Planificación

Así será el nuevo Unicaja de Ibon Navarro

El técnico cajista y la dirección deportiva encabezada por Juanma Rodríguez buscan jugadores con más físico, más atléticos, con mayor capacidad defensiva y más carácter de los que han formado la plantilla en esta temporada recientemente finalizada

Ibon Navarro y Juanma Rodríguez son los dos encargados de construir el nuevo Unicaja 22/23.

Ibon Navarro y Juanma Rodríguez son los dos encargados de construir el nuevo Unicaja 22/23. / UNICAJAB/FOTOPRESS

Emilio Fernández

Emilio Fernández

El Unicaja de la próxima temporada no tendrá nada que ver con el que terminó la Fase Regular este pasado fin de semana perdiendo en la pista del Breogán de Lugo. El propio presidente, Antonio Jesús López Nieto, aseguró el pasado miércoles que «habrá al menos ocho fichajes» en un mercado estival que se presenta más activo que nunca en las oficinas del club de Los Guindos.

La idea que maneja el club es la de darle un lavado de cara total a la plantilla, no solo en lo que se refiere a nombres, sino también en las características de los jugadores que formen el proyecto 2022/2023.

Se quiere un equipo que juegue un baloncesto totalmente distinto, con otras cualidades. Son ya tres temporadas seguidas de malos resultados, sin cumplir ningún objetivo, una vez que pasó la Copa del Rey de Málaga 2020. El club no se puede permitir otra temporada de transición y la apuesta va a ser dar un giro radical al róster.

Ibon Navarro fue confirmado este pasado miércoles como el entrenador que estará al frente del Unicaja la próxima temporada. Anunciar su continuidad como primera noticia oficial de la postemporada no es algo accidental. Hay que hacer muchas operaciones, de salida y de entrada, y el club ha querido que en esas decisiones sea parte importante también el entrenador, además de la dirección deportiva encabezada por Juanma Rodríguez. Se podía haber esperado a ver la evolución del mercado de entrenadores a lo largo de las próximas semanas, y entonces decidir, pero se ha preferido confirmar a Ibon Navarro en su puesto y que el vasco sea parte activa en la construcción del nuevo Unicaja 22/23.

Navarro y el club tienen las ideas muy claras de las características que tiene que cumplir la plantilla verde a partir del próximo verano. El propio entrenador, en un par de entrevistas recientes, aseguraba «no estar cómodo» con la plantilla que tenía a sus órdenes en Málaga. Hablaba de un grupo de jugadores «buenos», pero con características muy distintas a los grupos que él había dirigido estas últimas temporadas en Andorra.

Hay tres palabras claves sobre las que se quiere trabajar en este inminente mercado estival: físico, defensa y carácter. Buena parte de la culpa de lo ocurrido esta última temporada se achaca a que a la plantilla le ha faltado poderío bajo los aros, que había demasiados jugadores anotadores y muy pocos dispuestos a sufrir en defensa, y a que faltaba garra y saber estar, sobre todo cada vez que el marcador se ponía en contra. Esa cantidad grande de partidos perdidos en el último ataque también hace pensar al club que al equipo le ha faltado un líder, alguien capaz de asumir responsabilidades.

Jugadores complementarios

Además de apostar por mayor físico y capacidad atlética de los interiores, también se quiere reforzar el perímetro con algún jugador de ese mismo rol. Sobre todo se quiere evitar que haya demasiados jugadores «iguales», otro de los hándicaps de la plantilla de este curso 21/22. Había un juego exterior con muchos anotadores que necesitaban el balón para producir, pero a los que les costaba «agachar el culo» atrás. Eran todos «cromos» muy parecidos. Ibon y el club quieren ahora que en todas las posiciones haya jugadores complementarios, con características distintas entre sí para así tener una rotación más rica y equilibrada.

Otra cuestión que se valora es la de apostar por jugadores con «hambre», que lleguen a Málaga dispuestos a progresar y a mejorar. Al Baxi Manresa le ha salido bien esta temporada esa apuesta, que es muy arriesgada, pero que se puede dar este verano en el que hay que traer a 8 jugadores y tendrán que ser de distintos perfiles.

Está claro que estamos ante un verano muy largo y los fichajes irán cayendo a cuentagotas. Ya sabemos, porque el presidente lo dejó caer en la rueda de prensa del miércoles pasado, que la plantilla se va a internacionalizar. Que habrá los cuatro cupos que obliga la ACB, pero poco producto nacional más. Un esquema que también supone romper con el presente, ya que el Unicaja ha sido, de largo, el equipo de la Liga Endesa con más jugadores nacionales en su plantilla. Hasta cinco al mismo tiempo han llegado a jugar en más de una ocasión, tanto con Fotis Katsikaris como con Navarro.

Sean los que sean los fichajes que vengan en estas próximas semanas, lo importante es que formen un plantel potente, compacto, competitivo y que lleve al Unicaja a la parte alta de la clasificación, a la Copa del Rey de Badalona 2023 y a la Final Four de la Basketball Champions League... si es que el equipo verde juega finalmente la competición continental.

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