiente señala en una resolución de cinco páginas de extensión y fechada a finales de noviembre, a la que ha tenido acceso La Opinión de Málaga, que el emplazamiento en el que la sociedad pretende construir el chiringuito es «especialmente sensible» y de «especial conservación» y destaca que, en este tipo de entornos, las construcciones tienen que ser inferiores a 70 metros cuadrados de superficie.

«La zona de la desembocadura del río Guadalmina es una zona inestable, regresiva y estrecha y sometida a continuos cambios por encontrarse en una zona donde confluyen influencias tanto fluviales como marinas, lo que provoca la inestabilidad de la misma», recoge la resolución.

«Tal es su inestabilidad que no se considera un espacio seguro para ser ocupado por instalaciones de esta naturaleza», agrega.

¿Dónde lo quiere construir?

El tramo de playa, contempla el escrito de la Junta, carece de dotaciones municipales, como accesos, redes de abastecimiento del suministro eléctrico o de agua o red de alcantarillado al tratarse de una zona protegida.

El proyecto del chiringuito recoge también la construcción de un sótano, «cuestión expresamente prohibida» en la normativa legal, apunta la Junta.

La resolución del Gobierno ejecutivo se produce tras las alegaciones que presentó Ecologistas Malaka contra el proyecto de construcción del establecimiento de playa.

El colectivo ecologista señala que la empresa pretendía edificar en una zona de Dominio Público Marítimo Terrestre -que no se puede ocupar- un establecimiento de unos 500 metros cuadrados de edificabilidad, con una planta baja de 200 metros cuadrados de superficie; una terraza de 70 metros cuadrados; una planta de sótano con una superficie construida de 200 metros; y más 30 metros cuadrados para aseos.

Zona de protección

Además, el emplazamiento previsto por la empresa, la desembocadura del río Guadalmina, es una zona de especial protección por la UE.

«La construcción de un edificio de hormigón con sótano son elementos que rigidizan la costa y dañan su propia dinámica, al tiempo que dificultan enormemente la regeneración del entorno, ya que, al ser obras fijas, hormigonadas y de cimentación, altera profundamente el espacio natural de la playa», señala el colectivo a través de las redes sociales.

«Cuando hay mareas, estas construcciones no amortiguan su alcance, como la arena, sino que que aumentan la energía del oleaje y produce que se pierda más arena», agrega.

La empresa puede interponer, frente a la resolución de la Junta, recurso de reposición ante la Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático de la Consejería de Sostenibilidad.

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