Un libro descubre la poesía más joven de Antonio Gala

Bajo el título 'Poemas de lo irremediable' (Planeta), un libro reúne la poesía más temprana y juvenil del escritor cordobés Antonio Gala, que ya da pistas del poeta en el que se iba a convertir y cómo comienza a tratar los temas que después trabajará a lo largo de su trayectoria poética.

La Fundación Gala, de donde ha partido esta iniciativa, presentó el lunes el volumen, que ha sido coordinado por Luis Cárdenas, secretario del autor durante 30 años, y Pedro J. Plaza, exresidente de la Fundación para jóvenes creadores y experto en la poesía de Gala, sobre la que ha realizado su tesis doctoral. El libro tendrá también su estreno en los próximos días en Alhaurín El Grande, lugar donde residió muchos años el autor cordobés.

'Poemas de lo irremediable' aglutina cinco años de su producción poética, concretamente desde el 1947 a 1952, cuando el autor, fallecido el pasado mes de mayo, tenía entre 17 y 22 años. Plaza señala que ha sido «un trabajo muy placentero que comenzó hace más de un año», encontrándose con «mucho material inédito» del que han salido 115 poemas de los que solo siete se publicaron en revistas literarias de la época pero que hoy en día son prácticamente inencontrables y dos sonetos que el autor siempre presentó como parte de La Zubia y que con esta edición se ha descubierto que se escribieron mucho antes.

Poemas de lo irremediable

• Autor: Antonio Gala
• Publicación: 29 nov 2023
• Editorial: Planeta
• Número de páginas: 288

«La idea con este libro era conocer las raíces de la poesía de Antonio Gala, sus orígenes y ver cómo se gesta el creador que todos conocemos», señala Plaza, que resalta que, a pesar de que ha sido un autor especialmente reconocido por el teatro, la novela y los artículos, «también fue un gran poeta».

Cronológico

Según Plaza, este poemario se presenta en orden cronológico para que el público en general y los estudiosos conocieran como va evolucionando y configurándose el poeta. «El poema más antiguo que hemos logrado rastrear en el desarrollo de nuestras pesquisas, una cántiga dedicada a Fernando G. Aparicio, data del día 16 de julio de 1947, cuando Antonio Gala contaba solamente 16 años», señala.

El especialista ensalza los valores de esa primera poesía de Gala, que se encontraba en numerosas carpetas que salieron a la luz tras la venta de su casa de Madrid y el traslado de las cosas del escritor a Córdoba. «Ahí me di cuenta de la cantidad ingente de material que había», explica Cárdenas, que subraya que la mayoría de los poemas están manuscritos –el libro muestra algunos de ellos escaneados- y muchos están fechados incluso con la hora a la que los escribió.

«Yo los he recopilado con mucho pudor y reparo porque tan solo él había abierto esas carpetas antes que yo», continúa Cárdenas, que reconoce que el título pertenece a un grupo de esos poemas inéditos del escritor. Por su parte, Plaza indica que también era importante que se reconociera desde el título «que estamos hablando de poesía y no de novela o teatro». Por otro lado, ese grupo de versos contienen todos los temas que trató el autor, como el amor, la muerte, el tiempo, el destino, el cuerpo, la idea de Dios, etcétera.

El libro incluye un pequeño relato «que tiene mucha poesía y encaja en esta época», señala Cárdenas, que subraya que Gala «es totalmente reconocible en estos poemas y lo sorprendente es que hay mucho místico y religioso». En este sentido, Plaza reconoce: «A mí me costaba entender cómo un autor que en prácticamente en todas sus entrevistas y artículos se declaraba casi ateo aunque no negaba la espiritualidad, cómo había sido el proceso hasta llegar ahí, y la respuesta la encontré en estos poemas».