Opinión | Zona Press

Gracias Pedro

Hace unas semanas me llamó mi amigo Pedro Ramírez. Me contó que en Málaga se iba a celebrar un torneo internacional de baloncesto para veteranos y que Juanma Rodríguez, director deportivo del Unicaja, se había puesto en contacto con él para que dirigiera el equipo + 35 que Unicaja iba a inscribir para esta competición, que era todo un campeonato de Europa. Pedro me llamaba para ver si me apetecía acompañarle en esta aventura.

La verdad es que no lo pensé. Antes de que me explicara todo ya le había dicho que sí. Y no lo hice porque sea mi amigo. Tampoco porque él necesite que nadie le ayude para dirigir un equipo de baloncesto. Lo hice porque iba a aprender otra vez más del mejor como cuando tenía 20 años y compartí horas de cancha con él. Sin duda, de todas las personas que nos subimos a esta aventura, tenía claro que yo sería el que más provecho iba a sacar a la experiencia.

Es cierto que también me hacía ilusión volver a compartir cancha con todos los jugadores que formaban el equipo y a los que he tenido el honor de entrenar cuando todos éramos más jóvenes. El equipo que se formó era top. Top en el conocimiento del juego y top en la calidad humana.

Ha sido increíble ver la implicación de todos en cada entreno, la ilusión que todos han transmitido en el proyecto. Y ha sido divertidísimo verles jugar otra vez. Pero lo que me llevo es ver cómo Pedro ha conseguido el respeto de todos los jugadores, cómo le escuchaban en cada reunión, corrillo o corrección. Ha conseguido que tíos de 40 palos ya se pusieran a defender, a correr y a compartir el balón hasta el punto que en algún contraataque el balón iba más rápido que sus piernas porque daban pases como cuando eran cadetes y, claro, no llegaban a cogerlos...

Pedro ha conseguido implicar a todos, que todos se sintieran importantes y necesarios, que no hubiera nadie que pudiera decir que no aportaba nada al juego del equipo. Ha tratado a todos con la máxima exigencia y con el máximo respeto, cuidando de ellos para que ninguno se lesionara. Y claro, la respuesta de todos ha sido ese mismo respeto y no dosificar ningún gramo de esfuerzo en cada partido.

Sus charlas antes de los partidos han sido un lujo de saber qué decir y cómo decirlo para que su equipo saliera a la cancha con la mayor motivación pensando solo y exclusivamente en ganar. Pero no en ganar de cualquier manera. Ganar defendiendo, corriendo y compartiendo el balón. Y por supuesto, con la libertad suficiente para que todos los jugadores pudieran desarrollar su mejor baloncesto.

El equipo ha ido creciendo en cada partido. Cada vez defendían mejor, cada vez corrían más y con mayor sentido. Ellos creaban la ventaja y la mantenían a través del pase. Y a través de esa filosofía, con la máxima ilusión y ambición, haciendo todo para ganar, lo que suele pasar si además tienes buenos jugadores es que se gana. Hemos ganado cada partido con una solvencia increíble haciendo buen baloncesto. Las diferencias en el marcador han sido muy grandes pero eso no ha hecho que hubiera ninguna relajación de nadie, Pedro no lo ha permitido. Y de esta manera Unicaja ha sido campeón de Europa +35 en este campeonato FIMBA 2022.

Pedro ha demostrado que el que es entrenador lo es para toda la vida y que sigue siendo un referente para entrenadores como yo, que tuve el privilegio de compartir cancha y vestuario con él cuando no tenía el pelo blanco y que he podido repetir experiencia estas semanas después de tantos años.

Pero lo más grande que tiene Pedro es que es alguien del que no solo aprendes dentro de una cancha. Él es alguien de quien aprender fuera también. Por eso la admiración que muchos le procesamos.

Por todo ello, enhorabuena, Pedro, por ser campeón de Europa +35 y muchas gracias por darme la oportunidad, una vez más, de compartir la experiencia contigo.

Suscríbete para seguir leyendo