Feria de Antequera: Los rejoneadores Andy Cartagena y Leonardo Hernández salen a hombros

La Real Feria de Agosto de Antequera 2023 comenzaba en tono triunfal con la Corrida de Rejones. En un año muy especial por conmemorarse el 175 Aniversario de la inauguración de su coso taurino, se ha programado un más que interesante abono que tendrá su cumbre este domingo con la Tradicional Corrida Goyesca en la que harán el paseíllo Curro Díaz, Juan Ortega y Roca Rey. Andy Cartagena y Leonardo Hernández le mostraron el camino de la Puerta Grande en una tarde que una intermitente lluvia de verano no pudo estropear. Solo el uso de los aceros impidió que Ferrer Martín también saliera en volandas.

El primero en lograr el triunfo fue Andy Cartagena, que volvía a este coso tras sus triunfos de años anteriores, en un exitoso reencuentro con la afición antequerana que llenaba la mitad de los tendidos. Desorejaba al primero de la tarde, un toro de Luis Albarrán rejado que no se lo puso sencillo. Con todo, tras dosificarlo con un único rejón de castigo, pudo lucir en banderillas con Apolo y, fundamentalmente, con el vistoso Pintas, el apalusa de su cuadra con el que clavaba las cortas y a dos manos, teniendo que llegarle mucho por la falta de empuje de su oponente.

En el cuarto, Andy Cartagena despertó al público, que andaba distraído tras la popular merienda y una lluvia que, si bien no era fuerte, sí que era molesta. Encontró un toro más colaborador, con el que se vivían momentos brillantes en banderillas con Cartago, siempre con buena colocación a la hora de ejecutar la suerte. Pero la revolución llegaba con Apolo, desprendiéndose del bocado para clavar a dos manos, en todo lo alto. Las cortas al violín finales predisponían todo para un triunfo rotundo. Un pinchazo previo a un rejón muy trasero no impidió la concesión de otro trofeo con mucha fuerza.

Un trofeo obtenía del primero de su lote Leonardo Hernández, quien desarrollaba una labor templada de menos a más. Tras colocar dos rejones de castigo, tuvo la virtud de tomarle la velocidad al astado para ir cambiándole los terrenos y quebrar en la cara del toro. Tras un inicio de faena más sobrio, tiraba de espectacularidad con cortas al violín, haciendo incluso el teléfono al colocar su codo sobre la testuz del toro. Cerraba su labor con un rejón de muerte en dos tiempos.

Salió Leonardo a por la Puerta Grande en su segundo; sobresaliendo en quiebros llegándole mucho a la cara de un toro que le daba más opciones de las que le había ofrecido su antecesor. Midiendo los tiempos, en una labor muy torera, fue creciendo en intensidad su actuación; sobresaliendo las banderillas cortas al violín. No le ayudó el de Albarrán en la suerte suprema, ya muy parado, pese a lo que lograba un buen rejón tras un pinchazo, y pese a precisar dos golpes de descabello, cortaba la oreja que le faltaba para salir en volandas.

Un trofeo obtenía del primero de su lote Leonardo Hernández, quien desarrollaba una labor templada de menos a más. Tras colocar dos rejones de castigo, tuvo la virtud de tomarle la velocidad al astado para ir cambiándole los terrenos y quebrar en la cara del toro. Tras un inicio de faena más sobrio, tiraba de espectacularidad con cortas al violín, haciendo incluso el teléfono al colocar su codo sobre la testuz del toro. Cerraba su labor con un rejón de muerte en dos tiempos.

Salió Leonardo a por la Puerta Grande en su segundo; sobresaliendo en quiebros llegándole mucho a la cara de un toro que le daba más opciones de las que le había ofrecido su antecesor. Midiendo los tiempos, en una labor muy torera, fue creciendo en intensidad su actuación; sobresaliendo las banderillas cortas al violín. No le ayudó el de Albarrán en la suerte suprema, ya muy parado, pese a lo que lograba un buen rejón tras un pinchazo, y pese a precisar dos golpes de descabello, cortaba la oreja que le faltaba para salir en volandas.