Dcoop llevará 60 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas desde Málaga hasta Antequera

Son tiempos duros por la sequía. Pero en época de crisis surgen las nuevas oportunidades. Y en la provincia de Málaga se trabaja de manera pionera en Europa, con Israel o California como modelos productivos allí donde apenas llueve. Así lo demuestra el gigante del aceite de oliva en España, Dcoop, que acaba de constituir una comunidad de regantes para la Vega de Antequera. Unos 1.100 productores garantizarán su futuro con 60 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas que conducirán desde las estaciones depuradoras de Málaga capital. Ese caudal va actualmente al mar después de ser tratado.

Este periódico ha podido ser testigo esta semana de un momento determinante, después de que se haya establecido el calendario de constitución de dicha comunidad de productores. A principios de mayo se cerrará definitivamente el cupo de beneficiarios del proyecto denominado Futuraqua, que de momento incluye la dotación de riego de unas 34.000 hectáreas de superficie dedicadas al olivar.

Los técnicos de Dcoop fijan en unos 700 millones de euros el presupuesto de una iniciativa que incluye una doble tubería entre Málaga y Antequera. Una de ellas será destinada a las aguas grises, a emplear en los cultivos, y lo que socialmente atrae a alcaldes de hasta 14 municipios, la segunda podrá conducir en un futuro agua potable o procedente de las desaladoras de litoral, con lo que estaría garantizado a largo plazo el suministro de agua en todo el interior de Málaga.

Dcoop: un gigante del aceite de oliva que resiste la sequía

Mejorar la producción

El gerente de la Federación de Cooperativas Agrarias, el ingeniero Carlos Cintas, alega que esta iniciativa dio sus primeros pasos hace dos años y medio y se calcula que cuando se ponga en marcha permitirá incrementar en unos 30 millones de kilos de aceite la productividad de la comarca antequerana. Ese montante permitirá crecer a Málaga en este sector en unos 150 millones de euros anuales. Son cifras de vértigo que atestiguan lo revolucionario del proyecto.

«A los malagueños y millones de turistas que cada año visitan la Costa del Sol también les beneficia muy directamente este proyecto, porque esos 60 hectómetros actualmente terminan en el mar con determinados sedimentos. Vamos a conseguir que las aguas del mar estén más limpias, con lo que contribuimos a mejorar la sostenibilidad en la provincia», expresa Cintas.

El sistema hídrico deberá salvar un desnivel geográfico de unos 500 metros de altitud, pero incluirá sistemas de energía renovables para potenciar su sostenibilidad, como subrayan estos expertos. De momento, dos de las EDAR de Málaga generan aguas aptas para el regadío. La del Peñón del Cuervo ya abastece al subtropical de la comarca de la Axarquía. La otra en funcionamiento vierte al año unos 55 hectómetros cúbicos, el consumo de agua de la capital, directamente al mar. Los otros cinco hectómetros hasta llegar a ser 15 en un futuro los aportaría una tercera EDAR que deberá ser aún adaptada.

La Junta aporta a la Axarquía 3 hectómetros cúbicos más de aguas regeneradas para regadío

Nuevos apoyos

Con el beneplácito de la Junta de Andalucía, la cooperativa Dcoop trabajará durante los próximos meses en añadir aliados, como la Diputación de Málaga, para garantizar los fondos europeos que hagan posible esta iniciativa. Pero lo cierto es que la comarca antequerana está muy ilusionada con el proyecto. Así lo han atestiguado los propios consistorios consultados este jueves. El acuífero cada vez tiene un nivel más bajo, pese a que las últimas lluvias han marcado un punto de inflexión, de manera que Futuraqua servirá de manera indirecta a medio y largo plazo para garantizar el estado óptimo de parajes medioambientales de la importancia de la Laguna de Fuente de Piedra.

Otro beneficio añadido al que se refieren los propios responsables de Dcoop es el relativo a los potenciales regantes del cauce bajo del Valle del Guadalhorce. «Hablamos de un proyecto integral que va a beneficiar directa o indirectamente a cerca de dos millones de habitantes que constituyen la población empadronada en la provincia. Además, vamos a permitir de manera activa que decenas de pueblos puedan frenar su despoblación», concluye Carlos Cintas.

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