MÁLAGA DE UN VISTAZO

Clea

Clea tiene color, evocación, ingenio, humor y poesía, como los protagonistas recreados en los sueños

Vista panorámica del litoral de Pedregalejo y El Palo

Vista panorámica del litoral de Pedregalejo y El Palo / Ignacio Hernández

Ignacio Hernández

Ignacio Hernández

Estas primerizas jornadas me conducen a la evocación aún sin saber lo que acontecerá en el transcurso de este año en el cual la incertidumbre, en estos inicios de anuario, lo empantana todo. Busco el bálsamo de la recordación para iniciar este inédito período y me encuentro, súbitamente, pensando en ella. La conocí una noche de verano en un agosto radiante y festivo; ese tiempo cuando esta urbe se mira a sí misma y se viste de atardeceres singulares contemplando la bahía: un horizonte único. Su mirada esencialmente melancólica me iluminaba mi devenir con ella. Clea, así se llama, homónimo de uno de los personajes más vitales que completan la tetralogía de Lawrence Durrell, ‘El cuarteto de Alejandría’, se presentó ante mi orbe para transformarlo en parte con un gesto divertido y su perspicacia ante la realidad, la cual utiliza como un juego de vida. Sus paseos por la playa, emulando a Emilio Prados; revelando jardines cerrados para seguir descubriendo su mundo y el mío.

Transcurrido el tiempo, Clea conserva su rostro enmarcado en un halo de nostalgia que la mantiene especialmente atractiva. Las risas, el caminar coqueto, su pelo negro acastañado la perfilan como un ser quien emociona tras sus pasos, delatando un carácter reflexivo y serpenteante. Clea tiene color, evocación, ingenio, humor y poesía, como los protagonistas recreados en los sueños. Ella aporta sobre todo una dimensión temporal en la vida de quienes la rodean. Te sugiere experimentar la existencia; buscar el arte que todos tenemos dentro; arriesgarte a observar y entender la vida sin el filtro de los protocolos y las exigencias sociales fútiles; a expresarla tal y como es. Una ciudad – Málaga – se convierte en un mundo cuando se ama a uno de sus habitantes, en este caso, a Clea. Salud, lluvia y felicidad. Feliz 2024.