OSP denuncia la demolición de tres naves ubicadas en la finca La Caridad

Opción Sampedreña (OSP) ha denunciado que el Ayuntamiento pretende derribar tres naves ubicadas en la finca La Caridad, la extensión de 80.000 metros cuadrados junto al río Guadaiza intervenida al exasesor de Urbanismo del GIL Juan Antonio Roca en el caso ‘Malaya’, para beneficiar a una empresa que en verano organiza allí conciertos de música.

El concejal de la formación sampedreña Manuel Osorio critica que el Consistorio pretenda eliminar los tres locales para favorecer a una empresa privada, mientras que colectivos sociales de San Pedro carecen de emplazamientos en los que prestar sus servicios.

«La asociación Valores está hacinada en un local y pide más espacios para sus usuarios; la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol se encuentra en la misma situación; Principito tiene que alquilar locales para dar terapias a menores; la Asociación de Sordomudos busca un sitio porque en el que se encuentran ahora, sus usuarios están hacinados en un local más que deteriorado», señala el concejal en un vídeo de un minuto y medio de duración difundido por las redes sociales de OSP.

«El movimiento asociativo de San Pedro se muere por tener espacios y el Ayuntamiento pretende echar abajo tres naves. Hay que aprovechar más los espacios», agrega.

El edil sampedreño destaca que la finca se encuentra en una zona agrícola por lo que, de derribarse las naves, no se podrían reconstruir.

La intención de derribar las naves contrasta, señala el concejal, con la negativa del Ayuntamiento de utilizar parte de la finca para que los usuarios de un polideportivo anexo puedan estacionar los vehículos.

La empresa que organiza los conciertos paga al Ayuntamiento 70.000 euros al año por utilizar la finca La Caridad, «cuando, por tener un quiosco de patatas en la Feria de San Pedro, que dura una semana, se paga hasta 10.000 euros», señala el edil, que baraja la posibilidad de elevar a pleno una propuesta para pedir a la Corporación municipal que mantenga unas naves que se caracterizan por un marcado estilo andaluz.

«Estas naves no se pueden echar abajo. Toda esta finca la tiene que aprovechar San Pedro. No podemos ponerle a una empresa privada un puente de plata. Es inconcebible», apunta.

Preguntado al respecto, el equipo de gobierno ha declinado ofrecer su versión.

La finca La Caridad es uno de los símbolos de la depravación al que los gobiernos del GIL sometieron durante años a Marbella, especialmente a través del urbanismo.

En ella, Roca albergaba cuernos de rinoceronte, cabezas de astados, calesas o caballos.

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