Álvaro Martín, la superación y la ambición como 'leit motivs'

El extremeño ha logrado en Budapest el primer doblete masculino de la marcha en la historia de los Mundiales

No se conformaba con dos títulos europeos ni ahora con los dos universales: ya ansía el oro olímpico

Álvaro Martín ya es el mejor marchador del mundo

Álvaro Martín ya es el mejor marchador del mundo / EFE

David Rubio

Desde Llerena, a 120 km de Badajoz, Álvaro Martín se ha coronado definitivamente como una gran estrella del atletismo y ya come en la mesa del exbaloncestista José Manuel Calderón y del campeón olímpico en escalada Alberto Ginés como los tres mejores deportistas extremeños de la historia.

Además, este jueves también ha pasado a la historia al convertirse en el primer marchador masculino que logra el 'doblete' en unos Mundiales con sendas victorias en Budapest en los 20 y en los 35, algo que solo había logrado a nivel universal el mítico polaco Robert Korzeniowski con sus oros en 20 y en 50 km en los Juegos Olímpicos de Sidney'00. Y lo ha hecho con una técnica casi perfecta y limpio de avisos en una dinámica que se repite desde hace ya muchas pruebas después de cuatro días en manos de los recuperadores y de los fisios de la selección, "que han sido claves para que estemos aquí", enfatizó.

Su aterrizaje fue por casualidad... o no tanto. Álvaro Martín destacaba en las carreras de fondo, pero una lesión de rodilla lo obligó a parar y a fijarse en la marcha, especialidad que practicaban su madre y su hermana (Macarena las dos). Desde entonces no ha parado de trabajar con el doble objetivode sacar a relucir en competición todos sus entrenamientos y de ser el mejor.

Álvaro Martín y su entrenador, José Antonio Carrillo

Álvaro Martín y su entrenador, José Antonio Carrillo / RFEA

De aquel atleta que no quería salir a competir en los Mundiales Junior de Barcelona'12 (fue quinto en 10 km marcha) por sus inseguridades y por unos problemas en los isquios al bicampeón mundial media un abismo. Para ello tuvo que abandonar su Llerena natal con destino a Madrid para ponerse a las órdenes de José Antonio Quintana y más tarde a Murcia, donde se entrena con un José Antonio Carrillo que suma estos dos oros al que logró en 20 km en Pekín'15 con un Miguel Ángel López que no ha tenido el día este jueves en Budapest.

Cuarto en los Juegos de Tokio, Álvaro Martín ha conquistado el oro en los dos últimos Europeos y fue séptimo en los pasados Mundiales de Eugene, siempre en 20 km. "Ser campeón de Europa está muy bien, pero trabajamos para lo máximo y no me conformo", comentó a SPORT, de Prensa Ibérica, casi recién llegado a Budapest.

De forma paralela, no ha dudado en llevar buena parte del peso de las reivindicaciones de la marcha contra los rectores del Comité Olímpico Internacional y de World Athletics, que lejos de defender a esta disciplina ha decidido lavarse las manos con Sebastian Coe a la cabeza. "En octubre vamos a salvar la marcha. Ahora tenemos que hablar los marchadores y ver cómo lo planteamos todo, pero lo vamos a conseguir", recalcaba en plena celebración.

Álvaro Martín acabó exhausto los 35 km marcha

Álvaro Martín acabó exhausto los 35 km marcha / EFE

Y en torno a la Plaza de los Héroes de la capital húngara se ha colgado dos preseas mundiales doradas. Al preguntarle si se sentía ya una leyenda, su respuesta habla por sí sola. "Lo que estoy haciendo es seguir con el legado enorme de la marcha española, pero para ser una leyenda hay que ser campeón olímpico y yo no lo soy todavía. Es mi gran objetivo. Quiero luchar por eso en París", ha recalcado este jueves en Budapest. Lo dicho. Tan poco se conforma.

Sin la superioridad apabullante que ha mostrado María Pérez, el extremeño ha aunado velocidad, calidad y una inteligencia extraordinaria para controlar los momentos sobre todo este jueves. Tanto, que ha sido capaz de superar al ecuatoriano Pintado cuando físicamente se encontraba peor tras el esfuerzo de los 20 km. Pese a su ambición y esas ganas de ser el mejor, ha sabido mantener la cabeza fría y ha vuelto a atacar casi sin fuerzas para minar la moral del sudamericano. Y lo ha conseguido. Ahora, a desconectar y a saldar su única cuenta pendientes en los próximos Juegos. ¡Enorme, Álvaro!