TRIBUNA

Lectura recomendable

Voy a hablar de un libro que no tendrá muchos lectores y, además, la simple recomendación ya será polémica

Javier Fernández López*

A quienes nos gusta leer somos capaces de hacerlo incluso con algún libro difícil. Hago esta introducción para advertir que voy a hablar de uno que no tendrá muchos lectores y, además, la simple recomendación ya será polémica.

Hace unos meses un amigo recibió un libro de esos que se regalan por promoción. Con solo fijar su atención en la portada supo que se habían equivocado ya que no pensaba leerlo y mucho menos recomendar su lectura. Como es amigo de los libros no decidió dejarlo por cualquier rincón del despacho y pensó en regalárselo a alguien que pudiese tener algún interés en él. El título, ‘Generalísimo’, le hizo llamarme y, muy amablemente, hasta me lo acercó a casa. Es a Javier Romero, periodista y buen amigo, a quien debo esa atención. Creo que su compañera, Ana Segura, tuvo algo que ver con todo esto, por lo que también le debo dar las gracias.

Poner esa palabra en el título tiene grandes ventajas: nadie irá engañado a la lectura del libro. Si añado que tiene 494 páginas sé que no habrá más de diez personas dispuestas a adentrarse en el placer de su lectura. A pesar de lo dicho, voy a recomendar el libro.

El autor, zaragozano de nacimiento, Javier Rodrigo Sánchez, es catedrático en la Universidad Autónoma de Barcelona, investigador reconocido en los ámbitos de historia contemporánea española, aunque no sólo, ya que también ha dedicado parte de sus trabajos a otros países. El trabajo es académico, nada de historia novelada, se trata de una biografía.

Sobre Franco se ha escrito mucho, lo cual es lógico pues ha sido protagonista principal de la vida española durante demasiados años. He leído bastante sobre él y tengo como uno de mis libros de cabecera la biografía que escribió Paul Preston, el prestigioso hispanista inglés que tanto ha estudiado para conocer nuestro siglo XX. No sé si es la mejor, pero para mí sí.

Este libro, el de Javier Rodrigo, que estoy recomendando, tiene una estructura clásica, por etapas vitales. Consta de siete capítulos y una coda, con la originalidad de estar titulados con una palabra o expresión muy breve: Paquito, Comandantín, General, Generalísimo, Caudillo, Su excelencia, El jefe del Estado, Criminalísimo, y en una introducción, muy breve en relación con la extensión de la obra, nos explica la razón de hacerlo así, además de citar otras palabras, algunas insultantes, con las que se ha nombrado a Franco a lo largo de los años.

La obra cuenta con algunas originalidades que me hicieron ir avanzando en su lectura hasta llegar al final. La primera es que no aparecen apenas otras personas. Es habitual leer biografías en las que entran y salen continuamente otros protagonistas que ayudan a entender la personalidad y actitudes del biografiado, lo que no ocurre en este libro ya que el único objeto de estudio es Franco, el militar y el político; el joven, adulto, maduro y anciano. La clave del libro es el texto, lo que aparece escrito.

Desconozco las horas que el autor habrá dedicado a elaborar este volumen. Sí me permito afirmar que hoy, con los medios informáticos disponibles, habrá sido mucho menos que hace años. Si nos imaginamos una tesis doctoral con el resultado de lo que podemos leer en este libro, elaborada hace quince años, el tiempo dedicado a la misma se acercaría a los diez años.

El motivo por el que me permito hacer esta afirmación es que el libro está diseñado en base a citas, a frases que otras personas han utilizado para referirse al protagonista. El autor ha tenido que preparar una base documental enorme con casi todo lo que hasta el día de hoy se ha escrito sobre quien se consideraba a sí mismo como caudillo designado por Dios para guiar a los españoles.

A cada paso vamos leyendo citas, a favor y en contra, de cada cuestión que desarrolla el autor. Frases absolutamente disparatadas elogiando cada resfriado que el pequeño general cogía. O, por el contrario, análisis furibundos en contra de su forma de conducir la guerra, por citar un ejemplo. Y aquí está, para mí, el gran mérito de este libro, que debería ser leído por cualquier persona con una cierta curiosidad sobre el personaje. Es muy estimulante ir avanzando en su biografía a través de elogios y ataques, con muy pocas incursiones del autor en opiniones propias, aunque las expone.

Es imposible que una persona a lo largo de toda una vida haga todo bien o todo mal. Incluso para quienes como yo le tenemos una nula simpatía al personaje es interesante descubrir como a lo largo de tantos años ha habido quienes han comulgado con sus ideas y han aplaudido acciones despreciables atribuidas a él o a quienes le obedecían. Saber siempre es bueno y en este libro todos podemos aprender algo.

*Militar, profesor universitario y escritor

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