Patrimonio cofrade

Trono de Dolores de San Juan: la fusión de tres grandes artistas

En el diseño del trono de la Virgen de Dolores de San Juan confluyen en perfecta armonía tres artistas. En una primera fase el malagueño Juan Casielles diseñó el cajillo, un proyecto experimental inspirado en el respiradero de un paso de palio sevillano, mientras que el sevillano Antonio Dubé de Luque se encargó de diseñar las ánforas y el palio. En una segunda fase, ya en este siglo, el malagueño Fernando Prini diseñó los paneles ornamentales del cajillo.

La Virgen de los Dolores de San Juan pasa por delante de la iglesia de San Juan en 2022.

La Virgen de los Dolores de San Juan pasa por delante de la iglesia de San Juan en 2022. / Gregorio Marrero

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En el trono de alpaca plateada de Nuestra Señora de los Dolores, que procesiona este Viernes Santo confluyen «tres grandes nombres que casi puede decirse que se fusionan», indica Juan Antonio Sánchez López. 

En primer lugar está el diseño para el cajillo del malagueño Juan Casielles del Nido (1925-1981) junto con el del palio y las ánforas del sevillano Antonio Dubé de Luque (1943-2019). 

Y ya, en una segunda fase en el arranque de este siglo, Fernando Prini (Málaga, 1961) se encargó de diseñar los paneles ornamentales entre 2001-2002, bordados en oro y sedas por Joaquín Salcedo en 2003. 

Hay que recordar que en los años 70 del siglo pasado Dolores de San Juan se «reinventa o reorganiza» y reforma sus estatutos para volver a ser una cofradía no solamente de culto interno sino también de procesión. 

Salida procesional de la Virgen de Dolores de San Juan en 2022.

Salida procesional de la Virgen de Dolores de San Juan en 2022. / Gregorio Marrero

El cajillo lo harán realidad los talleres de Villarreal entre 1983-1985 sobre la base del mencionado diseño de Juan Casielles de 1978, quien esboza «un proyecto experimental, en un paso más firme por la introducción de la estética sevillana: lo que él quiere realmente es conceptualizar y materializar en un trono malagueño el respiradero de malla y orfebrería de un paso de palio de Sevilla, invocando la tipología de los frontales de altar», cuenta el catedrático de Historia del Arte de la UMA.

Los paños de ese respiradero serán de malla bordada en oro, combinada con cartelas centrales de orfebrería que van incorporando los emblemas de la Letanía Lauretana. 

«Realmente sería un respiradero convertido en cajillo», aclara el experto. El diseño de Casielles también ideó pequeñas capillas que se van vertebrando a lo largo de todo el cajillo, en un trono en el que predominan las líneas rectas en alternancia con el movimiento atemperado de las cresterías y remates de las capillas.

El diseño de Dubé

Para Juan Antonio Sánchez López, Dubé es el paradigma del «diseñador cofrade» que sabe qué producto va a triunfar automáticamente en el contexto de la Semana Santa porque sabe responder «al gusto con el que se identifican las piezas de nuevo cuño realizadas artesanalmente para las Hermandades en la época contemporánea». 

En su opinión, el sevillano fue «infinitamente mejor diseñador que escultor». De esta manera, el palio y las ánforas diseñadas para Dolores de San Juan en 1984 y ejecutadas por Villarreal en 1985 armonizan muy bien con el cajillo y se encuentran, sin duda, entre sus mejores creaciones en este campo de la creación artística. 

Detalle del trono de la Virgen de Dolores de San Juan y de las barras del palio.

Detalle del trono de la Virgen de Dolores de San Juan y de las barras del palio. / Gregorio Marrero

La idea del palio es la de un baldaquino con unas barras salomónicas que aportan un contenido movimiento al perfil rectilíneo del trono. Además, un elemento muy llamativo y novedoso es la crestería del palio, con medios frontones curvos, así como las macollas que rematan cada barra de palio, porque Dubé incorporó unos leones rampantes coronados, «inspirados en los esculpidos en piedra por Agustín Victoriano Valero que están en el atrio principal de la Catedral de Málaga»

No menos original es la inclusión en el frente de un ángel corpóreo que sujeta el corazón doloroso traspasado por siete puñales y rematado por una corona y en la parte de atrás, otro mancebo similar portando un ramo de azucenas.

El diseño de Prini

En cuanto a la aportación de Fernando Prini, tuvo el «gran acierto» de diseñar cada paño bordado distinto, respetando la simetría pero en consonancia con el programa iconográfico, pues «cada paño es como si fuera un tapiz que va trazando una especie floral diferente (violetas, azucenas, lirios...) que hacen simbólica referencia a la Virgen». De esta manera, con la conjunción artística de los tres diseñadores la sensación al ver el trono es «de unidad y diversidad al mismo tiempo»

Uno de los paneles de malla bordada en oro fino y cartela de orfebrería.

Uno de los paneles de malla bordada en oro fino y cartela de orfebrería. / La Opinión

Por otra parte, como resalta el profesor, ya desde la primera fase existía la intención de combinar «tonos cromáticos, texturas, etc... buscando una singularidad e identidad propias». 

La iconografía

En lo referente a la iconografía, la Archicofradía siguió el consejo del sacerdote José Diéguez, hermano de la misma, a la hora de determinar el programa a representar en el cajillo. 

De esta manera, en la capilla frontal aparece la escena de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel, un trabajo de Carlos Valle de 1985, que se completa con las restantes miniaturas de imaginería del frontal realizadas por este artista sevillano: San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Lucas y el profeta Isaías

Las imágenes de las capillas son de madera de limonero, que imita al marfil casi sin diferencia visual muchas veces con él e incluso «el acabado puede llegar a ser más perfecto que en este material». 

Para las capillas de los dos laterales, Suso de Marcos esculpió entre 1986-1991 en madera de naranjo y limonero una galería de santos marianos, inspirados en su mayoría en las esculturas ejecutadas por Pedro de Mena para la sillería del Coro de la Catedral