CRONICAS DE DON FLORENTINO

Defender la democracia

Pedro Sánchez durante una sesión de control al Gobierno en el Senado.

Pedro Sánchez durante una sesión de control al Gobierno en el Senado. / David Castro

Juan Carlos Padilla Estrada

Juan Carlos Padilla Estrada

Recientemente ha visto la luz un manifiesto realizado por periodistas y colaboradores de distintos medios de comunicación españoles que pretenden alertar a la sociedad sobre lo que consideran una deriva antidemocrática del gobierno, presidido por el señor Sánchez. Mi intención en estas líneas es la de transmitir los argumentos de esta plataforma, que considero sensatos y muy compartibles.

Los firmantes del documento, entre los que se encuentran personas de distintas sensibilidades sociales y políticas, afirman que el gobierno actual ignora voluntariamente los límites marcados por el pacto constitucional con el objetivo de conservar el poder a cualquier precio. Se muestran preocupados por el uso irregular de la actividad legislativa, negociando normas penales con sus violadores y diseñando modificaciones legales que favorecen únicamente a sus socios. Muestran su preocupación por la pretensión del actual gobierno de premiar a los que han cometido graves delitos contra la Constitución, norma que, por si no lo recuerdan, ha demostrado ser una garantía de la convivencia social y la base sobre la que se ha edificado el periodo más largo de estabilidad y prosperidad de nuestra historia reciente.

Están alarmados con la deriva autoritaria de un gobierno que asalta al Tribunal Constitucional y al Consejo General del Poder Judicial para poder, precisamente, derribar el marco constitucional y satisfacer ambiciones disgregadoras de sus socios de gobierno.

Acaban demandando a todos los funcionarios públicos que defiendan el marco constitucional, a la oposición que utilice los mecanismos a su alcance para evitar esta deriva, animan a la sociedad civil a organizar protestas que hagan escuchar la voz de los ciudadanos y a estos a que se movilicen para defender los valores constitucionales en todos los ámbitos. Por último recuerdan que las democracias no mueren cuando sus enemigos tratan de destruirlas, sino cuando los que tienen la obligación de defenderla no cumplen con su deber. Según este manifiesto, nuestro marco democrático de convivencia, plasmado en la Constitución, está en evidente peligro.

Pocas veces hemos tenido un manifiesto tan claro y rotundo en contra de la acción de un gobierno que, a todas luces, antepone intereses espurios de socios improbables, que han demostrado repetidamente su deslealtad, a los generales de un país rico, diverso y orgulloso de una historia reciente de consensos, y acuerdos que nos han deparado una convivencia más que razonable, próspera y pacífica. Que la ambición de unos pocos la ponga en peligro es algo realmente imperdonable.

Firman un buen número de periodistas y colaboradores en los medios de comunicación entre los que yo, modestamente, me gustaría incluirme.

Suscríbete para seguir leyendo